𝟏𝟔

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Narra _______:

Después de lo sucedido, llegué a casa, comí un poco, lavé mi cara y fuí a recostarme en mi cama, observando las estrellas por la ventana que estaba a uno de mis costados, en mi mente vagaban los pensamientos más hermosos, los más sentimentales y los que estarían aún allí, muchos años después.

Narrador :

Tanto Temari y ______, se encontraban ordenando sus pensamientos y sus emociones.

¿Eran tantas las emociones que ni ellas se comprendían a si mismas?.

¿Qué era eso que causaba que sus corazones palpitaran a mil y que sus estómagos dieran vueltas cada vez que estaban juntas?.

Nadie tenía la respuesta, nadie sabía lo que el "destino" les reparaba, el mismo que las hizo unir sus labios en un beso esa misma noche, sería el mismo que las destrozaria tiempo después... Nadie mas y nadie menos que: El destino.

Narra Temari:

Había llegado a casa, era tarde, estaba tirada en mi cama, las estrellas eran tan brillantes que podían ser contadas con el dedo, brillaban profundamente en la oscuridad, y aunque era de noche, todas las estrellas juntas iluminaban el camino junto con la Luna.

Tenía tanto que pensar.

En mi mente rebobinaban todos los recuerdos junto _________, en especial uno la primera vez que cruzamos palabras, la vez que dijo que mis ojos parecían estrellas, la primera vez que mi corazón palpitó a mil con solo unas cuantas palabras de una (en ese entonces) desconocida.

Solo ella me hacía reaccionar de maneras extrañas, pero esto que hacía que mi temperatura subiera y que mis mejillas ardieran era solo producido por ella, por su presencia, por su sonrisa, con el simple hecho de llamarme "Chica de la Arena" era algo que producía que mi corazón de acelerara.

Lo peor de todo esto era que no me podía acostumbrar, a ella, a su sonrisa, a su compañia, a nada. Después de todo, cuando te acostumbras y luego no lo tienes junto a ti, es cuando lo extrañas.

¿Cómo podía decirle a mi corazón que por órdenes del Kazekage no iba a poder estar con ella?

Que por una maldita orden iba a tener que tragarme mis sentimientos y después dejar todo atrás, incluyendola a ella, que estaba a punto de ser herida y traicionada por mi, a alguien que iba a empezar a amar, alguien que me hacía bien, pero yo no le hacía bien a ella.

Entre los pensamientos de este amor imposible, rompí en llanto, gruesas lágrimas brotaban de mis ojos y escurrían por mis mejillas, automáticamente cubrí mi rostro con mis manos, tratando de secar las lágrimas que habían salido, pero no servía, era inútil.

Mis intentos de no hacer ruido habían fallado. 

Gaara se despertó y abrió la puerta de mi habitación, sorprendida, limpié mis lágrimas rápidamente, y me limité a sonreírle.

—¿Qué es lo que sucede?— preguntó frío y aparentemente desinteresado.

Me sorprendía el hecho que hablara conmigo para preguntar por lo que pasaba.

—Nada. Todo está bien— un silncio inundó la habitación.

—¿Segura?

—Solo que soy una estúpida y acabo de cometer mi peor delito: lastimar a alguien a quien quiero.

—¿Por qué?— preguntó cruzado de brazos recargado en el marco de la puerta.

—Cometí el peor error de mi vida, empezar a sentir algo por alguien que luego traicionaré— hablé cabizbaja

—¿Y quién es esa persona?— se limitaba a opinar.

—Una ninja de Konoha. La chica que se burló de ti en los exámenes Chunnin— limpié las lágrimas de mis mejillas. No era mas que una tonta.

Gaara parecía saber de quién se estaba hablando, pero aún así no opino al saber que era una mujer.

—¿Duele pensar que la traicionaras?, ¿Te arrepientes de conocerla?—

—Si, si duele. Y no, no me arrepiento de nada, hoy tuve la oportunidad de estar con ella, pero me gustaría no tener que lastimarla— 

—Son órdenes, además, el daño no es directo a ella si no a su aldea— mi hermano, Gaara, trató de dar razones y justificar lo que sucedería.

—Por eso, eso es aún más malo, dañaré todo lo que tiene, donde vive, los habitantes de aquí saldrán heridos, eso es dañarla a ella— 

Gaara dio media vuelta dispuesto a irse.

—Hay heridas que duelen, pero las heridas del corazón son las que más duelen y las más difíciles de curar— Gaara se fue y su presencia desapareció por completo.

Esto me había dejado atónita, era la primera vez que no era tan distante como siempre.

El pecho me dolía al saber que en muy poco tendría que herirla.

Me odiará después de todo.

Narra _______:

En mis pensamientos ella estaba presente, su sonrisa y sus ojos, aquel par de 'estrellas' que me encantaban, miles de pensamientos pasaban por mi cabeza, me gustaría repetir ese beso, me gustaría sentir su aliento cerca a mi, sentirla a mi lado.

No sabía lo que pasaría en el futuro, pero tal vez podría estar con ella, tenerla junto a mí en un futuro, eso sería perfecto, sería genial abandonar todo por alguien a quien amas, tener a alguien como cómplice, amigo, amante y compañero.

Naruto había sido todo eso, claramente un amante no, pero nos habíamos apoyado siempre y habíamos encontrado grandes personas, como Shikamaru y Choji.

¿Estaría pensando ella en mí?.

¿Al menos sentía lo mismo que yo?.

¿Tendríamos algo en algún momento?.

No entendía mis sentimientos, y ahí fue cuando me di cuenta, estaba sonriendo con el simple hecho de pensar en ella.

¿Podía ser una señal?.

¿Mi mente y mi corazón por fin estaban de acuerdo en algo, y querían decirme algo?.

No lo sé, pero tengo toda la vida para amarla.


¿Cómo no amarte? | Temari y Tú [Yuri +18] √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora