Aviso de contenido sensible:
Abuso sexual (no descrito)Livana.
Tengo miedo.
Miedo de lo que estoy comenzando a sentir.
Ayer estando mal y asustada llamé a Mateo.
¿Por qué? Ni yo misma sé.
En ese momento me di cuenta que sentía algo, no sabría decir que, pero había algo, porque yo no era una persona de mostrar mi debilidad y con Mateo era tan fácil, era como si en vez de debilidad fuera una fortaleza.
Así que como persona adulta y responsable que soy, la mejor opción es salir corriendo y alejarme.
Sencillamente alejarme porque no, una chica como yo jamás sentiría nada por un chico como él y menos el estúpido sentimiento que empieza por "A".
Dejo de pensar en el trigueño y un recuerdo llega a mi mente.
Flashback.
Fiesta de anoche...
—¿Qué... tú, que... que haces aquí?— digo levantándome de la silla y alejándome del chico.
—¿Cómo haz estado? Te ves muy guapa
Esa palabra cuando sale de su boca me produce una sensación de asco y temor.
—Vete. Llamaré... a... seguridad— informo temblorosa.
—Si quieres que tu padre haga negocios con el mio tendrás que ser un poquito más... cariñosa conmigo— sigo dando pasos hacia atrás hasta que mi espalda baja choca contra la baranda del balcón.
Ian da largos pasos deteniéndose frente a mi.
No puedo mirarlo a los ojos, así que bajo la cabeza.
—Nos veremos más seguido, espero que puedas comportarte como antes— toca mi mandíbula y me tenso, deja un beso húmedo en mi mejilla y sonríe en mi oreja haciéndome estremecer— Hasta luego, guapa.
Y desaparece de allí.
Actualidad.
Siento un nudo en mi estómago y corro al baño, necesito vomitar.
Introduzco un dedo en mi garganta haciendo que lo que acabo de comer salga, me miro en el espejo y siento como mi abdomen se pone plano
Suspiro un segundo y me lavo las manos y la cara para quitar los restos de líquido asqueroso de mi barbilla.
Siento como mi teléfono suena nuevamente.
Corro a revisarlo y aparece el nombre de Mateo por décima vez en la pantalla.
¿Debería bloquearlo?
Opto por hacerlo y salgo de mi habitación.
Todo está silencioso y recuerdo que mi abuela fue a visitar a los padres de mi primo Owen, que vendrían siendo mis tíos aunque no los siento así, y mis padres fueron a la empresa a... ni siquiera puedo recordarlo.
La cabeza me palpita.
—Jamás vuelvo a tomar.
Ya, claro. Como si fuera a cumplir esa promesa vacía.
Enciendo el tv y una de mis películas favoritas está por la mitad.
Trata de una chica que vive con su padre drogadicto y su madre "la patética stripper de cincuenta y dos años" como la he apodado.
A la chica desde muy pequeña la han despreciado, incluso sus profesores le dicen que tendrá un futuro de mierda y que no saben para que estudia.
Sus calificaciones eran buenas pero al lado de esas notas ponían "futuro... indigente".
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¿Por qué fuiste mi luz?
Novela Juvenil«Y lo amaba porque incluso en mi oscuridad, podía sentir la luz de su sonrisa»