Capitulo 44

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Narra Valentina..

La jornada de clases fue sumamente pasada y triste, en lo que resto del día no intercambié palabra con mis amigos, quienes no estuvieron juntos lo que resto del día; mejor dicho, ninguno de los tres intercambio miradas o palabras con los otros dos.

Mi nueva amiga, Aurora estuvo junto a mi una muy buena parte del día y aunque casi no hablamos, con solo su presencia lograba que mi ambiente se sintiera más ligero. Pero no duró para siempre.

Habían cancelado las clases de mañana por alguna extraña razón que no entendí muy bien, solo sabia que no iba a ver a Martin ni a Paulina el día que llegaba, y eso hacía que me sintiera un poco mejor.

Caminé hacia la parada del autobús, a lado de Villamil aunque no me digiera la palabra ni yo a él pero aquí estaba y aquí estamos sentados al lado del otro. Sentí la mirada de Martín taladrándome de un lado haciéndome voltear hacia el, dedicándome una sonrisa triste y después bajó la mirada.

Regresé mi mirada hacia Villamil, quién había tomado mi mano y después beso el torso de la misma, sacándome una sonrisa tímida junto con mis mejillas sonrojadas, escondí mi cara entre su brazo y el respaldo del asiento. Tomó mi cara desde la barbilla obligándome a sacarla del escondite y verlo a la cara.

—¿Qué hice bien para merecerla?— susurro cerca mío. —Le parece si la secuestro un rato— dijo quitando un pequeño mechón que estaba sobre mi rostro —Podemos ir al parquecito que tanto le gusta y hacemos un picnic.

Me quedé pensando por un momento su propuesta aunque sonaba muy tentadora, pero no pensaba aceptarlo tan fácilmente después de todo lo que pasó en el baño

—¿Por qué lo dice?
—¿Esperas que haga lo que dijo, Martín?— murmuré sin tener el valor de hablarlo fuertemente
—Claro— respondió con simpleza
—¿Así que por eso haces lo que quieras con mis sentimientos? ¿Por qué sabes que aún así te voy a perdonar? 
No respondió.

—No creo que pueda, Villamil— murmuré —Mi abuela, no creo que me de permiso.

Claro, pon a tu abuela de excusa.

<<—Val, no quería que entendiera eso— empezó a excusarse —Claro que quería estar bien contigo— su voz se escuchaba desesperada —Pero nunca he pensado en jugar con sus sentimientos o con lo que tenemos... jamás

Solo sonreí ante su comentario, no sabía qué decir después de eso y su aunque gran parte del sentimiento de odio hacia mi -y hacia él- había disminuido, aún seguía un poco sobre mi lo que evitaba que lo perdonará solo con eso.

Baje  mi mirada hacia mis manos que jugaban entre ellas, dejando mi vista sobre ellas como si fueran lo más interesante del mundo, hasta que una mano extra se metió entre las mías, separándolas y tomando una para intercalarse junto a ella.

—Se que está enojada cuando me llama Villamil— habló cuando levanté mi mirada hacia él —Así que no me cansaré hasta que me diga de otro modo.

—¿Cómo quieres que te llamé?— pregunté mientras una sonrisa crecía por mi rostro.

—Juan, Villa— susurro cerca mío, intercalando sus palabras por besos en mi mejilla —Juan Pablo— beso —Villita— beso —Mi amor— cerré mis ojos disfrutando de su tacto sobre mis mejillas —Mi niño, príncipe.

Sonreí ante sus palabras y una parte de mí odiaba que con solo eso y otro par de palabras bonitas mas, ya estuviera a sus pies y con mi mente hecha un desastre. No podía y contra eso, no podía ir en contra de mi misma, como si estuviera en un barco sola y mientras un brazo remaba hacia delante, el otro quería regresar

Una Vida Juntos- Juan Pablo Villamil/Morat.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora