Volviendo a ti para corregir mi error

Extra 5. Navidad contigo.

Cuando ambos eran niños, sus padres los habían abandonado a su suerte en el día más feliz del año: la Navidad. Xue Yang trataba de consolar a su hermana A-Qing, así le llamaba, pero ese día fue realmente malo. Un hombre, al que los niños salvaron de unos ladrones, les maltrato con crueldad esa noche de cantos navideños y familias felices. Xue Yang perdió su dedo meñique ese día y A-Qing quedó ciega por líquido ácido que lanzó el hombre a los preciosos ojos oscuros de la pequeña. Desde ese día, odiaron la Navidad.

Teniendo malos tratos y episodios de su vida, crecieron para convertirse en unos bellos jóvenes. Xue Yang había crecido con fuerte musculatura y bello rostro infantil, mientras que A-Qing, al no tener su vista, usaba una venda para cubrir sus cuencas vacías, pero su rostro denotaba la belleza de una joven señorita. Ambos fueron adoptados por una gentil mujer y ambos la querían. Ellos eran vecinos de dos jóvenes, los mismos que los habían ayudado, un día en otoño. Xiao XingChen era gentil y bondadoso, mientras que su mejor amigo Song Lan era frío y serio, ambos eran mejores amigos de la infancia y se convirtieron en amigos de esos dos niños.

Al ser Navidad, Xue Yang evitaba esa celebración como una plaga, pues sólo recordaba el día en que perdió un miembro de su cuerpo y a su hermana. Con el paso del tiempo, Xue Yang y Xiao XingChen se enamoraron y se confesaron en un día soleado y llenos de alegría en el parque. Se llevaban bien y su primera Navidad como novios era el primer problema en este caso.

Dos semanas antes de esta celebración, Xue Yang había discutido con Xiao XingChen, negándose a participar en ese evento, alegando que sólo las personas deshonestas e hipócritas festejaban ese día. Sino fuera por A-Qing, hubiesen terminado ese día.

Ahora, el objetivo de ese 25 de diciembre era sencillo. Hacer una Navidad inolvidable para ambos hermanos. Después de que Xue Yang aceptará -A-Qing empezó a llorar sangre y suplicarle a su hermano-, todos hicieron una rifa para compra el regalo a la persona que les tocaría. Adornaron la sencilla cabaña del bosque, que era propiedad de Song Lan, y los chicos fueron a comprar los regalos y A-Qing, junto a Xiao XingChen, cocinaron la cena. Al atardecer, Xue Yang y A-Qing se vistieron para la ocasión (pues Xiao XingChen les había comprado la ropa para esa noche) y fueron a la cabaña.

Al llegar, vieron la cabaña con luces en el techo, iluminándola como un letrero de neón. Un enorme pino con grandes luces, adornos y una bella estrella en la punta los saludo al entrar, vieron a Xiao XingChen con Song Lan llevando la cena, ya lista, a la mesa. Comieron y se divirtieron un poco, con canciones navideñas. El frío era muy fuerte, así que todos tenían sus abrigos y guantes puestos, además que A-Qing tenía una diadema para sus orejas. La acogedora sala estaba cálida por la chimenea de está y A-Qing aún tenía su regalo en mano -a pesar de que su hermano le había leído a quien estaba dirigido el regalo-, estaba nerviosa. Estuvieron platicando, en el caso de Xiao XingChen y Xue Yang, y se daban besos de mariposa en el sillón que estaba frente al fuego, Song Lan sólo rodó los ojos y se mantuvo en la alfombra roja de su sala, esperando la media noche.

El reloj, arriba de la chimenea, sonó, anunciando la media noche, la entrada de la Navidad. Ya habían limpiado la mesa y lavando los platos. Xue Yang se emocionó porque ya venían los regalos y quería saber que le regalaría su novio.

-Bien, ¿Quién empieza?- preguntó, emocionado y mirando a Xiao XingChen.

El chico de abrigo blanco se acomodó los lentes de aluminio, y sacó un pequeño paquete de su bolsa y caminó en dirección a Song Lan. Xue Yang casi se desmayaba por el disgusto y vio que Song Lan le daba las gracias a su amigo. El chico de abrigo marrón sacó un bastón blanco de bambú adornado con un pequeño moño rojo y se lo obsequió a A-Qing.

-Pensé... Que le sería de utilidad- dijo, un poco incómodo al tocar la mano de la joven.

A-Qing sonrió, roja de las mejillas.