"Te Escucho"

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El invierno está en sus últimos días, ya hay menos días nevados y para el guardián de la diversión tenía que aprovecharlos al máximo y que mejor manera de hacer unas cuantas bromas y jugar con los niños de todos modos también es parte de su trabajo como guardián, pero tenía que tener cuidado de que ningún niño lo viera si no estos se pondrían muy emocionados y asustarían a sus padres ya que ellos no pueden verlo, antes era más fácil hacer sus travesuras pero ahora que ya los niños creen en el comenzó a tener más cuidado.

Entre los árboles se encontraba aquel joven peliblanco observando como algunos niños hacían muñecos de nieve, guerras de bolas de nieve e incluso subían hasta la colina más alta del parque para deslizarse en sus pequeños trineos, mientras los miraba sonreía como aquellos pequeños con tan solo tener nieve encontraban mil maneras de divertirse y el con gusto les ayudaba en que hubiera más diversión, con su cayado aventó una pequeña ventisca haciendo que la colina fuera un poco más alta y que comenzara a nevar para que los niños se emocionaran y comenzaran a jugar bajo la nieve, Jack cuando vio que su trabajo estaba echo en ese lugar decidió regresar a casa.

-Oye viento, vamos a casa- dijo Jack sintiendo como el viento soplo con gran fuerza para elevarlo y salir volando de aquel árbol mientras gritaba de emoción, a él le encantaba volar además tenía una gran amistad con el viento, sonara extraño pero sentía que el viento tenía casi vida propia. Después de unos minutos vio un pueblo hogareño y al instante sabía que era "Burgess" un pueblo que desde que tiene memoria lo definió como su hogar –Día nevado!- feliz de haber llegado grito para que con su cayado comenzara a salir nieve creando así un día nevado en aquel pueblo, riendo y volando llego a donde su amigo se encontraba leyendo bajo un árbol así que decidió saludarlo y casi sin hacer ningún ruido salió inesperadamente creando un susto en su amigo –Hola Jaime- le sonrió enseñando sus dientes blancos como la nieve.

-Jack! Casi me matas de un susto- dice Jaime mientras lleva una de sus manos hacia su pecho mientras Jack solo se ríe.

-Que nena solo te salude- flotando baja de aquel árbol y se sienta a un lado de Jaime. Es cierto que Jack tenía prohibido hacer que los niños lo vieran ya que eso va en contra de las reglas como guardián, pero de alguna manera convenció a Norte de que Jaime fuera el único niño que le permitiera tener comunicación y más que nada una amistad, pero parte de ese trato tenía que ayudar a Norte en festividades de navidad ya sin más opciones acepto y después de un año siguió visitando y hablando con Jaime, ya que él fue el primer niño en creer en él.

-Como sea ¿Listo para tener tus primeras vacaciones?- dice feliz Jaime.

-Por supuesto, no sabía lo cansado que sería ser un guardián- dice mientras se estira un poco y cierra los ojos.

-Bueno también fue tu primer año como uno ya después te acostumbraras- dice mientras se levanta. -¿Qué se siente ya no ser un fantasma rebelde?- se burla.

Jack abre los ojos para mirarlo con el ceño un poco fruncido –Ja ja Jaime- dice con sarcasmo, mientras igual se levanta, estaba a punto de contestarle pero los dos escucharon como unas risas de acercaban a ellos, rápidamente Jack voló hacia arriba del árbol para esconderse y vio a los amigos de Jaime.

-Jaime ¿Qué estas haciendo? Hay que ir rápido a las carreras de patines- dice Nick uno de sus amigos con gran emoción.

-Lo siento me entretuve con mi libro- dice mientras comienzan a caminar hacia el parque y Jack los sigue sin ser visto.

-O mejor dicho con tu "amigo imaginario"- dice Jon el hermano de Nick igual amigo de Jaime.

-Oigan les he dicho miles de veces que no tengo ningún amigo imaginario, solo am hablo en voz alta- dice mientras mira hacia la dirección de Jack y ve como se burla de él.

-Bueno como quieras llamarle, ya llegamos al parque y yo voy a ser el que gane esta carrera- dice Nick mientras sale corriendo hacia la pista.

-Sigue soñando cabeza de balón- grita su hermano para igual salir corriendo.

