Quédate conmigo

Parte 32: ¿Por qué no?

- Ahora responde tú, ¿por qué a ti no te molesta que piensen que somos pareja?

- Prácticamente por la misma razón que tú, aborrezco a todas esas mujeres que no dejan de acosarme. Al menos si creen que estamos juntos me dejan bastante tranquilo y sino las engaño un poco para que crean que no tienen ninguna posibilidad. La verdad es que no me gusta para nada que se me acerquen.

- Vaya, creo que eres el primero al que escucho decir eso. No dejas de sorprenderme.

- Lo mismo podría decir yo.

- ¿Puedo hacerte una pregunta un tanto personal? - Preguntaste dejando de comer para centrar tus ojos en él.

- Claro, siempre puedes hacerme cualquier pregunta, ya lo sabes.

- Desde que yo... ya sabes... me fui, ¿no te has interesado en ninguna chica?

- No. - Respondió de manera rotunda cosa que te asombró.

- Entonces, si utilizabas la excusa de que era tu novia para alejar a todas esas chicas cuando yo estaba aquí, ¿qué hiciste cuando... desaparecí?

- Simple, nunca desmentí ese rumor. A algunas les decía que sería fiel para siempre a otras que estaba como de luto y cosas así. Se creían cualquier cosa. - Esa respuesta con ese tono tan despreocupado te hizo gracia así que te reíste levemente comenzando a comer de nuevo. - Lo cierto es que... de alguna manera sí que estaba de luto. Cuando era joven me costaba mucho hacer amistades, incluso durante un tiempo siempre estuve alejando a todos de mí. Hasta que llegaste tú y cambiaste mi mundo. Conseguiste ser alguien muy importante para mí y que... que él te secuestrara fue un duro golpe puesto que me arrebató a la persona que más me importaba. No tenía ganas ni cabeza para pensar en pequeñeces como salir con una chica o así, solo tenía una cosa en mente. - Explicó elevando su mirada hacia la tuya haciendo que aumentara esa intriga en ti con cada segundo que se quedaba en silencio.

- ¿Qué ocupaba tu mente?

Kakashi sonrió de medio lado al ver que aún no te habías dado cuenta cuando para él era algo demasiado evidente.

- Recuperarte. Siempre tuve ese objetivo en mi vida (...), aunque con cada día pensaba que las posibilidades disminuían nunca me di por vencido, ¿sabes por qué?

- ¿Por qué?

- Porque siendo al revés, tú no lo harías. - Sonreíste al ver que te conocía bastante bien y que tenía razón, nunca te hubieras dado por vencida.

- Tienes razón. Sin embargo, ahora que he vuelto puedes desmentir ese rumor y acercarte a alguna mujer. - Comentaste con algo de tristeza puesto que esa idea no te gustaba, pero querías lo mejor para él, no era justo atarlo a ti si él no quería. Después de todo aún no te había dicho nada tras besarlo de aquella manera tan repentina justo antes de su misión.

Sentiste como su mano tomaba la tuya, elevaste tu mirada.

- Pensé que ya era bastante claro, no me importan otras mujeres, solo me importa una. ¿Quieres saber de quién hablo? - Preguntó haciéndose el remolón y aumentando tu curiosidad. - La única mujer a la que le he prestado atención durante toda la vida, a la única a la que le abrí mi corazón, la que cambió mi mundo, la única por la que lo daría todo. Esa mujer eres tú (...).

Tus ojos se abrieron de la impresión por la respuesta y, gracias a su rostro que a pesar de la máscara podías distinguir sus expresiones faciales, sabías que estaba hablando con sinceridad.

Antes de que pudieras contestar el peli plateado se levantó de la mesa dejando algo de dinero y te sonrió.

- ¿Damos un paseo?