Una Vida Juntos- Juan Pablo Villamil/Morat.

Capitulo 49

jelou! solo para decir que la canción que puse queda perfecto con el drama intenso que inicia cuando vean esto "////"  sin mas por decir, disfruten el capitulo

Narra Valentina..

Martín había logrado convencer a mi tía y abuela para que me convencieran a mí de salir de la cama e ir a comer a la casa de los Vargas.

Trataba de integrarme a la plática que mantenían los hermanos, pero me era difícil no imaginarme a Villa a mi lado

—¿Entonces?— la mano de Martín pasando por mi cara, me saca de la ensoñación.

—¿Qué cosa...—  pregunté

—¿Te quedas? ¿Otra pijamada?— la sonrisa en su cara aumentaba casa vez más, y sabía que era su manera en la que no me podía negar a su propuesta

—Si, claro

No nos haría mal.

Narra Villa..

Isaza: ¿Nos vemos hoy para tocar?

Aventé mi teléfono hacia la pared, ahogando un grito sobre el edredón de mi cama. Levanté la mirada un poco encontrándome con el pequeño libro que había hecho Valentina, no tenía el valor de abrirlo y ver el arte y amor que seguramente Vale impregno en él.

Sentía mi sangre hervir por mis venas, ¿Por qué lo había hecho? ¿Por qué hacer algo que nos rompía a los dos?

Tu también lo hiciste.

Odiaba el hecho de sentir como poco a poco me separaba de ella, y aunque ninguno tenía el valor de hablarlo con el otro y terminar la relación; ambos sabíamos que estábamos separados.

Mi mente se perdió mientras miraba aquel libro, tenía un par de diferencias al boceto pero eran muy pequeñas; no me di cuenta que lloraba hasta que una lágrima cayó sobre el colchón.

—soy un imbécil.

—¿Te acabas de dar cuenta?— la voz de Laura retumbó por mis oídos, llevé mis manos a mis ojos, limpiando el rastro de lagrimas para verla.

—lo sabía desde antes—  dije moviendo mi cuerpo de lado para que se sentará a un lado mío.

—¿Antes o después de haberla hecho llorar?— preguntó sin moverse el marco de la puerta

—ya entendí, ¿Bien?

Camino hacia mí, sentándose a un lado mío sin quitar la mirada ruda hacia mi.

—ven aquí.

Me tiré encima de ella, escondiendo mi cabeza entre su cuello sacando todas las lágrimas que alguna vez reprimía en mi interior, me abrazo contra ella murmurando cosas para poder consolarme pasando su mano por mi espalda, tratando de relajarme.

Necesitaba esto. Pero quería que la estuviera conmigo fuera ella; quería a Valentina conmigo, quería regresar el tiempo y decirle toda la verdad cuando podía.

—¿Por qué no hablas con ella?— murmuró cuando aún estaba abrazado a su cuerpo.

—ya lo intenté— succione mis mocos —pero no quiere escuchar

—pues está en todo su derecho de mandarte a la mierda— ¿Eso me tenía que consolar? —perdón hermanito, pero es la verdad

—no me ayuda, Laura.

—Isaza acaba de llamar— cambio el tema —lo esperan en casa de su amigo...— se quedó pensando —¿Cómo se llama?

—¿Simón?