¿Cómo no amarte? | Temari y Tú [Yuri +18] √

𝟐𝟓

Después de lo ocurrido en el bosque, ninguna volvió a recordar el tema o a hablar sobre este, las dos actuaban como si nada hubiese sucedido. 

Pero sin embargo sus almas susurraban a sus corazones que ambas confesaran sus sentimientos la una por la otra, pero ambas se negaban rotundamente, ninguna de las dos estaba dispuesta a perder a la otra.

—¿Tienes alguien con quien ir a la feria?— preguntó la rubia, mientras _________ saboreaba su helado.

—No— negó con la cabeza.

—Supongo que Shikamaru me invitará, últimamente me ha hablado mucho de eso. Me ha contado como de pequeños ustedes con Naruto y los demás iban y jugaban.

—Es verdad. Es un lindo lugar. Espero que la pases bien— trató de fingir que le alegraba el hecho de que Shikamaru saliera con ella.

—Gracias, yo espero lo mismo— sonrió

—No es nada.

A lo lejano alguien llamaba con entusiasmo a la pelinegra. La Shinari observó a su alrededor pero no encontró a alguien que hiciera tal cosa.

—¿Sucede algo?— preguntó la rubia mirando a los alrededores al igual que su acompañante.

—¿No escuchas que alguien me llama?

—No— tomó de su helado de chocolate.

—Seguro me estoy volviendo loca.

Temari rió.

Una joven de cabellera negra, ojos oscuros y cuerpo definido se aproximaba euforica a la Shinari. Sacudía su brazo saludando desde lo lejos mientras corría. 

La Shinari estaba tratando de recordar a la joven, no tardó mucho en reconocerla cuando ya empezaba a acercarse. No era nadie mas que Yukio.

—¡________!— la saludó entre jadeos mientras recuperaba el aliento.

—Yukio, ¿eres tú?— preguntó _______ mirándola sin poder reconocer a la chica que estaba frente a sus ojos.

Yukio era una joven de cabellera negra y ojos oscuros, estatura mediana y de contextura delgada, su carisma era enorme y era tan cálida como nadie.

La Shinari la había conocido durante una misión para entregar unos documentos confidenciales en la Aldea Oculta de La Niebla. Después de haber terminado la misión, entró a un restaurante a comer algo. Allí estaba la pelinegra, tímida y solitaria, sentada solo un par de mesas de la Shinari. Era muy linda en ese entonces, y ahora lo era mucho más.

Aquella joven tímida y solitaria ya no existía, ahora parecía ser más abierta a interaccionar con personas. Era hermosa.

Yukio se lanzó a los brazos de la Shinari, abrazandola con cálidez.

—Realmente te extrañé, cariño— musitó en el oído de la joven qu la rodeaba con sus brazos.

—_________, ¿quien es ella?— interrumpió Temari, mirando con desagrado a la joven que se portaba muy cariñosa (según la rubia) con la Shinari.