Teen wolf one shots

casado5

7/10

Advertencias: lloremos junt@s.

Las personas corrían de un lado a otro, todos llevando algo en las manos, Stiles respiró profundamente viéndose en el espejo, su esmoquin blanco perfectamente planchado, el sonido de la puerta siendo tocada lo saco de sus pensamientos.

— ¿Podemos hablar? — el castaño asintió dejando pasar al lobo —. Te vez genial.

— Gracias.

— Quiero presentarte a alguien — Derek regreso a la puerta abriendo la dejando pasar a una niña —. Es mi hija.

La niña se acercó a el castaño, olfateando el aroma que este emitía, le sonrió alzando la mano.

— ¿Cómo te llamas?

— Claudia — la pequeña niña le tomo la mano —. ¿Y tú?

— Stiles... — miro a Derek con sus ojos cristalizados —. ¿Por qué?

— No lo sé — Claudia los miro sin comprender d que hablaban —. Cariño, sal un momento.

— Eso fue muy injusto — Stiles volvió a ver el espejo —. No tenías derecho.

— Sti...

— No, Derek — tomo la rosa roja intentando ponerla en el esmoquin —. Es el nombre de mi madre... Y tú se lo pusiste a la hija que tuviste con ella.

— Si me dejaras explicarte...

— ¿Explicarme qué? — lo apunto con la rosa haciendo que varios pétalos cayeran —. ¿Ella está de acuerdo?

— Breaden murió — Stiles se quedó en silencio asombrado ante lo dicho —. Cuando nació la niña... Tuvimos un accidente.

— Lo lamento — miro los pétalos  sintiendo su corazón estrujarse —. Pero ese nos es un buen motivo para ponerle el nombre de mi madre a tu hija.

Ambos se quedaron en silencio, Derek lo miró fijamente, sus zapatos perfectamente limpios, su traje planchado, miro los los lunares en su cuello pálido, la constelación que formaban las pecas en su cara, miro sus ojos ámbar, casi dorados...

— Amo tus ojos — el novio lo miro sorprendido —. La sonrisa llena de orgullo que me dabas cuando cocinabas para mí... Amo la forma en que te sonrojas y tu nariz fría en navidad.

— ¿Derek?

— Tu me lo preguntaste una vez — Stiles se encogió recordando —. Nunca pude responder.

      

                       Flashback

— ¿Me amas?

— ¿Crees que estaría aquí si lo lo hiciera? — el adolescente acaricio los abdominales del lobo con sus dedos —. Me gustan muchas cosas tuyas...

— ¿Cómo cuales?

Sus ojos ámbar buscaron los verdes del mayor, notando el pequeño sonrojo en sus mejillas.