Capítulo Dos: Ser defensa

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La misión principal y básica de un defensa es proteger el área que le ha sido asignada y no salir tras el balón. Ese es uno de los muchos motivos por el que Dianora había elegido su puesto de delantera. Le gustaba ser parte de la acción ofensiva e ir en busca del balón. Correr por todo el campo, queriendo ganar en agilidad y estrategia. Buscaba mejorar en cada entrenamiento, y en Italia la consideraban una de las mejores delanteras junto a su primo Paolo. Entonces, ¿Por qué...?

—Así que defensa, ¿eh? —Se tensó. El cambio repentino de posición hizo que su estómago empezará a doler por los nervios.

Posa la mirada en el chico que habló. Era alto y delgado. Tenía el pelo liso, azul celeste, que le llegaba hasta los hombros. En él destacaba el parche que llevaba en el ojo derecho, el izquierdo dejando ver un color pardo que se asemejaba al naranja.

No tenía idea de qué responder. No quería decepcionar a Ray Dark desde su primera orden, ¿qué debía hacer?

—Yo... Pues... Sí, soy defensa central —balbuceó.

—¿En serio? —cuestionó un chico con el cabello tirando para todos lados, lo que le daba una apariencia felina, como de un león.

Dianora entendía que dudara, ya que habitualmente, los defensas centrales son jugadores altos, fuertes y veloces, con un excelente dominio del juego aéreo y capaces de interceptar los pases. Tenía las dos últimas, pero...

Tristemente, fue lo primero que pensó al responder, por lo que no habia vuelta atrás.

—Eh, sí.

—A entrenar —Jude regresa y hace sonar el silbato. El de cabellos de león asiente y grita: ¡A trotar! Todos lo siguieron sin rechistar, ¿será el sub-capitán?

En cuanto el de la capa roja ve a los jugadores de la Royal alejándose, se gira hacia la chica recién ingresada, quien había estado analizándolo sin darse cuenta. Ella veía a un joven de su edad, alto y de complexión delgada, pero atlético. El niño que conoció habia desaparecido, dejando solo pequeños rastros en sus facciones masculinas y el estilo de cabello. Agradecía que continuará con las rastas, porque estaba segura que no lo hubiera reconocido de inmediato de no ser por ellas. También, porque siempre le habia gustado verlo con ellas. Se veía lindo.

—¿Qué tiene pensado ahora?

—¿Qué? —salió de su estupor ante la brusca pregunta. Sus mejillas se sonrojaron por tales pensamientos.

—¿Qué plan tiene para ti? —cambia la pregunta, dejando caer su pesada mirada en ella. Las gafas le impedían verla, pero podía sentirla. Eso le recordó a Ray Dark.

Dianora analizó nuevamente su rostro, buscando algún indicio de que estuviera de broma. Pero sabía, ahora conociendo a Ray Dark, que él estaba hablando en serio, y eso la intrigó. Tampoco es que Jude pareciera un chico de hacer bromas, por lo menos ahora.

—No sé de qué hablas —respondió finalmente, cuando Jude comenzaba a sentirse incómodo ante el intenso escrutinio de la chica.

—Yo creo que sí lo haces —insiste, dando un paso más cerca.

—No, realmente no lo hago.

Jude ocultó su sorpresa al ver la sinceridad en el rostro de Dianora. Por un segundo le creyó, pero siendo Ray Dark recordó que pudo haber buscado a alguien que supiera mentir muy bien. Alguien que pudiera verse inocente con esos grandes ojos avellanas y sonrojadas mejillas.

𝐃𝐄𝐂𝐈𝐒𝐈𝐎𝐍 • 𝑱𝒖𝒅𝒆 𝑺𝒉𝒂𝒓𝒑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora