- Ya sabes que las viejas costumbres no cambian. ¿Y cómo estás tú? - Preguntó Gai cambiando radicalmente de actitud de una alegre y enérgica a una preocupada y algo triste.
- No te preocupes por mí Gai, estoy bien. Me ha dicho que no debo realizar trabajos pesados y que no puedo practicar ni ninjutsu, ni genjutsus. Así que eso de entrenar está prohibido para mí. Al menos tú puedes hacer algo no como yo.
- ¿Y taijutsu? - Cuestionó sacándote por completo de la conversación.
- ¿Qué? - Interrogaste observando su rostro un tanto pensativo.
- Tsunade te dijo expresamente que nada de ninjutsu ni genjustu, pero no dijo nada del taijutsu. Si te lo prohibiera también, hubiera dicho: nada de entrenamiento. No hubiera especificado qué tipo de entrenamiento no debes hacer por el momento.
- ¿A dónde quieres llegar Gai? - Preguntaste un tanto desconfiada.
- Pues está claro, Tsunade te da permiso para poder comenzar con el taijutsu.
- No lo creo. Me dijo que no debía esforzarme demasiado, hasta me costaba trabajo llevar toda la compra yo sola, si tengo que empezar a entrenar creo que no aguantaré.
- ¿Y cómo sabrás cuándo estás preparada para comenzar con tu entrenamiento?
- Es un tanto complicado de explicar Gai.
- Entonces ¿por qué no empiezas por el principio? Suele ser lo más sencillo. - Sugirió con una amable sonrisa a lo cual asentiste.
- Verás, después de todo lo que he pasado secuestrada me sometí a la operación, es cierto que salió mejor de lo que esperábamos, pero solo sirvió para lo más fundamental.
- ¿Qué quieres decir con eso?
- Quiero decir que todo lo que he entrenado anteriormente no vale para casi nada, ahora mismo es como si comenzara en la academia ninja. Tsunade me ha dicho que puede que mientras esté entrenando mi cuerpo recuerde cosas, pero que no es probable. Así que será como empezar de nuevo. Y para ello necesito a alguien que me ayude, alguien que supervise los entrenamientos.
- ¿Y dónde está el problema? - Preguntó dándose cuenta de que había algo que te entristecía y preocupaba a la vez.
- El problema ahora mismo es que todos los ninjas están demasiado ocupados. Así que en el caso de que Tsunade diera el visto bueno a mi recuperación, no podría comenzar con el entrenamiento.
- Pero seguro que hay alguno que tenga un ratito libre.
- Puede ser, pero también lo entiendo a la perfección Gai. Si alguien tiene un rato libre no quiero que lo malgaste teniendo que supervisar a alguien como yo. Todos merecemos un descanso y asignarle a un ninja una carga como yo no me parece de lo más justo.
Gai se quedó pensativo tras tu explicación mientras por tu parte seguías caminando a su lado con la bolsa en tus brazos y caminando en silencio, hasta que él lo rompió.
- Entiendo todo lo que me quieres decir (...)-chan, pero creo que más de uno le encantaría poder ayudarte. Así como también sé que no se lo permitirás por el hecho de que quieres que descansen, pero...
Hizo una pausa a la vez que volteaba su rostro para observarte, viendo tu mirada centrada en él.
- ¿Pero...? ¿Qué tramas Gai?
- Sé de un ninja que no hace misiones últimamente y que le gustaría rememorar viejos tiempos, alguien que te puede ayudar con taijutsu puesto que es uno de los mejores. - Respondió levantando su cabeza orgulloso.

ESTÁS LEYENDO
Quédate conmigo
FanfikceEn una misión por recuperar a un antiguo alumno no es lo único que recupera Kakashi. Tras años sin saber de ella consigue encontrarla, una pequeña esperanza se abre ante sus ojos. Alguien a quién creía muerta, alguien a quién nunca pensó que vería...