🌸Veintisiete🌸

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18:45 pm

—Hyung ¿Lleva protector solar?—Preguntó Jeongin cerrando la puerta del auto.

—Por supuesto, lo llevo a todos lados—Dijo Hyunjin sonriente.

—Que bueno, odio el sol—Dijo Minho por lo bajo.

—Ya está todo ¿Verdad? ¿Nadie olvida nada?—Revisaron sus cosas.

—Nop

—De acuerdo, entonces ¡Nos vamos!—Chilló el conductor para luego encender el motor.

—No grites, estamos a menos de un metro de ti—Se quejó el pelinegro.

Changbin suspiró.

Luego de la conversación con Jeongin, Minho se comportaba más molesto que de costumbre, si antes era negativo, ahora lo era más.

¿Será el calor?

Luego de un largo recorrido de una hora, los Alfas y el Omega, llegaron a una cafetería en frente de la playa.

Al parecer hoy había una pequeña fiesta en la playa, había música, gente jugando, tomando y divirtiéndose.

—Hay chicas, diría un hetero—Dijo Hyunjin tomando a Jeongin de la cintura.

—¿Será muy caro? No tengo dinero para algo que me cueste un riñon—Dijo Changbin asustado al ver lo lujoso que era lugar.

—En la publicidad decía que hoy había descuentos

—Ya que—Decidieron ingresar al restaurante.

Se sentaron en una de la mesas cerca de la ventana y esperaron a ser atendidos.

Seo y Hwang conversaban y debatían sobre que pedir y tomar, Jeongin miraba por la ventana pensativo, y Minho, él estaba comenzando a sentirse ansioso.

No entendía que le sucedía, de pronto perdió el apetito, su garganta se cerró y en su pecho sentía una molesta opresión.

—Hola, jovenes—Les saludó una mesera.—¿Qué se les ofrece?

—Yo quisiera un americano y un pastel de cereza

—Café y un lemon pie, por favor

—Quiero el especial de la casa

La chica volteó a ver a Minho, preocupándose al verle agitado.

—Joven ¿Se encuentra bien?

Changbin volteó a ver a su amigo y reaccionó de inmediato.

—¡Minho...!—Tomó su mano cuando comenzó a temblar.—Tranquilo, estoy aquí...—El mayor cerró sus ojos totalmente avergonzado ante las miradas que se pasaban en él.

—¿Qu-Qué le sucede, Hyung...?

—Creo que es un ataque de pánico...—Murmuró Hyunjin, solo observando la escena.

—MinMin ¿Me escuchas?

"Jisung"

Fue lo único que pudo pensar antes de levantarse de su asiento e irse de la cafetería.

—¡Minho!—El peligris se levantó con intensiones de perseguirlo.

La pareja hizo lo mismo a los pocos segundos.

Changbin salió de allí y ellos lo siguieron.

—A-Ah ¿No van a ordenar?

—No, lo siento—Se disculpó el Omega dando una corta reverencia para luego ir detrás de su novio.

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20:15 pm

El Alfa respiraba con dificultad, sentía su corazón a mil y comenzaba a sentirse mareado.

Como pudo se apoyó en la pared de un baño público, algo lejos de la zona principal de la playa, dándole la espalda al agua, hasta dejarse caer.

Cerró sus ojos y esperó a que la adrenalina y el temblor cesaran por si mismos.

—¿Por qué vine aquí...?—Murmuró aturdido.

Luego de al menos diez minutos, pudo tranquilizarse y pensar con claridad.

Suspiró y salió de su escondite.

Iba a volver, pero por alguna razón volteó a ver el mar.

Las olas chocaban entre si con elegancia, la orilla, con arena mojada y uno que otro tesoro marino. El sol escondiéndose a los lejos, las nubes rosas y naranjas dando un majestuoso paisaje, y los pelícanos y gaviotas caminando y volando.

Realmente hermoso, la naturaleza es fantástica.

Minho comenzó a sentirse atraído por el sonido de las olas y se acercó a ellas.

Tuvo la necesidad de caminar a su lado, cerca de las marcas de arena mojada y dejar que el viento golpeé su rostro.

Caminó y caminó hasta que sintió que alguien estaba haciendo lo mismo frente a él.

Levantó la mirada y sintió su corazón detenerse unos segundos.

El bonito Omega, caminaba con calma, sus largas piernas brillaban al estar mojadas. Miraba el agua, regalándole un perfecto perfil al Alfa. Su remera estaba totalmente empapa y su cabello estaba tirado hacia atrás.

—Jisung...—Se detuvo.

Pero el Omega ni siquiera lo notó, es más, su vista viajó a una almeja en el suelo.

Asombrado se agachó para tomarla y ver si aún estaba viva, intentó abrirla para cuando se movió casi la lanza lejos del susto.

—O-Oh, lo siento, almejita—Se disculpó para luego dejarla en el agua, así volvía a su hogar.

Han se quedó así, agachado mirando el agua que chocaba contra sus desnudos pies.

—¡Jisung!—El nombrado dio un saltito en su lugar y volteó a ver un auto muy a lo lejos.

—¡A-Ah!—Se levantó rápidamente.—¡Ya voy!—Sonrió y se dio la vuelta para correr hacia el Alfa.

—¡Jisung!

Band Aids, plis! 《Minsung》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora