Capítulo I

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—¿Estás lista para empezar?

—Si.

—Excelente, quiero que me cuentes sobre ti, ya sabes, por qué estás aquí ¿O prefiere contarme sobre cómo te sientes?

—Bueno...

»Me gustaría empezar presentándome, soy Adriana y tengo 26 años, estaba estudiando psiquiatría, no es porque me gustara; el motivo era diferente, empecé con esta carrera porque sentía que sería más fácil para mí conocer la razón de mi pérdida de memoria si me involucraba más con el tema, ni siquiera pensaba ganar plata con eso, estudié medicina también y no voy a sacarle provecho.

(...)

—¡Adriana, ahí estás! —me llamó una de mis compañeras de clase—, Estuve buscándote un rato, necesito hablar contigo un momento.

—Claro, dime qué necesitas «imagino que es lo mismo de siempre».

—Ayer estuviste muy extraña, me trataste de una manera muy horrible y actuabas como si no me conocieras.

—Oh, lo siento por eso, es que me sentía enferma, es todo «¡Bingo! Me pregunto qué habré hecho, ayer llegué a la universidad, entré al salón y empecé a anotar algunas cosas, es lo último que recuerdo».

—¿Pero esa es una razón para portarse así? Has cruzado la raya, de verdad, creo que deberíamos dejar de hablar.

—Está bien.

—¿"Está bien"? Al parecer no te importaba nuestra amistad, si así lo quieres me voy, espero que consigas a alguien que sí te soporte.

—Nunca tuvimos una amistad, adiós «Alguien que me soporte... Si lo pienso bien, no sería tan malo, de hecho, sería estupendo».

Siempre estaba en una situación parecida, alguien quería acercarse a mí, luego perdía la memoria y no pasaba mucho para que trataran de alejarse lo más rápido posible, a ese punto ya debía estar acostumbrada, supongo que por esa razón es que no tenía amigos, no me esforzaba por mantener amistades.

Cuando llegué a mi casa las palabras de esa compañera no dejaban de pasar por mi mente, "alguien que sí te soporte", entre más lo pensaba más imaginaba que hubiera alguien así, puede que haya pasado muchas cosas negativas cuando estaba en una relación, pero aún tenía el deseo de encontrar a alguien.

Si quería tener a alguien así en mi vida, tenía que buscarlo y no era tan fácil, no cualquiera aceptaría tener una amistad con alguien como yo y en ese momento estaba sin amigos, "¿tendré que ser más amigable? Pero si ya lo soy, el único problema es esa estúpida amnesia" Luego de esos pensamientos y quejas que tenía, recordé que estábamos a finales de semestre, eso quería decir que llegarían personas nuevas y una de ellas sería mi amigo.

Si quería tener a alguien así en mi vida, tenía que buscarlo y no era tan fácil, no cualquiera aceptaría tener una amistad con alguien como yo y en ese momento estaba sin amigos, "¿tendré que ser más amigable? Pero si ya lo soy, el único problema ...

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Este capítulo es algo corto, pero no te preocupes, los demás serán más largos.

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