Capítulo V

47 21 15
                                    

—¡Ah, sí! Dijiste que se parece a mí y no sabes lo mucho que me emociona llegar a conocerla un día.

—¿Hablas en serio? ¿Te hubiera gustado conocerla?... ¿En serio?

En el momento que su voz quebró un poco y sus ojos se pusieron llorosos, entendí que jamás la conocería, así que no dije nada.

—Hoy mientras estaba en una clase me llamaron desde el hospital, a mi mamá la estaban operando, ella no resistió la operación y murió, la persona que me dio la noticia dijo que hicieron todo lo posible por salvarla, realmente quiero creer que es mentira lo de su muerte, antes de venir a la universidad pude hablar con ella y le prometí que cuando saliera del hospital la llevaría a su restaurante favorito, se veía tan bien y ahora mismo es tan doloroso recordar su sonrisa, no puedo evitar sentirme impotente, no podía hacer nada.

—¿Crees en Dios? —pregunté intentando arreglar un poco la situación.

—Sí... ¿Por qué preguntas?

—Yo también creo en él y en la biblia que leo dice que cuando alguien muere, si fue buena persona irá al cielo, estoy segura de que tu mamá era una mujer muy buena y está allá.

En ese momento lo que más quería es que él no llorara, mi corazón se sentía terrible, me gustaba más cuando sonreía.

—Tienes razón, mi madre estará en ese lugar.

—Por cierto ¿En qué me parezco a tu mamá?

—Algún día sabrás la razón, no te preocupes, si es muy difícil para ti, yo mismo te lo diré.

—¿A qué te refieres con que es difícil para mí? «¿En serio me mira como alguien así de tonta?».

—No quise decir eso, perdón, es bastante horrible que lo haya dicho de ese modo, sonó mejor mi cabeza.

Me sentí bien que al fin se veía feliz y pensar que la causa de esa risa era yo era lo que me alegraba... Esa sonrisa le quedaba tan bien, fue otro momento hermoso que puedo guardar en mi mente gracias a él.

—¡Adri! ¿Vamos por helado?

—Si, vamos. «Creo que ahora sí podré decirle, esta es mi oportunidad de que lo sepa».

Cuando llegamos a la heladería el ambiente se sentía muy cálido, todo era hermoso, aunque algo se sentía un tanto diferente, analicé cada cosa y, me di cuenta de que era él, Axel no se veía como la misma persona que me esperaba en la salida de la escuela, no era la misma persona que me hacía sentir tanta tranquilidad y que hacía a mi corazón volverse loco en algunas ocasiones, intenté evitar pensar en eso, de verdad lo intenté, para mi desgracia mis palabras salieron por sí solas.

—¿Por qué te noto tan distinto? —pregunté sin pensar.

Él me mostró una mirada sin expresión y, no lo culpo, me contó lo que estaba pasando y le hago esa pregunta, estaba algo asustada, pensé que había arruinado todo, sentí cómo por mi cuerpo entraba una sensación a la que estaba acostumbrada, una que no había sentido hace un tiempo, quise cambiar de tema lo más rápido posible.

—Que delicioso está esto, no lo había probado —tratando de no mirarlo— ¿Será nuevo?

—Perdón, estaba distraído pensando en otras cosas y... sí, el mío no está mal.

De nuevo quería quedarme callada, pero mi lengua ese día se sentía con total libertad de seguir hablando. —¿Qué cosas?

—Cosas como... Quizá hoy entreguen el cuerpo de mi madre, y al seguir estudiando aún, la verdad no tengo plata, lo que tenía era de mi mamá... Y tengo más familia además de ella, no estoy solo por completo, pero aun así no sé qué hacer... Lo más probable será pedirle el favor a alguno de mis tíos, que pague por todos los arreglos del velorio, es obvio que se incluye el ataúd —suspiró y dijo—. No dejo de sentirme preocupado por lo que pasará.

—¿Qué harás con los estudios?

—Como te dije, la plata que usaba era de mi mamá y no puedo gastarlo todo de una vez, estoy pensando en trabajar, luego de un tiempo le pagaré todo a quien me ayude a comprar las cosas de la sepultura y el resto de cosas que tengan que ver con eso.

—¿Cómo te puedo ayudar? Después de todo eres al único que tengo, me gustaría hacer algo por ti.

—Uhm... ¿Conoces algún lugar que necesite empleados? ¿En donde tú trabajas necesitan personal?

—¿Mi trabajo? No, allí no. Voy a buscar un lugar donde puedas trabajar, buscaré en tiendas, restaurantes y cafeterías, ¿Te parece bien?

—Sí, yo también buscaré un lugar, gracias... Por cierto, ¿Cuándo piensas ir por ayuda para tu pérdida de memoria?

—Bueno... «Olvidé por completo que él me quiere llevar a... Ese lugar» Iré después de terminar unas cosas que tengo pendientes.

Mis "cosas pendientes" en ese momento era ayudarlo a él, sentía que estaba pasando un momento difícil y era mi deber como amiga ayudarlo, después de todo Axel me gustaba y lo mío podía esperar.

Mis "cosas pendientes" en ese momento era ayudarlo a él, sentía que estaba pasando un momento difícil y era mi deber como amiga ayudarlo, después de todo Axel me gustaba y lo mío podía esperar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Espejo Roto ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora