Maratón 2/6CAMILA
Hace tres años
Después de salir del hospital me encontraba en mi habitación. Las cosas no pasaron a mayores pero el doctor ordenó estrictamente que guardara reposo. Papá fue a mi habitación para traerme los medicamentos y cuando se sentó a mi lado suspiró.
—Cami ¿qué fue lo que ocurrió?
Se le notaba mal, apenas estaba procesando lo que había pasado con su esposa y ahora se veía como si sintiera culpable de mi estado.
No era como si no tuviera confianza con mi papá pero no quería añadirle un problema o una preocupación más por eso prefería callar. Siempre he sido así.
—Cuéntame todo, sé que he estado algo ausente. Eso no quiere decir que no debas confiar en mi —me miró preocupado—. ¿Quien te hizo estos golpes?
—Fue cuando me caí.
—Esos golpes no son de caída —Me miró con sospecha.
—Bien —Suspiré—. Hice las audiciones para ser porrista y no resultó muy bien como te podrás dar cuenta —señalé algunos hematomas tratando de verme lo más convincente posible.
Estuve un largo rato convenciendo a papá de que así era hasta que se rindió.
—Papá... por favor, cámbiame de colegio —se me cristalizaron los ojos—. No quiero volver más ahí por favor. No me obligues —le pedí en un hilo de voz.
—Pero antes amabas estar ahí, ¿por qué quieres cambiar ahora? ¿Te hicieron algo? —su preocupación cambió a molestia y tomó su teléfono—. Dime porque eso lo resuelvo ahora mismo.
—¡No! —me miró extrañado cuando lo detuve—. Solo quiero irme porque me recuerda mucho cuando mamá iba... —No fue una mentira del todo, pero era obvio que eran por otras razones—. Solo quiero estar en algún lugar nuevo, sé que es lo mejor. No aguanto estar ahí, por favor, no quiero volver. Es lo único que te pido.
Papá me abrazó después de asentir.
—Está bien, haré los tramites enseguida. Todo lo que pidas siempre lo tendrás —aseguró con una sonrisa triste y asentí. Él estaba sufriendo mucho y ahora tenía que hacerse cargo de mi él solo.
Le rogué porque si papá no me daba esa ayuda que necesitaba, iba a tener que recurrir a la última opción. Y tal vez sea la mejor para irme de una vez, podría encontrarme con mi mamá y estar tranquila.
Pero en el fondo sabía que él jamás me defraudaría o que no haría lo posible por hacerme feliz. Él era así, siempre quería ponerme el mundo a mis pies al ser la luz de sus ojos, quizás a veces me aprovechaba de eso y otras no.
Cuando salió de mi habitación me quedé pensativa recordando lo miserable que fue Jane conmigo. Yo no le hice ningún daño y me causó muchísimo dolor solo por un rechazo.
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Inevitable Destrucción (Libro#1)
Fiksi RemajaNo logro entender cómo un rostro tan angelical es capaz de hacer tanto daño sin pensar en las consecuencias de sus actos. Eso confirma una vez más que las apariencias engañan. Y eso era Camila Anderson Smith, un rostro angelical al cual muy pocas ve...