Parte II. capítulo 15. Caos

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Los días siguientes continuaron en tranquilidad, mis amigos habían sugerido que esperara que a que Moon me contactara para hablar con él, al menos así había una mayor posibilidad de que estuviera más tranquilo. Mientras esperaba seguí mi vida con normalidad.

Sin embargo no todo se mantenía estático, pues a pesar de que le había pedido a Shin que esperáramos a que todo estuviera en orden para volver a hablar de nosotros y de lo que pasaría con nuestra relación en el futuro, era muy difícil mantener la distancia entre nosotros.

Ninguno de los dos parecía dispuesto a ocultar lo que estábamos sintiendo. Por parte de él los cambios no eran muchos, pues todos en el trabajo sabían que había pasado dos años persiguiéndome, pero hablando de mí, más de uno ponía cara de confusión al darse cuenta de que ahora correspondía a sus avances.

Por su parte mis amigos disfrutaban mucho de burlarse de mí todo el tiempo, pues de alguna u otra forma siempre terminaba mencionando a Shin. También había veces en que él me llevaba a casa después del trabajo y eso era suficiente para que mi cara mostrara una tonta sonrisa durante horas, causando las risas de Ram y Yihwa.

Ellos disfrutaban el burlarse de mí y yo no podía enojarme por eso, pues si llegaba a reclamar algo, de inmediato entre sonrisas maliciosas me recordaban que aun no me habían perdonado por mentirles. Sabía que no hablaban en serio, pero la culpa que yo sentía si era real, por lo que me hice a la idea de que sería el blanco de sus burlas por un tiempo. Aunque secretamente lo disfrutaba, en el fondo sabía que sus burlas eran una señal de que ellos también estaban felices por nosotros, algo de lo que nunca pude disfrutar cuando estaba con Moon.

Después de una semana donde comenzaba a acostumbrarme a los cambios que estaban aconteciendo en mi vida, me sentía realmente feliz de haber cambiado de idea y decidir soltar mi pasado. Ahora entendía que si seguía aferrándome a mis heridas del pasado nunca sería feliz. Me sentía más ligero y noté que sonreía con más frecuencia.

Pero como casi siempre en mi vida, mi felicidad nunca duraba demasiado...

Aquél día comenzó como cualquier otro, desperté temprano, desayuné acompañado de mis amigos y me dirigí al trabajo. Cuando llegué me enteré de que Shin no estaba en la oficina, pues había salido para una reunión con gente importante de la revista, de inmediato caí en una falta de motivación enorme. Observando la pila de artículos que tenía para corregir, me parecía infinita. Esta era solo una pequeña muestra de lo importante que se había vuelto ese hombre en mi vida.

Pasé la mitad del día sepultado detrás de documentos, aunque no tenía animo para nada no podía darme el lujo de cometer errores en mi trabajo, así que trataba de concentrarme en lo que estaba haciendo, pero me estaba tomando mucho más tiempo del que normalmente utilizaba. Para mi buena suerte, un pequeño rayo de esperanza llegó en forma de mensaje al medio día:

~ShinLaedeke: Al parecer no podré volver a la oficina en todo el día

~ShinLaedeke: Pero creo que estaré libre para tu hora de salida

~ShinLaedeke: ¿Quieres que vayamos a cenar?

Mi pecho comenzó a inflarse de felicidad, respondí afirmativamente a su mensaje con el mismo entusiasmo de un adolescente enamorado y volví a mi trabajo con mayor energía, si quería estar disponible esta noche, tenía que terminar con todos los pendientes. Aunque trataba de ignorarlos, era consciente de que mis compañeros de trabajo me miraban de forma extraña debido a mis cambios de actitud. "Nada puede ponerme de mal humor" pensé mientras me encogía de hombros.

Después de recibir ese mensaje, el tiempo comenzó a fluir de forma diferente, el día que parecía torturarme al correr tan lentamente, se aceleró de pronto, fruto de mi emoción por la persona que estaría esperándome al finalizar el día.

=Dos extraños=Donde viven las historias. Descúbrelo ahora