El día transcurrió con normalidad, nunca se veían Simón y sus amigos, Martín y Valentina. Y las últimas clases de estos últimos, eran separadas.
Fue uno de los días más pesados, los más grandes tenían que empezar a pensar en su futuro, aunque ellos no querían crecer, tenían que hacerlo
Narra Valentina...
-Hola Vale- dijo Agustín parándose enfrente de mi lugar
-¡Agus! Hola- saludé con una sonrisa -lamento lo de ayer, solo que tenían un problema- dije viendo sus ojos
Sus ojos eran un azul verdoso con motas doradas cerca de la pupila, jamás había visto ese tipo de ojos en alguna persona. Trataba de leerlo, pero no podía, solo una sonrisa perfecta con dientes blancos y perfectamente alineados
-Vale...- dijo sacándome de mis pensamientos
-Tus ojos- dije pensando en voz alta
-Si...- dijo con curiosidad
-Son un azul verdoso, con un poco de brillo por la pupila, nunca los había visto en alguien más- explique sin quitar mi mirada de sus ojos
-Si dicen que tengo los ojos de mi mamá- dijo frotando su mano con su nuca
-Pues que lindos ojos tiene tu mamá- dije riendo
-Los tuyos son café fuerte que cambian con la luz del sol, y te sonrojas fácilmente- dijo provocando la última descripción
-Según tengo los ojos de mi papá- dije riendo
-Pues que lindos ojos tienes
Levante mis cejas, me llamaba la atención como era, nunca me habló, ayer no podía dirigirme la palabra y hoy me está hablando como si nos conociéramos de toda la vida
-Hoy puedes salir, se estrena una película que al parecer es buena- dijo imitando su acción del principio
-Y, ¿quieres que todo el mundo se entere sobre esa película?- dije incrédula
-Quisiera ir con la niña más bonita del salón- dijo riendo
-Pues dile a Pau, creo que está libre- dije alzando mis hombros
-No me refería a Paulina-
-¿Ah no?-
-¿Quieres ir?- dijo extendiendo su mano
-Prometes que no va a ser callada la salida- dije refiendome a la de ayer
-No voy a hablar durante la película- dijo riendo
-¡Que estúpido eres!- dije riendo
-Un estúpido que quiere salir contigo- dijo logrando sonrojarme -¿vamos?- pregunto extendiendo su mano
-Vamos- dije parándome de mi lugar
Saliendo del salón me encontré a Martín
-¡Valentina!- grito Martín
-Dime- dije volteando a verlo
-Hola- saludo a Agustín quién venía alado mío
-Martin- respondió con una sonrisa
-¿Van a algún lado?- sacando su lado sobreprotector
Todos tenían ese lado, aunque los Juan Pablos lo sacaban más seguido
-Si papá, ¿Puedo?- dije sarcástica
-Simón da los permisos aquí, recuérdalo- dijo con una sonrisa -Suerte- palmeó la espalda de Agustín
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Una Vida Juntos- Juan Pablo Villamil/Morat.
Novela JuvenilY así es cómo empezamos a estar en "Una Vida Juntos".