🌸Uno🌸

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Jisung adornaba la entrada de la casa, las navidades se acercaban al igual que sus siete años de pareja con su esposo, Dong Sun, un hombre de veintisiete años.

Un ruido dentro de la casa interrumpió su tarea, alarmado entró dejando todo el suelo, se asomó en la cocina viendo a su pequeño niño de siete años queriendo alcanzar unas gomitas de azúcar, sonrió sin muchas energías pero con sinceridad y se acercó al niño cargandolo.

—¡Papi!—El niño chilló encantado cuando el hermoso olor a coco llegó a él.—Gomitas—El omega asintió tomando la bolsita.

—Solo dos, sino el señor se enojará—La abrió y le entregó la cantidad dicha al niño para luego bajarlo.

—Grashas, papi—Sonrió yéndose a su cuarto.

El joven omega suspiró con tristeza y cerró la bolsa dejándola donde estaba

Ni siquiera sabía para que decoraba la entrada, sabía que el alfa la destrozaría apenas llegara, porque eso amaba hacer, destrozar la vida y las ilusiones de Jisung.

—Supongo que terminare de nuevo con dolores—Rió sintiéndo sus ojos picar, decidió ser fuerte, al menos por Felix, su niño y seguir con su trabajo, al menos él le agradecería el esfuerzo.

Salió de la casa tomando nuevamente el lazo rojo y verde, decorando la ventana, derramando tristeza tanto él como la casa, se concentró tanto que no notó una mirada sobre él.

—Minho ¿Qué sucede?—Preguntó su amigo con una botella en su mano y una capa de transpiración en su frente, el alfa mayor lo miró y volvió a observar al lindo omega.—¿Qué miras?-Fijó su vista a donde miraba su compañero.—Oh ¿Miras a Jisung?

—Con que ese es su nombre...—Asintió el pelinegro.

—Wouh, wouh ¿Te llama la atención?—Lo miró entre asombrado y algo asustado.

—¿Hay algún problema?—Ladeó su cabeza viéndole, Changbin asintió.

—Está casado—Se apoyó en la baranda de la entrada observando también al lindo pelinegro colocar las estrellitas sobre el vidrio de la vieja ventana, sin notar que el chico se encontraba llorando y con más de un moretón en su cuerpo.

—¿Qué...? Pero se ve tan joven—Frunció el ceño.

—Lo es, tiene como veinte si no mal recuerdo, quizás un poco más—Suspiró.

—¿Por qué se habrá casado a tan temprana edad?

—Tiene un hijo, de casi ocho...Eso te lo dice todo—Se levantó entrando a la casa, Minho suspiró viendo por última vez al chico para luego entrar.

El hombre llegó pero Jisung no notó su presencia hasta que este habló.

—¿Qué mierda crees que haces?—El pelinegro dio un salto haciendo que las cosas que tenía en sus manos cayeran, miró hacía atrás asustado.

—Sun...-Sonrió tímido, el alfa frunció el ceño.

—Adentro

—Pero...

—¡Adentro!—El omega chilló y sin rechiznar corrió dentro de la casa.
El gran alfa entró azotando la puerta persiguiendo al menor, llegando a él con facilidad, lo tomó de la remera y lo lanzó al suelo, haciéndo que se golpeara.—¿Qué te dije de salir? ¿¡Y que mierda de festejar las estúpidas costumbres!? ¿Eh? ¡Omega inútil!—Comenzó a patearlo sin piedad.

—¡N-No A-Alfa!—Fue levantando con brusquedad y llevado al cuarto.

—Te haré entender, omega inservible—Lo tiró a la cama.—Desvístete—Los ojos de Jisung se agrandaron y negó asustado.—¡Que lo hagas, maldita sea!—El menor chilló aterrado y asintió varias veces.

Con sus manos temblando y con torpeza se quitó la ropa totalmente, las lagrimas no tardaron en comenzar a bajar.

—Ah~ Que obediente—Se acercó acariciando el mentón del menor.—De rodillas—El omega negó asqueado.

—Su-Sun hyung...Felix esta despierto...—Mordió su labio, quizás así lo evitaría.

—¿Y a mi que mierda me importa, Jisung? Ponte de rodillas de una maldita vez y satisface a tu alfa, que para eso sirves—Palmeó la cabeza del omega, este bajó la mirada y asintió con una opresión en su pecho.

Sin más se agachó y abrió el cierre del pantalón para luego bajarlo junto con el bóxer, tomó el miembro entre su temblorosa mano y lo llevó a su boca sintiendo emesis con solo saber lo que tendría que hacer.

No era su primera vez, pero le daba asco tener que hacérselo al hombre que más odiaba y que le arruinó basicamente la vida, le daba repulsión sastisfacer y obedecer lo que decía el Alfa que lo violó, quería escapar, pero sin el él no era nada.

¿Quién querría a un omega con un hijo? Nadie.

Band Aids, plis! 《Minsung》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora