Capitulo 37

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Narra Valentina..

—¿Podemos hablar?— dijo Villa cerrando la puerta a sus espaldas.

—Claro, dime— dije recorriendome para que el se pudiera sentar —¿Qué pasa?

—No se que haya pasado— dice sentandose a un lado mío —¿Porque huiste?

Baje la mirada hacia mis piernas para tomar un poco de valor y volví a subirla para ver esos ojos verdes que me volvían loca. ¿Cómo le iba a reclamar algo? No quería que se sintiera agredido ni mucho menos, pero tampoco había hecho algo bueno. Por qué, mierda; creo que me quedé sin lágrimas para seguir llorando.

Tomé una respiración profunda y tome mi teléfono abriendo la foto, volviendo a sentir la punzada de dolor y tristeza pincharme en el corazón. Pase el aparato hacia sus manos si decir ninguna palabra, ganadome más confusión de su parte.

Después de unos pocos segundos volteó a ver la pantalla, negando con su cabeza rápidamente.

—No, no, no— hablo casi al tiempo que bajo su mirada hacia la fotografía—No paso eso.

—¿Ella era tu amigo?— pregunté sintiendo como se empezaba a formar el nudo en la boca de mi estómago

—Te lo puedo explicar.

—Te escuchó.

—Cuando fuimos a comer ella...

—Hablo contigo y hablaron muy cariñosamente— dije haciendo que abriera aún más sus ojos. Le quite el teléfono de las manos para subir un poco más la conversación hasta llegar a la primera foto —¿Desde ese día la estás viendo a escondidas?

—Mi niña, yo no...

—Solo responde, Villamil.

—Si, pero no es nada malo— solté una risa seca —Ella me pidió ayuda, dijo que tenía, tiene— se corrigió

—Juan, el problema no es eso— tomé aire para darme valor —¿Porque mentirme?

—Pensé que te molestaría que la viera... Creo que fue una peor idea no decirte

—¿Cuando creíste que eso fuera una buena opción?

—Creí que cuando te dijera te ibas a molestar...

—¿Porque? Digo, creo que nunca... Creo...— negué para cambiar el tiempo verbal —Creía que teníamos buena comunicación— dije empezando a hablar cada vez más rápido

Al parecer todo lo bueno que teníamos, no lo había y solo era un invento de mi imaginación

—La tenemos— dijo tomando mis manos —Claro que la tenemos, solo no quería que te estresaras o algo malo, pero al parecer no lo logré— dijo bajando la mirada

—¿Hice algo mal?

—¿Qué?— espetó —Claro que no, Val, tu, tu haz hecho todo perfecto

—¿Porque?

—No quería que pensaras mal de mi, no quería que pasara está conversación...

—Juanpi— dije volviendo la mirada hacia él —No importa que la veas, ¿Sabes? Esta bien que se hablen o sean amigos, pero no tienes qué mentirme

—Prometo no volver a mentirte, te lo juro—Mi mirada estaba sobre el, mis ojos seguían rojos al igual que la punta de mi nariz —Por favor— dijo tomando mis manos  —¿Podemos olvidar esto? No voy a volver a mentirte, lo prometo

Solo asentí con mi cabeza, haciendo una pequeña sonrisa. Aún no podía soltar todo, solo dejarlo ser y olvidar.

Me sentía engañada, usada, estúpida. todos cometemos errores, ¿No? Y merecemos una segunda oportunidad, gracias a ellos aprendendemos las mejores cosas de la vida, pero... ¿Acosta de que? ¿Hacer sentirse mal a alguien que quieres? ¿Herir a alguna persona que dices amar? ¿Acosta de qué o quiénes te vuelves mejor persona?

Una Vida Juntos- Juan Pablo Villamil/Morat.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora