Capítulo 12. Promesa

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El beso fue tan sorpresivo que por un momento mi cerebro no pudo procesar lo que estaba pasando, mi mente se quedó talmente en blanco y no supe como reaccionar. El contacto de los labios de Neo era un poco inexperto, pues al final Neo es un año menor que yo, sin embargo a sus cortos 15 años, este chico era mucho más valiente de lo que yo jamás podría ser.

Cuando recuperé la consciencia, mi primer pensamiento fue apartarme y poner un alto a lo que sea que estuviera pasando por la cabeza de Neo, pero no pude hacerlo, ese pequeño beso estaba llenado mi corazón de una dulzura que no había experimentado antes. Los besos de Moon eran apasionados y fuertes, nada que ver con la suavidad que estaba sintiendo en este momento y tengo que admitirlo... Me gustó.

Después de unos breves instantes Neo puso a fin a nuestro beso, se alejó de mi cara y me miró como si se disculpara, probablemente estaba esperando a que yo dijera algo, pero, honestamente no sabía que decir. Fueron varios minutos de silencio, mientras que el bullicio de la cafetería seguía su curso, en nuestro pequeño mundo era como si el tiempo se hubiera ralentizado. Por fin Neo rompió con aquel silencio:

-Lo... lo siento, no pretendía hacerlo es solo que no pude resistirlo- Dijo bajando tímidamente la mirada hacia el suelo.

- ¿Por qué hiciste eso?- mi voz era apenas un susurro.

- Porque... Kao me gusta – dijo esto ultimo con mucha determinación.

- Yo... ¿te gusto? Pero si apenas nos conocemos.

-Lo sé, sé que es muy apresurado decir esto, pero desde aquél día que te conocí afuera de tu casa no puedo dejar de pensar en ti- no pude responder nada así que solo suspiré ante estas palabras- ¿Estás enojado?

- No, no estoy enojado, solo estoy... sorprendido.

-Kao...- Neo tomo mi mano con suavidad- sé que este no es un buen momento para ti, Gun me habló un poco sobre eso, pero me gustaría que me dieras una oportunidad, déjame demostrarte que no soy como él...

-Yo, no lo sé... justo como dices, estoy pasando por un mal momento, no me gustaría hacerte daño.

-No lo harás... no estoy diciendo que inmediatamente comencemos a salir, solo dame la oportunidad de conocerte mejor- sus ojos brillaban suplicantes.- por favor.

-Yo, creo que puedo hacer eso.

Después de escuchar mis palabras los ojos de Neo se abrieron con sorpresa y felicidad. Pasamos el resto de la tarde hablando, compartiendo anécdotas y tratando de conocernos mejor el uno al otro. Neo era un chico dulce y gentil, podía decir sin temor a equivocarme que esta era la primera vez que se sentía atraído por alguien y algo en mi interior me hacia sentir orgulloso de ser yo quien despertó en él esos sentimientos.

Pasar el tiempo con él era tan cómodo y tranquilo que no me di cuenta de que en momento se hizo tan tarde, hasta que mi teléfono comenzó a vibrar en mi bolsillo, era mi hermano:

-Hola Kai, ¿Qué pasa?

[¿Dónde estás? Ya es tarde...- su voz se escuchaba algo preocupada- ¿quieres que vaya por ti?]

-Lo siento, estaba con un amigo y perdí la noción del tiempo. No te preocupes, tomaré un taxi.

[¿Estás seguro?]

-Si, no estoy muy lejos de casa.

[De acuerdo, pero no tardes demasiado.]

Después de colgar la llamada, Neo y yo pagamos la cuenta y nos dirigimos hacía la avenida principal para coger un taxi, él quería acompañarme a casa, pero yo insistí en enviarlo primero, pues su casa quedaba en la dirección contraria a la mía.

=Dos extraños=Donde viven las historias. Descúbrelo ahora