Narrador
Esos dos enamorados caminaron hacia la casa de Juan Pablo en busca de su automóvil para ir a su destino el cual era un centro comercial. El camino fue muy divertido entre chistes malos, bromas, miradas coquetas y besos robados.
Mientras el resto del grupo de amigos, pasaban el tiempo en la escuela, arreglando su vida académica y preparando la fiesta de graduación que sería el viernes.
Narra Villa..
Caminamos por el estacionamiento hasta el área de comida.
- Tengo hambreeee.- me quejé abrazando a Val desde atrás.
- Te juro que si te vuelves a quejar te voy a aventar por las escaleras.- amenazó riendo.
Llegamos al área de restaurantes y nos paramos en el primero que vimos, ya que seguía molestando a Val. Al entrar nos llevaron a una mesa en la terraza de aquel lugar, con una visita impresionante.
- ¿Planeaste esto? - pregunto Valentina sin quitar la mirada de la vista que teníamos enfrente
- La verdad, no. Pero es un lugar hermoso, ¿no crees? - asintió con la cabeza. - Sería nuestra primera cita.- apunte tomando su mano por encima de la mesa. Su mano la cuál siempre está fría, en ese momento estaba helada, como un mismo hielo.
- Nuestra primera cita. - respondió tomado mi mano.
- Buenas tardes, mi nombre es Gabriela y es un gusto atenderles. - hablo una mesera con una voz que reconocí al instante. - Dejo las cartas y en un momento más vengo a tomar su orden. - dejo los menús en la mesa dio vuelta y salió de nuestra visita.
Tomó su carta y escondió su cara en ella, imite su acción solo que sabía que algo le pasaba. No pude guardar más mis dudas hacia ella, así que baje mi menú y lentamente quite el suyo de sus manos ganandome un gruñido de su parte.
- Estaba buscando que comer, ¿Me lo regresas? - espetó tratando de quitarme el papel de las manos.
- No. - negué con una sonrisa de satisfacción. - ¿Qué tiene?- pregunté dejando los dos menús debajo de mis brazos los cuales sostenían mi cabeza por encima de la mesa.
- Nada.- dijo con sequedad.
-¿Y porque no habla? Hace dos minutos no había quien la hiciera callar, y ahora no habla.- aclaré lo que pasaba mientras ella se tensaba cada vez más se notaba como apretaba la mandíbula y movía su boca en busca de palabras.
- Solo no sabía que ella trabajara aquí. - admitió bajando la mirada. Su comentario hizo que saliera una sonrisa.
- ¿Estás celosa?- pregunté divertido por su actitud.
- ¿Qué? Claro que no. No soy así. - negó gritando.
- ¿Segura?- asintió con la cabeza. - Bueno, porque pensaba en invitarla a comer con nosotros. - propuse tratando de que admitiera sus sentimientos.
- Pues dile y yo me voy. - dijo viéndome a los ojos. Empezaba a enojarse.
- ¿Estás molesta? - volví a insistir tratando de que me dijera la verdad.
Se quedó en silencio por unos segundos mientras movía su cabeza de un lado a otro.
- No, solo que no me da buena espina. - admitió negando.
- Te vez tan hermosa cuando estás celosa. - dije apoyando mi cabeza en una de mis manos.
Me volví a ganar una mala mirada de su parte - No soy celosa, ¿Porque lo estaría? Solo será nuestra mesera nada más. - apunto más para ella que para los demás - Nada más. - termino de decir y quitó de mis manos una de las cartas - ¿Ya sabes que vas a comer? - pregunto rápidamente cambiando de tema.
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Una Vida Juntos- Juan Pablo Villamil/Morat.
Roman pour AdolescentsY así es cómo empezamos a estar en "Una Vida Juntos".