Mi nombre es Kao, tengo 24 años. A mi edad, he experimentado muchas cosas y atravesado por diferentes circunstancias que han moldeado a la persona que soy hoy en día. Los cambios han sido parte fundamental de mi corta vida, mis errores se han transformado en experiencias que me han servido para aprender sobre lo que es bueno para mí y lo que no, sin embargo hay algo en mi vida que a pesar de los años seguía negándose a cambiar... Él.
Esta es una historia que retrata los recuerdos de mi primer amor...
=Nuestro primer encuentro=
Hace aproximadamente 8 años...
Era un día como cualquier otro, me desperté por la mañana como todos los días para un aburrido día de escuela en la vida de un adolescente de 16 años, que estaba cursando su primer año de preparatoria. Tenía una vida bastante tranquila, monótona incluso, mis días consistían en ir a clases, pasar tiempo con mis amigos, volver a casa, hacer mis deberes y si me quedaba tiempo, ver alguna serie. En resumen, era un adolescente un poco aburrido.
Sin embargo, el dia de hoy, mi escuela organizaría un evento para "reforzar las relaciones entre los alumnos" según las elocuentes palabras de nuestro director, al menos era algo bueno para cambiar un poco la rutina. Sería un evento a puertas abiertas por lo que seguramente acudirían alumnos que estudiaban en otras escuelas, era la oportunidad perfecta para conocer gente nueva.
La mañana fue tranquila, desayuné algo ligero y en poco tiempo me encontraba listo para ponerme en marcha. El trayecto de mi casa al escuela era corto, por lo que la mayoría de las veces aprovechaba para caminar un poco y dejar volar mi imaginación. Soy alguien así, simple, que está feliz con lo que tiene y las personas que lo rodean, a pesar de lo aburrido que podría llegar a ser mi día a día, nunca había sentido que me faltara nada, sin embargo aquel día un pensamiento extraño cruzó por mi mente, comencé a fantasear con una persona que había conocido hace unos días.
Me encontraba en uno de los pasillos más concurridos del escuela, esperando a que mis amigos salieran de sus clases cuando lo vi, no es de extrañar que nunca antes lo hubiera visto pues nuestra escuela es muy grande, pero después de esos pocos segundos supe que no importaba cuantas personas estuvieran alrededor, a partir de ese momento siempre sería capaz de encontrarlo.
Envuelto en estos pensamientos mi recorrido llegó a su fin, había llegado a la entrada del campus. Traté de sacudirme esas ideas y concentrarme en las actividades que estaban programadas para hoy, sin embargo un sentimiento cálido se quedó dentro de mí por todo ese día.
Las horas de clase transcurrieron tranquilamente, en menos de lo esperado llegó la hora de comenzar con el evento y para mi esa era la señal de reunirme con mis amigos. A pesar de ser alguien muy sociable, mi grupo cercano de amigos en aquel momento era pequeño, pero eran ellos quienes mejor me conocían y habían estado a mi lado en momentos difíciles. Y aquel día formarían parte importante de lo que estaba a punto de pasar.
Nos encontrábamos paseando por la explanada de aquel lugar que significaba tanto para mí (sí, soy la clase de persona que le toma afecto a lugares extraños, como mi escuela) las actividades se veían interesantes, pero lo que más llamó nuestra atención fueron los puestos de comida, lo admito, teníamos una debilidad por la comida deliciosa. Casi todo nuestro dinero se terminó en esos puestos, íbamos cargados con la comida suficiente como para alimentar a toda la clase, a pesar de que solo éramos cinco personas, no pudimos resistir la tentación de probar todo.
Continuamos recorriendo el lugar, mientras yo bebía un frappe de oreo (mi bebida favorita) y en ese momento algo distrajo mi atención de todo lo demás... Lo vi, esa persona que me había hecho fantasear toda la mañana. Era alto (unos 10 cm más que yo, o sea 1.80), delgado, cabello negro un poco largo, peinado con estilo y con una sonrisa capaz de detener el mundo a su alrededor,no es de extrañar que mi boca se abriera en ese instante, mientras el rubor en mis mejillas y el calor en mi cuerpo se comenzaba a extender.
Fong, uno de mis amigos, se dio cuenta de lo que estaba pasando, se acercó sigilosamente hacia mí siguiendo el curso de mi mirada y susurró a mi oído tan suavemente que nadie más que yo podría escucharlo:
-¿Te lo presento?-dijo él.
-¿¡eh?! - su voz me asustó por lo cual no pude decir otra cosa.
- El chico al que estás mirando, yo lo conozco- Fong sabía muy bien acerca de mi gustos.
- ¡No! ni siquiera lo intentes, me da vergüenza- en este momento mi cara estaba totalmente roja, lo que lo hizo reír.
-Anda Kao, no pasa nada, no seas cobarde, llevas una eternidad mirándolo- dijo otra de mis amigas, Pam, pues la conversación había dejado de ser privada.
- Yo... Bueno esta bien, pero no me dejen solo- al final cedí ante mis amigos.
Nos acercamos a donde él estaba, al estar más cerca de él pude darme cuenta que estaba usando una chaqueta algo inusual, con una imagen de Sasuke, un personaje del anime Naruto, esto hizo que mi curiosidad por aquel chico misterioso aumentará, pues el anime formaba parte importante de mi vida desde que era más jóven, para mí representaba ese espacio donde puedo ser yo mismo, así que fue una grata sorpresa saber que existía la posibilidad de que esa persona que tanto estaba en mis pensamientos desde hace unos días podría estar interesado en eso también.
Conforme nos acercábamos a él, el latido de mi corazón se hacía cada vez más rápido, no entendía el por qué, solo sabía que ese chico me interesaba demasiado, algo que nunca antes había sentido. No me malinterpreten, claro que había tenido alguna historia en mi pasado, pero nunca nadie me había impactado tanto como lo hizo su presencia. Por fin llegamos a donde estaba él, rodeado de algunos amigos y Fong llamó su atención:
-Hey, bro. ¿cómo estás?- Saludó Fong. Al final mis otros amigos se mantuvieron un poco alejados de la situación. Traidores.
-Fong, hace mucho que no te veía, ¿donde te habías metido?- Respondió él.
-Ya sabes, por ahí... -Esta charla entre ellos comenzaba a impacientarme- por cierto, te presento a mi amigo- dijo dirigiéndose a mí.
-Hey, mi nombre es Moon- dijo él, con una enorme sonrisa capaz de deslumbrar a cualquiera a simple vista.
-Kao- fue lo único que mi voz temblorosa me permitió decir.
-Mucho gusto Kao- ¿acaso este chico no puede parar de sonreír? pensé- Eso que estás tomando se ve delicioso, ¿frappé de oreo?
-Sí, ¿cómo lo supiste?- el rubor en mis mejillas se hacía cada vez más intenso, afortunadamente el clima era muy caluroso.
-Es mi favorito- ¡por dios alguien dígale a este chico que deje de sonreír!, en serio, esa sonrisa debería ser ilegal.- ¿Donde lo compraste? Creo que tengo antojo de uno igual.
-Si quieres puedo llevarte - Seré tímido, pero no soy tonto.
-Perfecto, te sigo...
Y así fue como conocí a esa persona, una persona que cambiaría mi vida para siempre... el primer encuentro de dos extraños cuyos caminos se encuentran por casualidad.
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=Dos extraños=
Teen FictionHistoria que retrata las memorias del primer amor de Kao, un estudiante de 16 años que por primera vez se enfrenta a estos sentimientos, cuando conoce a Moon, un compañero mayor que él en la escuela en la que estudia. Aunque Kao no sabe nada sobre...