Capítulo Quince

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En la ausencia de luz, la sombra comienza a buscar

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En la ausencia de luz, la sombra comienza a buscar.

¿Era eso lo que querías lograr?

  Cabellos castaños rizados, piel negra, sin ninguna imperfección, ojos alargados y oscuros, rostro delgado y labios carnosos; todas esas características Louisa las conocía bien, de no ser porque no logró encontrar en aquel rostro tan familiar el lunar de su mejilla, estaría segura que esa era Jasiel. ¿Qué significaba eso? ¿Por qué la señora Melissa tenía una imagen de una mujer tan parecida a su hermana?

  La cabeza comenzaba a dolerle de tanto que pensaba, no sabía ya si quería saber las respuestas a sus preguntas para ese punto. Pero no podía evitar que más y más cuestionamientos se acumularán en su mente, aumentando su jaqueca.

  En medio de su frustración, quiso ir corriendo con su hermana y preguntar ¿por qué de entre tantas mujeres, si quería andar con una, tuvo que escoger a la señora Melissa?

—¿Ya te volviste loca, o por qué murmuras tanto?

  Alzando la mirada un poco sorprendida, se encontró con el rostro burlón de Andrea, que con su cabeza apoyada en una de sus manos, y con la otra dando leves golpes a la mesa, había dejado de lado sus tareas y tenía un rato viéndole.

—... Disculpe señorita, solo estoy un poco agitada con unos cuantos problemas.

—¿A sí? ¿Tiene que ver con que Melissa te haya mandado a llamar en la mañana? —preguntó en tono casual la adolescente, sus dedos deteniéndose del golpeteo, su vista fija en cada gesto de la empleada—, por cierto, ¿por qué lo hizo? ¿Qué fue lo qué te dijo?

  Señorita, ¿no lo sabe ya?

  La pequeña sonrisa de su rostro creció, una sombra de ironía en sus cejas, muestra de su indignación, pero sin decir ni una palabra al respecto. Ella quería gritar todo hasta que el peso de sus hombros desapareciera, pero sabía que era un simple deseo infantil e inútil.

  ¿Cómo le decía a estas niñas que fue regañada por querer ayudarlas? Ellas que eran las víctimas, unas pequeñas que no deberían de tener preocupaciones, las que eran constantemente abusadas, ¿con qué palabras les dice que su madre la amenazó para que detuviera sus esfuerzos?

  La mente de Lou quedó en blanco unos cortos segundos, sus palabras para evadir aquellas preguntas atoradas en su garganta, y como si hubiera recibido una cachetada despertó de golpe. ¿No eran estas las niñas que una vez le dijeron que no podían contar con nadie, ni siquiera con su madre? ¿Eso significa que no era la primera vez que la señora D'Luca hacía un movimiento tan sucio? Además, lo más importante era que ellas jamás ocultaron que había una persona que las atacaba, siempre nombrando a la sombra, mostrando sus actitudes desapegadas hacía sus padres.

El caso de las niñas D'LucaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora