Entré nuevamente al bar, Ram se acercó a mí para preguntarme si había olvidado algo, pero cuando vio mi cara y la sangre que aun brotaba de mi boca inmediatamente notó que algo andaba mal. Podía ver su cara llena de preguntas, pero no quería causar un escándalo en el lugar de trabajo de mis amigos así que negué con la cabeza, dándole a entender que hablaríamos de eso más tarde.
-¿Quieres volver a tu mesa? – Me preguntó - ¿O quieres un lugar más tranquilo?
-En realidad quería preguntar si puedo usar la oficina de Yihwa – Señalando mi boca agregué – Y el botiquín de primeros auxilios.
-¿Quieres que te ayude con eso?
-No, solo no le digas a Yihwa... Aún. Hablaremos después en casa.
La oficina de Yihwa no era más que una pequeña habitación que estaba en el segundo piso, en general se utilizaba como bodega para guardar cosas, pues ella siempre estaba en la barra o recorriendo las mesas para saludar a los clientes habituales, por lo que casi nunca la usaba. Ram fue a buscar el botiquín, mientras yo me puse en camino hacía el segundo piso.
Entré en la habitación, para mi buena suerte había un pequeño lavabo y un espejo donde podía lavarme la cara y comprobar el estado del golpe. La herida no era muy profunda, seguramente había sido causada por el impacto del golpe con mis dientes. Al menos estaba aliviado de que no tendría que ir al hospital para ser tratado. Ya me veía diciéndole a un médico que "mi novio" me había golpeado.
El frió del agua ayudaba a calmar el dolor que tenía, miré mi cara por un largo tiempo, estaba seguro de que el golpe dejaría una cicatriz como en aquella ocasión, además el área que estaba alrededor se veía muy roja, quizá también me saldría un moretón. Unos minutos después escuché a Ram volver con el botiquín:
-Toma – me lo entregó – Creo que tiene todo lo necesario, a menos que requieras puntadas.
-No es tan profunda, me las podré arreglar con esto – abrí el maletín para buscar las cosas - ¿Yihwa te vio?
-Si, ya sabes que a ella no se le escapa nada, pero le dije que no querías hablar de eso.
-Gracias – Suspiré – Aunque ya sé que probablemente se hacen una idea de lo que pasó, gracias por darme tiempo.
-Solo recuerda que pase lo que pase, siempre estaremos para ti – Me dio un abrazo con cariño – Volveré al trabajo. ¿Quieres algo?
-Lo de siempre – Sonreí más ampliamente.
Me dispuse a curar mis heridas mientras esperaba que mis bebidas llegaran, aunque debería estar enojado por lo que pasó, la realidad es que me sentía cansado, harto de tener que lidiar con este tipo de situaciones. Había sido mi decisión jugar este juego, pero cada vez me resultaba menos emocionante.
La pelea de hace unos minutos me hizo recordar muchas cosas, encendió mis deseos de venganza por un momento, pero al ver la cara de Ram preocupado por mí, me hizo preguntarme si valía la pena. Desde el principio de esta idea mis amigos se han preocupado por mis acciones, más de una vez me han visto en un estado lamentable. En verdad tenía que comenzar a cuestionarme si mis rencores del pasado importaban tanto como para arruinar mi presente. Además, en este momento había otras personas que podían salir heridas si las cosas continuaban así. Y yo mismo me había herido de muchas formas diferentes.
Cuando estaba terminando de limpiar mis heridas, escuché que alguien tocaba la puerta. Era una chica enviada por Ram, en la bandeja que tenía en sus manos se encontraba una botella de mi bebida favorita. Recordé la última vez que me embriague, por un momento me asustó poder terminar en una situación similar. Así que decidí que solo bebería un poco, solo lo necesario para calmar mis emociones.
ESTÁS LEYENDO
=Dos extraños=
Teen FictionHistoria que retrata las memorias del primer amor de Kao, un estudiante de 16 años que por primera vez se enfrenta a estos sentimientos, cuando conoce a Moon, un compañero mayor que él en la escuela en la que estudia. Aunque Kao no sabe nada sobre...