48.

122K 10.4K 10K
                                    

Lo escribí medio llorando, medio riendo. Espero que les guste <3

CAPÍTULO CUARENTA Y OCHO

Demian

Veo la puerta del elevador cerrarse y a Lianna desaparecer dentro.

—¿Demian?

Uno. Dos. Tres. Cuatro. Cinco.

—Ve a la cocina o en serio voy a romperte algún hueso, Viktor.

Seis. Siete. Ocho. Nueve.

—No quería que ella se fuera.

Diez.

Me giro, enfrentando a mi hermano menor.

—¡Pero lo hiciste!— escupo con enfado, que no puedo contener—. Te dije ni bien llegaste que fueras cuidadoso, que Lianna no es...

—Lianna no es como las demás, si— él suspira—. Pensé que estabas siendo un imbécil.

—Tú estás siendo un imbécil— escupo—. ¡Lo fuiste durante toda la tarde!

—Lo siento— sé que realmente está arrepentido, pero planeo golpearlo por el siguiente comentario—. Podrías haberla esposado a la cama— cierro las manos en puños, haciendo uso de todas mis fuerzas para quedarme quieto y no dejarle un ojo negro a mi hermano—. Es algo que hacen, ¿Verdad?

Vuelvo a contar hasta diez, repasando cada número en mi cabeza. No suelo ser impulsivo. Intento a toda costa evitar las impulsividades, porque no son seguras, suelen causar problemas y siempre joden todo, pero golpear a Viktor no está siendo una mala idea.

—Vuelves a hacer un comentario acerca de Lianna y te irás a quedar con Andrei— le gruño.

Veo a Viktor tragar con fuerza y la advertencia de enviarlo con nuestro primo surte más efecto que amenazar con golpearlo.

—Tú no harías eso, hermanito— me mira—. Sabes que odio la naturaleza y Andrei vive en el medio de un bosque.

Exagerado.

Andrei vive en una casa quinta, con bastante espacio al aire libre. Nada más alejado de un bosque.

—¿Quieres ponerme a prueba? — cruzo los brazos sobre mi pecho y mi hermano hace una mueca.

—¿Puedes llamarla? Me disculparé con ella.

—Mañana— gruño—. Ahora vamos a sentarnos, hablar y terminarás de decirme todo lo que has venido a decir— mascullo—, y luego te pondrás a pensar una jodida disculpara para ella, ¿Está claro?

Cuando mi hermano asiente, me callo. Luego, comienza a hablar.

Me cuenta— aunque ya lo sé— de la mala condición de mi padre, la depresión en la que se está sumiendo y lo preocupado que está. Planea hacer un poder para poder hacerse cargo legalmente de él, pero quería consultarlo conmigo. Viktor jamás haría un movimiento como ese sin decirme. Siempre fue protector, conmigo y con papá, a pesar de ser el menor.

Por eso, una parte de mí entiende lo que hizo con Lianna. Entenderlo no significa aceptarlo, porque también comprendo porque Lianna tomó la vía fácil y huyó. ¿Por qué demonios se quedaría a escuchar los comentarios de mierda?

Aunque ese comentario hacia mi hermano antes de irse fue una guinda, debo confesar.

La gatita tiene garras.

Ni siquiera imagino cuánto le costó decirle eso al estúpido de Viktor.

—Quiero hacer un poder para poder ocuparme legalmente de papá, internarlo en caso de ser necesario y sacarlo del pozo de mierda —me dice mi hermano, devolviéndome a la realidad, mientras regresamos a la cocina, donde aún están servidos los tres platos con la comida que preparó Lianna. Viktor se detiene y suspira—. En serio la cagué, ¿Verdad?

Sinestesia | SEKS #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora