𝟐𝟒

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Los hermanos de la aldea de la Arena últimamente pasaban mucho tiempo en Konoha.

Las semanas en las que Temari se quedaba para acompañar a su hermano Gaara y para ver Shikamaru se alargaban cada vez mas.

La rubia me consideraba su "amiga". Me pedía que la acompañara a caminar, me invitaba a comer, esperaba conocer todo de la aldea, no sé que esperaba ver, nuestra aldea es pequeña.

Era difícil mantenerme al margen cuando Temari estaba conmigo. 

Después de conversar con Gaara hace un par de semanas atrás, me sentía más tranquila, pero también estaba enojada un poco con él, no había contestado todo. Era difícil ser complacida del todo.

Nos encontrábamos caminando con Temari en uno de los bosques de allí, observando el rio que pasaba a nuestro costado, los pájaros cantaban y el viento acariciaba nuestros rostros. El ambiente era tranquilo, todo estaba en silencio, pero el silencio había dejado de ser incomodo desde que nos empezamos a acostumbrar a la compañia la una de la otra.

Narrador:

—¿En que piensas?— preguntó la rubia al ver la mirada de _______ perdida en el horizonte.

—Hace tiempo que no venía aquí. El tiempo pasa muy rápido— sonrió la pelinegra.

—Lo sé...— la rubia no terminó su comentario, pues su acompañante había tropezado con una roca y había caído en el interior del rio.

La No Sabaku rió.

La Shinari  salió del agua y se sentó en el borde.

—Dios, está muy fría— la pelinegra se abrazó a si misma mientras una sensación de escalofrió recorría su espalda.

—¿Te encuentras bien?- preguntó entre risillas Temari, quien limpiaba las pequeñas lágrimas en sus ojos (a causa de la risa).

—Si, solo estaba un poco fría— la pelinegra tomó su blusa blanca de delgados tirantes por pedazos y escurría el agua que había sido absorbida.

—Hasta ahora noto que ya tienes cuerpo de toda una mujer— halagó la figura del cuerpo húmedo de su acompañante mientras la miraba de arriba a abajo.

—Es obvio. Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos la última vez, yo no era más que una adolescente.

La Shinari seguía escurriendo su blusa empapada.

—Tienes que quitarte la blusa. Puedes resfriarte— se aproximó la No Sabaku a la pelinegra.

Un calor intenso recorrió el cuerpo de la pelinegra. La idea de quedar en sostén enfrente de la rubia le avergonzaba demasiado. 

—Solo tengo un sostén debajo.

—No te preocupes, no diré nada.

Si Temari pudiera entender que ese no era el problema. 

La rubia sostenía la parte baja de la blusa mientras la levantaba.

—No es necesario, yo puedo hacerlo— insistió ______, pero era demasiado tarde, la rubia ya la había despojado de su blusa, tan rápido había sido que ni cuenta se había dado la pelinegra.

Estar semidesnuda frente su acompañante ponía nerviosa a la Shinari.

La joven tenía una buena figura, sus pechos no eran grandes como los de la Hokage, eran moderadamente medianos. Gracias al entrenamiento costante durante años, la pelinegra tenía que admitir que le encantaban las curvilíneas que hacían la silueta de su cintura. No tenía el mejor cuerpo, pero estaba conforme con lo que tenia, no estaba para nada mal.

Pequeños fragmentos de la convrsación con Gaara aparecían en la mente de la Shinari.

La rubia retorcía la blusa para que el agua escurriera.

—Ya no está tan mojada. Póntela— sonrió mientras acercaba la prenda a su compañera.

— Que linda sonrisa tienes— un pensamiento se escapó por la boca de la pelinegra.

Dios, que torpe era.

La rubia sorprendida giró su rostro con nerviosismo, la piel de sus mejillas se tornaba color rosado y su temperatura subia rápidamente.

La pelinegra no esperaba esa reaccion de la No Sabaku.

—Esto es increíble. Hace mucho tiempo no veía que te sonrojaras por mi— la pelinegra se acercó considerablemente al rostro de la rubia, el cual ahora era de color carmesí. 

La Shinari estaba lo suficientemente cerca de los labios de su acompañante para poder besarla, no lo hizo, se abstuvo de escuchar su corazón, seguir los consejos de sus sentimientos la había llevado a la situación actual, no era muy buena.

La rubia acelerada cubrió su rostro con ambas de sus manos. Estaba confundida.

—Yo... no sé qué es lo que me pasa— confesó nerviosa y avergonzada.

—Me encantaría saber lo mismo— la pelinegra sonrió con satisfacción.

Por todo esto, había olvidado su semidesnudes, tomó la prenda un poco húmeda de las manos de la rubia y se vistió.

Temari inhaló tratando de calmarse. Lo había logrado, poco a poco el rosado de sus mejillas se aplacaba hasta por fin obtener su color normal.

—Ya extrañaba el ver esos ojos verdes brillar cuando estás junto a mí— habló con mucha seguridad en sus palabras la Shinari.

El rubor en las mejillas de la No Sabaku apareció una vez más.

_________ sentía un alivio en su pecho. Tal vez lo que Gaara le había dicho era verdad.

—Tenemos que irnos. Quiero cambiarme de ropa, no quiero enfermarme— empezó a caminar y detrás de ella iba la rubia un poco acelerada.

Estaba nerviosa y confundida. Su cuerpo no dejaba de reaccionar de maneras extrañas cuando se encontraba junto a la pelinegra.

¿Cómo no amarte? | Temari y Tú [Yuri +18] √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora