Quédate conmigo

Parte 23: Presentando pelea

- ¿No me digas que vas a luchar contra nosotros tú sola? No intentes hacerte la fuerte o ir de farol. Sé que no puedes luchar. - Comentó el líder sin apartar la mirada de ti, muy convencido de que se saldría con la suya. 

Con su mano hizo un gesto al hombre que tenía a su derecha para que te atacara. Éste obedeció y fue corriendo hacia ti con el kunai en su mano dispuesto a atacarte. Seguías en la misma posición, delante de ellos sin moverte ni un pelo y con tus ojos cerrados. Estaba a unos dos metros cuando abriste de golpe tus ojos, te agachaste rápidamente para esquivar el ataque de tu oponente. Con tus manos golpeaste su estómago que hizo que retrocediera un par de pasos con sus manos en el lugar donde habías golpeado debido al dolor. Sin darle tiempo propinaste una patada en toda su cara haciendo que volara un par de metros hacia atrás quedando en el suelo inconsciente. 

Habías aplacado a uno de ellos con dos simples golpes. 

Todos te miraban un poco asombrados, tus compañeros porque no tenían conocimiento de que pudieras aplicar taijutsu y tus enemigos porque te habían subestimado. El líder borró su sonrisa de sus labios y envió a otros dos contra ti a la vez. Cada uno por un lado dispuestos a golpearte en el rostro y en el estómago, pero antes de que pudieran tocarte ni un pelo te elevaste de un salto. Estando arriba de todo abriste tus piernas para golpearles en la cara alejándolos de ti un par de metros. Cuando tocaste el suelo no tuviste tiempo de hacer otra cosa que agacharte para esquivar el golpe del tercer oponente que se había unido a vuestra pelea. Estando agachada realizaste un barrido haciendo que el hombre perdiera el equilibrio. Rápidamente golpeaste con tu rodilla su espalda cuando ésta bajaba provocando un gran dolor en la columna de tu adversario cayendo al suelo con varios quejidos. 

- Tenía entendido que no podías luchar. - Ese comentario te llamó la atención, puede que no estuvieras mal encaminada cuando antes de que el ataque ocurriese decías que algo andaba mal. Era eso lo que andaba mal, os habían estado vigilando. Habían escuchado la conversación que habías mantenido con Kakashi. Esa era la única explicación para que supieran que no podías entrar en combate. 

¿Qué podías hacer ahora? 

Eran cinco los bandidos, uno de ellos a dos metros delante de ti estaba inconsciente. Otro un tanto más cerca intentaba recomponerse de tu ataque al igual que los otros dos que tenías a ambos lados. 

Tu mirada se centró por unos segundos en los chicos que intentaban por todos los medios escapar de ese jutsu, pero no lo conseguían. Todo lo contrario, cada vez estaban más débiles al igual que Kakashi que se encontraba a tu derecha. 

Los oponentes que estaban a tu lado consiguieron incorporarse con la intención de atacar de nuevo así que antes de que se moviera te lanzaste primero a por el de la derecha. Golpeaste repetidas veces su pecho dejándolo sin aire arrodillado en el suelo. Te agachaste a tiempo para esquivar un ataque que procedía del atacante del otro lado. Con tus manos en el suelo elevaste una de tus piernas para golpear su barbilla e impulsarlo unos metros hacia el otro lado. El tercer hombre que había estado enfrente de ti ya estaba preparado para defenderse de tus ataques. Aprovechando tu anterior pirueta con tus manos volteaste tu cuerpo con las piernas extendidas realizando un molinillo con la intención de golpear a ese tercer adversario. Por desgracia pudo prever tu ataque así que se alejó lo suficiente. 

Bajaste tus piernas quedando con una rodilla en el suelo y agachada. Miraste a tus lados, el de la derecha aún seguía intentando recuperar el aliento, el de la izquierda se estaba levantando, el de enfrente estaba preparándose para atacar de nuevo. Detrás de él seguía el adversario inconsciente con tus dos primeros golpes y detrás de él, el líder de todos ellos. 

Te incorporaste poniendo posición de batalla para defenderte del hombre que estaba enfrente de ti y el de la izquierda, pero antes de que llegaran lo suficientemente cerca como para golpearlos éstos retrocedieron rápidamente hasta colocarse al lado del líder. Relajaste tu posición de batalla expectante a lo que ocurría. Escuchaste un sonido sordo a tu lado derecho sabías que el malhechor al que habías golpeado en el pecho para sacarle la respiración no pudo aguantar más y cayó inconsciente en el suelo. Una sonrisa de medio lado apareció en el rostro del líder. 

- Acabar con ella, utilizando ninjutsu. - Ordenó el líder haciendo que el alma se te cayera a los pies. 

Lo había descubierto. 

Eran dos o mejor dicho tres contra una aplicando ninjutsu. Estabas claramente en desventaja, pero eso no era suficiente para hacer que te amedrentaras. No ibas a dejarles el camino fácil, no te apartarías, lucharías como siempre habías hecho. Solo tenías que esquivar los jutsus hasta llegar a ellos y dejarlos en el suelo con tu taijutsu. Así que nada más ver como ambos sujetos comenzaron a realizar sellos de manos comenzaste a correr hacia ellos saltando al malhechor que estaba inconsciente en el suelo. Cada vez estabas más cerca gracias a tu gran velocidad esquivaste el primer ataque de tipo tierra saltando hacia tu derecha. Allí ya te esperaba el segundo oponente con elemento agua. De nuevo saltaste hasta la izquierda esquivando otro ataque de tipo tierra. Por lo visto ya sabías que dos elementos eran capaces de utilizar, lo malo es que podían combinarlos como habían hecho. Te habías descuidado y el jutsu de elemento agua se había mezclado con el de tierra formando un charco de arenas movedizas. Por suerte solo habías metido un pie y te fue fácil deshacerte de él. Pero cuando elevaste tu mirada el líder se encontraba frente de ti sonriendo victorioso. Lanzó una patada a tu estómago alejándote del centro de toda la acción cayendo a la derecha de tu anterior posición. 

Ahora la jaula donde se encontraba Kakashi te quedaba a unos metros a la derecha, enfrente de ti a unos 20 metros estaba el líder sonriendo y detrás de él la jaula con el resto de tu equipo. A la derecha del líder estaba Yakusawa un tanto atemorizado. A la izquierda los dos sujetos que te habían distraído para darle la oportunidad a su líder de aplacarte. Aún en el suelo boca abajo levantando tu cabeza y apoyando tus codos en el suelo para observar todo a tu alrededor pudiste ver como el líder se aproximaba a Yakusawa. 

Éste no se movió ni un milímetro observando al líder que ahora estaba a 3 metros de él. Pudiste observar como en el siguiente paso un gran sonido se producía. El líder observó hacia lo alto de la ladera que estaba a su lado percatándose de que un montón de rocas se precipitaban hacia él. Intentó dar unos cuantos pasos hacia atrás, pero sus pies estaban enganchados, no entendía cómo, solo podía seguir luchando por liberarse y huir de todas esas rocas que estaban casi encima de él, pero no lo logró. 

Las rocas llegaron al suelo generando una gran polvareda que captaba la atención de todos los presentes. 

.................... Continuará ....................