LEYENDAS AVATAR

6- Leyendas Avatar

   Abriendo lentamente sus ojos, Jakob se ve a sí mismo sentado en la cama del cuarto de Bradach, solo que estando recostado ligeramente hacia atrás y con una sábana que cubre casi todo su cuerpo. Por un momento se queda ahí mismo, echado, intentando aclarar su mente de todo lo que acaba de experimentar, cuando entonces todo el barco se sacude y casi que le tira al suelo. Es entonces cuando comienza a oír gritos y sonidos de pelea, por lo que rápidamente salta de la cama y corre fuera de allí.

   Una vez en lo alto de la cubierta más alta, allí donde está el timón, Jakob se congela no al ver que están siendo atacados, sino el por quiénes están siendo atacados.

   Halif se alza al nivel de las velas montado en una gran ola de fuego, repartiendo sus ataques más feroces a los tripulantes y dejándolos fuera de combate en segundos.

   El resto de los Sabios del Fuego se encargan de destruir parte del barco pero no por ello dejar que este se consuma en un gigantesco incendio.

   Viendo a Bradach luchando en un mano a mano contra dos Sabios del Fuego, Jakob da un salto desde donde se encuentra y cae en medio del combate, rodeando sus manos en fuego y evitando que la pelea continúe. En lugar de eso, los Sabios retroceden y pronto Halif aterriza en mitad de la cubierta, encontrándose de frente a Jakob.

   —Qué bueno que no estás muerto. —dice Halif en un claro tono despectivo.

   —También es un gusto volver a verlo, maestro. —Le responde Jakob, cruzándose de brazos en lo que Yipo y Esquelético llegan y se van tras Bradach.

   —No sabes cuán preocupados hemos estado. Nos diste el susto de toda una vida de esfuerzo por mantenerte a salvo, lejos del peligro y de la mala gente. —Le dice Halif. —Y mira dónde te encontramos justamente. ¡En un barco pirata! ¿Estás loco?

   —Yo... solo quería un poco de libertad.

   —Libertad tendrías dentro de 1 año cuando fueras con-

   — ¡NO QUERÍA ESPERAR 1 AÑO! —grita Jakob con todas sus fuerzas, momento en el que se oye un fuerte estruendo que pareciera provenir del fondo del océano, pero que la mayoría salvo Yipo y Esquelético ignoran. —No soportaré volver con ustedes y estar ni un solo día en esa torre. No lograrán llevarme de vuelta, ¡lucharé por mi libertad!

   —Jakob, no seas un insensato. Sabes bien que solo queremos protegerte. Esa es la más importante misión que tenemos, es lo único por lo que el Gran Jefe Hillac no nos ha buscado refundar todavía. —Le dice Halif, con Jakob manteniendo su postura firme. —Escucha, entiendo que estés confundido y con miedo, y que estas semanas con este tipo de gente te haya movido demás algunas conexiones, pero debes recapacitar y más que nada debes entender cuál es tu destino, apegarte a este y CUMPLIRLO.

   —Oh, yo sé bien cuál es mi destino, maestro. Ya hablé con quienes tenía que hablar sobre todo esto y sé y acepto qué es lo que debo hacer, pero estoy cansado de ser su marioneta, de ser su seguro para no enfrentarse al anti-maestros de Hillac.

   —Jakob, por favor... No ante todos ellos. —Le pide Halif, con Jakob suspirando. —Si pudiéramos conseguir un sitio más tranquilo donde discutir esto...

   Si bien no quiere hacer nada que su maestro le aconseje u ordene, Jakob termina por acceder en la idea de mover su conversación/discusión a otro escenario, siendo este la oficina de Bradach. Una vez solos los dos, Halif se echa en una silla y respira hondo.

   —Perdóname por lo de fuera, pero así son ellos. Quieren que te lleve arrastrándote del cabello a esa infernal torre. —dice Halif, con Jakob aliviándose de que todo lo dicho haya sido un poco de actuación. —Por los espíritus... no puedo creer aún que en serio te hayamos encontrado en esta chatarra pirata. Con lo delicado que eres.