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Nota de autora: Preparen los pañuelos...

“¿Por qué no te ves como lo hago yo?”
Mateo Taylor.

Livana.

—¿Dónde estabas?— pregunto colocándome las gafas nuevamente.

Mis ojeras y mi dolor de cabeza por la fiestecita de anoche no me están pasando buena factura.

—Con un chico— dice Amelia mirándome raro.

—Te busqué ¿sabes?— ella me mira aún más confundida— Me sentía mal, te busqué y no estabas.

—Ya te lo dije, estaba con un chico. No es nada raro.

—Reinas de mi vida— dice Nico llegando a nuestro lado.

—¿Tu también estabas con una chica?

—Ah, ¿ya te contó Amelia lo nuestro?— la rubia le da un manotazo— Vaya, parece que no.

—¿Estaban juntos?— asienten— ¿Desde....?— dejo la pregunta en el aire esperando a que me respondan.

Ambos se miran.

—Unas semanas.

Me río pero la sonrisa no llega a mis ojos.

—¿Tenían planeado contarme?— asienten— Da igual. Ayer les dije, les conté que no estaba tan bien, que no podía quedarme sola y que debían apoyarme ¿no?— vuelven a asentir aún más confundidos— ¿Saben lo que me costó decirles eso? ¿Contarles eso?

—Liv, no te estoy entendiendo nada— la cara de confusión de Amelia era enorme.

Me quito las gafas y sus caras se transforman.

—¿¡Quién te tocó!?— dice un exaltado Nico.

—Pues eso era lo que quería evitar. La persona que me golpeó es de la que estaba cuidándome, la persona por la que estaba mal y les pedí ayuda pero no, no estaban.

—Liv, lo siento mucho de verdad— Amelia intenta tocar mi cara pero me pongo mis gafas para evitarlo.

—Los necesité— suelto una risa irónica— Yo, la chica borde del instituto, la que va de dura por la vida, los necesitó, y me costó decírselo pero lo hice y... ¿saben qué? no estaban, mientras ustedes ligaban en un baño de la fiesta yo tenía un tipo sudoroso encima, ¡un maldito tipo encima, y ustedes no estuvieron!— exploto porque supongo que todos tenemos un límite y estoy en los días que se acerca el mío.

—Lo sentimos amiga, ¿te hizo algo más?— vuelve a decir la rubia, niego, mientras Nico me mira con ¿pena?

—Por eso no les dije nada, no quería que me miraran así, con lástima, y ni siquiera saben la mitad de lo que he pasado, por eso es que nunca mostraba nada, ¡por eso soy esta maldita persona!

—Cuéntanos.

—No Nico no, no quiero ver tu cara de lástima, no quiero derrumbarme frente a ustedes y que vuelvan a desaparecer para besarse en un maldito baño— me levanto— No los necesito.

—Hablabas de Kayla pero tú no eres diferente a ella— escuchar esa frase dicha por la rubia me hizo detenerme, no me voltee pero me quedé para ver qué más decía— Eres tan egocéntrica como ella, todo tú, ni siquiera te importa como empezamos Nico y yo, ni siquiera pude contarte de mi primera cita con él, porque estabas muy "ocupada" siendo la chica borde que estudiaba con el nerd.

Me giro lentamente y la miro a los ojos.

—Mientras tú nos ignorabas nosotros empezamos a pasar juntos, mientras tu subías fotos saltando de un avión nosotros empezamos a pasar más tiempo juntos, mientras nosotros-

¿Por qué fuiste mi luz?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora