Prólogo (parte 2). ¡Denle una segunda oportunidad!

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Con Xue Yang muerto, ya no había nada que hacer más que esperar la muerte de LianFang-Zun. Pero, Amor aún no borraba las palabras dichas del joven antes de morir:

Permiteme liberarme de este destino
Dejame empezar de nuevo...

Con estas palabras, sintio que su centro se activó con ese verso. Sin embargo, ¿Cómo podría ayudar a un humano, quien ha fallado varias veces, a encontrarse con la persona que había dañado a tal grado de no poder reencarnar?

Amor fue al palacio de Tiempo, quien estaba viendo los espejos de diferentes momentos y períodos de los humanos. Estos espejos eran de varias dimensiones, podían ver momentos de diferentes decisiones dadas por los humanos. Amor le habló, diciendo:

—Tiempo, quiero pedirte un momento, por favor.

El dios la miró. No hacía muchos años se sabía que Tiempo estaba enamorado de Amor, sin embargo, al carecer de piedad y misericordia, Amor no lo aceptó. El tiempo no perdona. Así que, al pedirle algo la joven diosa, Tiempo le sonrió.

—Amor, hermosa deidad, mi tiempo siempre será para ti— dijo, inclinándose levemente a la diosa roja.

Ella solo se sonrojó. Pero se compuso y, antes de hablar, Muerte irrumpió el salón.

—Tiempo, ya es el momento.

El joven solo asintió y fue con Muerte, pero miró por un momento a la joven roja, invitándola a ir con ellos.

Después de varios momentos, ellos volvieron al palacio de Tiempo. Amor estaba muy triste. La muerte de LianFang-Zun fue muy trágica, más siendo la persona que más confiaba, lo hubiese traicionado en un momento tan crítico. La chica era muy sensible en cuanto a las muertes de las personas, y más cuando es un amor imposible. Nada más la hacía infeliz.

Cuando llegaron, Muerte y Amor junto a Tiempo, discutieron sobre un asunto que no había dejado la joven diosa. Después de dos varitas de incienso, las voces de Amor y Tiempo se escucharon detrás de las puertas.

—¡Fue un psicópata que no aprovechó lo que le dí para vivir tranquilo!— dijo Tiempo muy molesto.

—¡Ese joven sufrió mucho en su niñez...!— trato de explicar Amor, pero fue interrumpida por Muerte.

—Hay jóvenes que habiendo sufrido lo que sufrió el chico, son mejores personas y no causaron tantos problemas— Muerte trató de apaciguar las aguas turbulentas que causaban sus amigos.

—¡Exacto! Muerte tiene un punto conmigo, ¿quieres que le de otra oportunidad para que la deseche como la que le dí a tu petición?

—Solo está vez— suplicó Amor.

—¿Y cómo quieres hacerlo? Su alma fue destruida junto con su...

No pudo seguir diciendo más cuando Amor sacó una bolsa atrapa-espíritus, en donde se sentía el alma del chico. Tan cruel y triste a la vez.

—Rescaté su alma, o lo que queda de ella...— dijo, triste, pues solo pudo salvar tres cuartas partes del alma del joven—. Teniendo esta alma, solo nos falta buscar el mundo en donde dejaremos que pueda tener lo que nunca tuvo...

—Solo falta ver los recuerdos de esa alma— supuso Muerte.

Amor solo asintió. Tiempo agarró el alma del joven, resistiendose a dejarla caer para que el alma se disperse, y la colocó el uno de sus espejos, revelando sus tristes y crueles recuerdos del joven. Solo desde su nacimiento hasta antes de conocer al Patriarca Yilling. Con esto, Tiempo escogió con cuidado el mundo donde lo dejaría. Para ser preciso, tuvo que tener la ayuda de un amigo, quien podía atravesar mundos paralelos y eligió un mundo alterno, el mundo real.

—Espero y en esa realidad, sea feliz— dijo Amor, quien liberó el alma para que atravesará el espejo.

Pero Muerte, tratando de evitar un insecto que la molestaba, con su manga, sacudió el alma hasta que voló a un espejo apartado de los demás. Ese espejo tenía una apariencia extraña y olía a polvo. Su estructura era redonda y adornada de letras griegas.

—¡Muerte!— gritaron Amor y Tiempo.

—Upss— dijo con una mano en la boca y sonrisa ladina.

Amor quería soltarle un poco de malas palabras que había aprendido de Xue Yang, pero Tiempo la interrumpió, pues les llamaba a ambas.

—¿Cuál es el problema?— preguntó Amor, mirando acusatoriamente a Muerte.

—Lo enviamos a su mundo, de vuelta a la casa de ataúdes— explicó, mirando el espejo—. Sin embargo...

—¿Qué?— preguntó Amor, esperando lo peor.

—El mundo en donde lo mandamos es uno que cree con las ideas de los humanos en el siglo XXI... — dijo, pálido—. El mundo se llama Omegaverse...

Estaba más pálido de lo normal, casi parecía un fantasma. La chica de rojo iba a reprender a Muerte, pero se extraño del nombre y le pidió que le explicará de ello.

—Es un mundo clasificado por Alfas, Betas y Omegas— dijo, aunque su voz estaba apagandose—. Y en este mundo...

—Dilo

—Los alfas son los dominantes en este mundo, mientras que los omegas son discriminados por la sociedad— tenía una mano en la frente—, además de que no tienen permitidos varias labores mas que procrear y cuidar hijos.

Amor estaba pasmada, ni hablar de Muerte. Ambas estaban en shock.

—Tiempo, ¿Que es en ese mundo?— preguntó, suponiendo lo peor.

Tiempo seguía buscando en el espejo, hasta que vio unos caracteres aparecer en la superficie de esta misma, que decía:

XUE YANG (Xue Cheng Mei)
TIPO +O (Omega) (Fértil)

XIAO XINGCHENG
TIPO +A (Alfa) (Fértil)

A-QING
TIPO +O (Omega) (Fértil)

SONG LAN (Song Zichen)
TIPO +A (Alfa) (Fértil)

Los dioses palidecieron. Sólo Tiempo parecía tranquilo.

—A la próxima no crearé un mundo así— se dijo con una mano en su mentón—. Le haría bien a mi alma y mi centro...

—Solo espero y pueda salir bien todo esto— interrumpió Amor, lamentándose de haber pedido a Tiempo que la ayudase.

Volviendo a ti para corregir mi errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora