Mi abuelo, que es de ciudad y que lleva regular eso de ir al pueblo de mi abuela, siempre dice que los en pueblos no hace falta prensa. Dice que eso de que allí la gente se dedica al campo ya las ovejas que es mentira cochina (bueno, él lo dice de forma algo más contundente. Dice mi abuelo que la profesión que más abunda en los pueblos es la de portero. «Porteros y re-porteros, ¿no lo ves?. Todo el día en la puerta, esperando a ver quién pasa para contarlo después al vecino».
Sí me gustara llevar la contraria nuevo lo tanto como le gusta mi madre, yo le diría que se equivoca, que no todos los porteros son unos costillas, y que sólo tiene que fijarse en Edgar, nuestro portero, para comprobarlo. Pero no pienso jugarme el puesto de nieta favorita, aunque también sea la única.
En cualquier caso, mi colegio es como dice mi abuelo que son los pueblos. En mi colegio no hace falta periódico escolar. Mi colegio está lleno de porteros y reporteros.
A las cinco minutos de salir de aquel baño, ya todo el mundo sabía lo que había pasado, incluidos los profesores.
El titular: « LA LOCA DE LUJÁN APEGADO A NATALIA».
Noticia de relleno: «Un halcón se escapa de una exhibición de cetrería después de chocar con una alumna histérica.
Del llanto, las nubes, el miedo, la vergüenza y el socorro, nadie dijo nada.
Pero ya lo dice también mi abuelo: «Si quieres saber lo que pasa, cierra el periódico y marcha».
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Croquetas y wasaps - Begoña Oro
NezařaditelnéLo de las croquetas tardamos un tiempo en descubrirlo, y lo de la tristeza... Bueno, la tristeza fue posandose poco a poco, como una lluvia fina de esas que te van calando. Porque hay cosas de las que uno no se da cuenta hasta que pasa un tiempo. So...
