-Perdón.
¿Mi abuelo pidiendo disculpas por haber dicho un taco? ¿Buscando nervioso la mirada de mi madre esperando su perdón? Definitivamente, me estaba perdiendo algo.
-¿Qué pasa? - pregunté.
-¿Y a ti? - contraatacó mi madre - ¿Te pasa algo?
En un principio fue un alivio para todos que el abuelo se levantara el jersey y cambiara de tema.
-Mira, moñaca. ¿Has visto?
Era uma camiseta nueva.
Desde que murió mi abuela, mi abuelo sigue haciendo todo lo posible por no estar en su casa. Se pasa el día entre nuestra vasa y la tienda de los Julianes, Julián padre y Julián hijo. Los Julianes fotocopian, imprimen... pero sobre todo hacen camisetas personalizadas. Mi abuelo es el mejor amigo de Julián padre, su mejor amigo y su peor cliente. No porque no le encargue cosas. Mi abuelo prácticamente va a camiseta por semana. Pero Julián es incapaz de cobrarle. La camiseta de ese día ponía: « SOY UN GEROPUNK ».
En cuanto mamá leyó el mensaje, dijo:
- Ya lo creo. Y un okupa.
Creo que mamá lo dijo sin mala intención, pero el abuelo se picó.
- Si molesto, me voy - dijo.
Podía sentir un chisporroteo en el ambiente, como cuando caminamos bajo un poste de alta tensión. De hecho, estar entre mi abuelo y mi madre es lo más parecido a caminar entre dos postes de alta tensión.
-¿Qué es un geropunk? - pregunté.
Y el abuelo dijo:
-Que te lo explique tu madre.
Entonces mi madre se dio el gusto de fastidiar al abuelo soltando varias palabras larguísimas y algunas esdrújulas - geriátrico, gerontólogo, geropsiquiatría ( esta última la dijo mirándole fijamente) - y explicó que las gero cosas eran las que tenían que ver con los viejos ( y creo que dijo «viejos» y no «ancianos», ella que es tan fina, para fastidiar al abuelo).
-En cuanto a los punks...- siguió explicando mi madre, y estaba claro que lo hacía para el abuelo y no para mí - Bueno, dales una norma y ellos se creerán que les has dado una valla de obstáculos: correrán ciegos a saltarla. Pero para entender que es un punk sólo tienes que mirar a tu abuelo. Si no se pone cresta es porque no tiene pelo.
Y el abuelo dijo muy serio y con cara de asco )auténtico asco punky creo):
- Ja ja ja. Desde luego, hija mía, tantos años con Pansinsal te arruinaron el sentido del humor.
Cualquier otro día, yo ya estaría agotada de escucharlos, pero LUCAS... Lucas, Lucas, Lucas... Lucas lleva mi pulsera, Lucas me había besado, lo nuestro podría ser, en esas circunstancias me da igual tener un abuelo geropunk y una madre sabidilla. Yo ya tenía todo lo que necesitaba: un chico con una sonrisa desarmante, y no iba a dejar de sonreír por nada del mundo.
Pero entonces, para sorpresa mía y del abuelo, mi madre respondió:
-Vete a la mierda.
Cuando vi la cara de mi abuelo, recordé la cara de Unai después de que yo le dijera esas mismas palabras que acaba de soltar mi madre, y por un momento se me torció la sonrisa.
Y el abuelo se puso el abrigo, cogió el dibujo de la abuela bajo el brazo, me dio un beso y se fue de casa.
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Croquetas y wasaps - Begoña Oro
RandomLo de las croquetas tardamos un tiempo en descubrirlo, y lo de la tristeza... Bueno, la tristeza fue posandose poco a poco, como una lluvia fina de esas que te van calando. Porque hay cosas de las que uno no se da cuenta hasta que pasa un tiempo. So...