Un grupo de niños estaban en la pista redonda de aquel parque, diez niños eran los que iban a competir y uno de ellos era Jaime, cuando cada uno estaba posicionado en la salida disimuladamente miro hacia uno de los árboles y le guiño el ojo a su amigo que le respondió con el pulgar arriba.

-El ganador se llevara la última canasta de huevos de pascua- grita Carol otra amiga de Jaime –Uno, dos... Tres!- cuando termia de contar los diez niños comenzaron a patinar con gran velocidad para terminar la primera vuelta, Jaime iba en el cuarto lugar, aun no tenía prisa de ir rápido, listos ya estaban en la segunda vuelta cuando de repente dos que estaban por delante de Jaime resbalaron "casualmente" con hielo provocando que cayeran sin lastimarse, listo Jaime ya estaba en el segundo lugar y estaba en la última vuelta, faltaban unos metros para llegar a la meta cuando el que estaba por delante sin aviso recibio una bola de nieve en la cara provocando que se saliera de la pista y callera en una pequeña montaña de nieve que "casualmente" estaba ahí y así Jaime llego a la meta siendo el ganador.

Unas horas después

-Aun no entiendo como tienes tanta suerte cuando hacemos carreras- dice Nick quien fue uno de los que resbalo en el hielo.

-Y yo aun no entiendo de donde salió esa bola de nieve- dice Jon quien estaba algo molesto.

Mientras Jaime se aguanta la risa junto con su amigo Jack quien sigue escondido ya después de varios minutos sus amigos se fueron dejándolos solos para soltar aquellas carcajadas.

-Gracias Jack si no fuera por ti no tendría los últimos dulces de pascua- dice mientras abraza la canasta.

-Eso fue divertido pero a la otra espero y ganes por tu propia cuenta-

-¿Para qué? Si te tengo a ti para que me ayudes- dice mientras entra a su casa para ir a su habitación mientras Jack negó con la cabeza para volar hacia la habitación de Jaime.

-Bueno pero el día que no pueda ayudarte ¿Qué vas hacer?- dice Jack mientras se sienta en la cama y ve como Jaime pone sus dulces en su escritorio y comienza a comer uno.

-Bueno ese día no competiré además debo de aprovechar que tienes vacaciones porque después te vas muchos meses- dice algo decaído.

-Oye sé que ser guardián es de trabajar mucho, pero sabes que estoy para lo que necesites, además de hacer trampa en las carreras- los dos ríen.

-Gracias Jack- sonríe, le entrega un huevo de chocolate y comenzaron a hablar de las cosas que hizo Jaime en estos meses que no se vieron.

Después de varias horas llego la noche, saliendo así la Luna y las estrellas, Jaime estaba en su cuarto contándole a su hermana menor Sofie como su amigo Jack lo ayudo a ganar esa carrera, como Sofie apenas tenía 5 años no tenía nada de malo contarle esas historias, al contrario hasta hacia que creyera más en Jack, mientras el peliblanco solo miraba por la ventana como los hermanos pasaban tiempo de familia, adoraba eso, como los niños disfrutaban de sus aventuras para tener grandes anécdotas cuando sean mayores. Cuando Jack descubrió su centro y vio que salvo a su hermana sintió una gran conexión con Jaime cuando derrotaron a Pitch, por eso le pidió a Norte ser amigo de Jaime, le recordaba mucho a su hermana. Después vio como entro la mamá para llevar Sofie a su cuarto y decirle buenas noches a Jaime, ya era de dormir, cuando las luces se apagaron Jack subió al techo de la casa y observo a la Luna sonriéndole.

-Hace un año estaba aquí enojado contigo pero ahora no tengo más que decirte gracias- aun sonriendo miraba la Luna pero esa sonrisa se borró al instante cuando escucho a lejos distancia un canto.

-Ahhh-ahhh-

Jack rápidamente volteo asustado mirando hacia según donde venía ese canto, sin moverse espero a que de nuevo se escuchara pero nada, pensando que estaba loco sacudió su cabeza para olvidar lo que escucho hace unos segundos pero algo en su interior sentía que ese canto ya antes lo había escuchado. 

A la memoria es fácil de engañar, pero a los sentimientos jamás...

"El llamado del Pasado"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora