Parte II. Capítulo 16. Adiós

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PDV Moon

Cuando volví a ver a Kao aquella noche en el bar no lo podía creer, habían pasado muchos años desde la última vez que nos vimos, por supuesto que él había cambiado, estaba más alto y se veía mas adulto, pero sus ojos seguían siendo los mismos, llenos de calidez y ese brillo que había llamado mi atención en el instante en que nos conocimos.

Era como un regalo del cielo poder estar frente a él en ese momento. En realidad nunca deje de pensar en él, pero por más que lo intenté nunca pude encontrarlo, por esa razón sabía que esta era una oportunidad única y que no podía desaprovecharla. Pero justo en ese momento otro hombre apareció a su lado y mi corazón se desinfló. Claro que él había seguido adelante con su vida, no podía culparlo por estar con otra persona, ni tampoco pretendía ser presuntuoso y creer que él había esperado por mí durante todo este tiempo.

No obstante una voz en mi cabeza me decía que no lo dejara escapar, que al menos hablara con él una vez y tratará de cerrar ese capítulo para poder avanzar. Así que busqué por todas partes hasta que convencí a uno de nuestros amigos para que me proporcionara el contacto de Kao y poder comunicarme con él. No sabía si él se molestaría por eso, pero tenía que intentarlo.

Aquella conversación por Chat me recordó a los viejos tiempos, cuando él y yo podíamos pasar horas enteras hablando de cualquier cosa, era increíble que a pesar del tiempo Kao se mantuviera siendo el mismo tipo de persona, la calidez que desprendía seguía ahí. Además en esa conversación me había enterado de que Kao estaba soltero. Estaba tan emocionado que no dude ni un segundo en invitarlo a salir, sin embargo creo que me apresuré demasiado y Kao desapareció por unos días.

Creí que no volvería a hablar conmigo, pero no me sentía mal, al menos lo había intentado, sin embargo, una tarde me envió un mensaje aceptando mi propuesta, lo que me llenó de esperanza una vez más.

Puse todo mi esfuerzo en planear esa cita, quería que pasáramos un buen momento y sobre todo quería contarle que nunca me había olvidado de él, quería que supiera que había guardado mis sentimientos por él durante todos estos años y que pudiéramos hablar de la posibilidad de comenzar de nuevo, sin embargo su jefe apareció declarando con toda confianza que si quería estar con Kao tendría que enfrentarme a él.

Esa noche estaba tan molesto que fui a un bar y me embriagué tanto que perdí los recuerdos de esa noche. Después me enteré de que había hablado con Kao y había confesado mis sentimientos. Al principio estaba avergonzado por la escena, pero al final esa situación había servido para algo, pues Kao decidió darme otra oportunidad para acercarme a él.

Sabía que no podía desaprovechar cada momento que pudiera demostrarle lo que sentía por él, así que me esforzaba todos los días para recogerlo en el trabajo y acompañarlo a la estación, me hubiera gustado hacer más, pero él me había puesto un límite y era importante que respetara eso.

Posteriormente a algunas semanas de este coqueteo, después que sus compañeros de departamento nos interrumpiera cuando estaba a punto de besarlo, decidí que no podía esperar más tiempo, necesitaba saber si aun había una posibilidad para nosotros y si no era así, también quería saberlo, era necesario para que yo pudiera seguir adelante y enterrara mis sentimientos por él.

Para mi buena suerte Kao me dijo que quería que estuviéramos juntos de nuevo, estaba tan feliz en ese momento que no me importaba nada. A pesar de que había notado que él se mantenía distante a veces, me sentía afortunado de poder regresar a donde había dejado mi corazón siete años atrás.

Pero, mi felicidad se vio opacada aquella noche en que mientras esperaba por él sentado en un restaurante para celebrar mi cumpleaños, tomé mi celular y al vagar por la pagina de inicio las fotografías de él y Shin aparecieron como burlándose de mí en mi pantalla. Entré al perfil de Kao y me encontré con un video de ellos dos bailando juntos en un bar. Estaba furioso.

=Dos extraños=Donde viven las historias. Descúbrelo ahora