Feliz cumpleaños (Parte 1)

834 58 449
                                    

"Yo no soy cruel, he aprendido a usar más el cerebro y menos el corazón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



"Yo no soy cruel, he aprendido a usar más el cerebro y menos el corazón."
—Anónimo.


CAMILA

—¿Tú nunca sonríes?

Lo seguí mirando seria.

—En serio, ya, deja de mirarme así

—Es mi cara normal Dereck.

—Pero a veces me intimidas.

Hice una mueca confusa. Ni siquiera estaba haciendo nada.

—Y me da vergüenza admitirlo pero es la verdad

—¿Por qué? ¿Porque eres hombre y yo mujer? —pregunté con notable aburrimiento.

—¡No! Pero si me intimidas por muchos motivos, vamos, Camila, hay tantas cosas que se escuchan de ti.

—Wow, que impresionante —No pude evitar el sarcasmo en un tono monótono. Toqué la argolla de mi nariz por unos momentos, llenándome de paciencia.

Él prosiguió.

—No le hablas a todo el mundo aunque quieran tu atención y a mi me diriges la palabra.

—Porque tienes la información que necesito, de no ser así ni sabría que existes.

—¿Siempre eres tan sincera?

—Es un don y una maldición.

El moreno resopló y sonrió levemente mostrando sus brakets.

—Y el sarcasmo no falta, ¿no?

—Es mi pan de cada día.

—Ya veo.

—¿Sabes que son todas estas personas aquí? —Le pregunté haciendo que vea a su entorno—. Hipócritas, todos lo son. Y no me interesa quien quiera hablarme o matarse por sentarse a mi lado.

—Bueno, eso tiene un poco de sentido supongo —concordó.

—¿Que voy a hacer contigo, Dereck? Se me está comenzando a agotar la paciencia —Le dije indiferente mirando el esmalte de mis uñas—. Cada vez que te veo pienso en las formas crueles que podría sacarte la información. Pero trataré de ser un poquito más paciente contigo —ironicé.

—Lo sé, pero no la tomes conmigo, me tienen entre la espada y la pared —musitó. Ojalá pudiera decir que me causaba lastima pero la verdad es que me daba igual este chico.

—¿Me vas a decir ya quienes son los anónimos? —pregunté sin rodeos, estábamos en la cafetería, yo esta vez no me senté con las chicas sino con él. Algunos nos miraban, en especial sus amigos de primer año que parecían orgullosos solo porque estaba hablando conmigo.

Espero que en mi primer año no haya sido tan estúpida. A mi no me importaba lo que hacían o dejaban de hacer mis compañeros, si éramos o no populares. Las etiquetas son tan absurdas e innecesarias.

Inevitable Destrucción (Libro#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora