🌸Cuatro🌸

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Jisung despertó en una lugar muy blanco, frunció el ceño, que él sepa vivía en una casa oscura, vieja y muy fría, no en una habitación con maquinas haciendo molestos ruidos, pero por alguna razón sintió paz.

Quizas su inconsciente estaba feliz de que no sea su casa.

Cerró sus ojos con suavidad disfrutando, respiró profundamente dejando que el aroma lo llenara, ese delicioso aroma a canela le encantó.

Al parecer hacia calor, podía escuchar a las cigarras cantar y una que otra ave, suspiró,hace tanto no tenía paz, la extrañaba con todo su ser.

Abrió sus ojos con lentitud y miró hacia la ventana, abierta en su totalidad con las cortinas celeste a los lados, dejando a la vista los hermosos arces que adornaban el paisaje, sonrió encantado, se sentía como la primera vez que salía y veía algo así, como si nunca antes lo hubiera hecho.

—Hm...—Se tensó y miró a su lado, un chico de cabellos negros se encontraba dormido en una silla apoyado en la sobra de la cama, su cabeza apoyada en sus brazos cruzados, tragó duro.
Bajó la mirada a su brazo notando un tuvo raro y luego una bendita, se quiso acomodar y sintió una punzada en su abdomen, soltó un quejido acostándose.

—¿Hm?—El alfa despertó cruzando mirada con el asustado omega.—Jisung...—Se rascó el ojo.—Despertaste—Sonrió adormilado.

—¿Qui-Quién eres?—Su voz salió ronca y temblorosa.

El alfa se recompuso sentándose para luego estirarse.

—Soy Minho, su vecino—Lo observó con esa característica mirada gatuna, el omega se removió nervioso.

—¿Cómo llegué aquí?—Susurró jugando con la manta que lo cubría.

—Felix pidió por ayuda—Jisung lo miró alarmado.

—¿Fe-Felix? ¿Dónde esta él ahora? ¿Dónde está? ¡Dime!—Se intentó levantar pero el dolor volvió y mucho más fuerte, soltó otro quejido adolorido haciéndo al Alfa preocuparse, se levantó ayudando al menor a acostarse nuevamente y suspiró.

—No hagas eso, te hicieron puntos—Acarició la mejilla del omega notando sus ojos estaban brillosos.

—¿Dónde está Felix?—Mumuró, Minho sonrió con ternura.

—En mi casa, Changbin lo esta cuidando—El pelinegro suspiró aliviado y sonrió apenas.—Jisung...

—¿Si...?—Relamió sus labios.

—¿Por qué tu esposo te hizo esto?—El omega se estremeció y miró a otro lado no sabiendo si responder o no.

Su esposo, Dong Sun, lo haría pedazos si llegaba a enterarse que confesó los maltratos y abusos, o peor aún, se podría vengar con Felix.

—¿Jisung?

—No...—Minho frunció el ceño confundido.

—¿No?—El menor lo miró.

—No diré nada, no...Él no me hizo nada—Sonrió fingiendo.

Minho era algo tonto, no sé daba cuenta de muchas cosas y pasaba de ser percibido por las personas ya que siempre las ignora, es algo terco y incluso aveces idiota, un imbecil y algo insensible, pero por alguna razón no podía con ese omega, Jisung irradia "Ayúdame y dame amor" a kilómetros, no podía ni siquiera enojarse con él y más siendo una víctima de maltrato, pero vamos, esa excusa no la cree ni un niño.

—Jisung, déjame ayudarte...

—Todo está bien—Sus ojos se cristalizaron dejando en claro que mentía.

—Si no hablas, no podré ayudarte—El pelinegro tomó la mano de Jisung con delicadeza.—Omega ¿Ese alfa le hizo esto?—El menor bajó la mirada y asintió.

Minho respiró hondo soltando la mano del chico para pasarla por su rostro sintiendo una punzada en su pecho.

—A-Alfa...—El omega soltó feromonas mirándole con miedo y deseo, Minho olió el aire, apestaba a coco y lubricante, mierda.

—Jisung...—Mordió su labio.

—Mi-Mi celo se adelantó...—Jadeó.

—Demonios...

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—Descuide, lo llevaremos a casa por usted

—¡N-No!—El policía de detuvo junto al medico mirándolo con extrañeza.—No lo dejen ir a esa casa de nuevo, por favor...

—¿Hay algo que no sabemos, joven Lee?—Preguntó el beta.

—Ah...Su esposo lo maltrata, lo golpea...Y eso se lo hizo él...—Los hombres profesionales se miraron entre si.

—Ya veo...—Dijo el policía mirando a otro lado.—¿Quién me dijo que era el esposo del joven Choi?

—Choi Dong Sun

—A-Ah, no podemos hacer nada al respeto...No trabajo para eso, yo solo cuido el hospital—Se marchó rápidamente, el beta mordió su labio y miró al menor una vez más para luego irse.

—Malditos hijos de perra...—Gruñó bajo.—¡Ustedes no sirven para nada! ¡Cobardes!—Gritó para que lo escuchasen, llevándose varias miradas de la gente en el lugar, gruñó bajo y volvió al cuarto del menor.

—Jisung—El menor dio un saltito y lo miró asustado, pero sonrió aliviado al ver que era Minho.

—Hola, hyung—El alfa se acercó a él apoyando su palma en la mejilla del Omega.

—Lo siento, cariño...—Suspiró.—No sé si pueda ayudarte—Los ojos del pelinegro se cristalizaron y asintió con lentitud.—Perdona, pequeño...

—N-No hay problema...—Sonrió y la primera lágrima rebelde cayó, Minho se sintió terrible.

—Lo siento...—Suspiró bajando la mirada.—Pero tengo una buena excusa...Cuando vuelvas a tu casa, dile al alfa que entraron a robar y yo llamé a la policía y te encontraron así...Y creyeron que fue el ladrón ¿Si?—Sonrió y el menor asintió.—Cuídate, pequeño...Debo irme

Jisung no contestó, ni siquiera cuando se despidió en la puerta, el menor sabía que el Alfa no le creería, pero intentarlo valía la pena.

Band Aids, plis! 《Minsung》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora