XI. De vuelta en el MACUSA

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Me despiertan ruidos raros y la voz de Tina:

-¡Se han ido! ¿Cómo han podido irse?- se le notaba realmente enfadada.

-Pero si les hemos hecho chocolate...- dice Queenie con tristeza.

-¿Qué ha pasado?- pregunto adormilada mientras bostezo.

-El señor Scamander y el señor Kowalski se han ido- me responde una furiosa Tina.

-¿Y no sabemos a dónde?- de pronto se oye un rugido en la calle y, al igual que la mayoría de los vecinos, las tres nos asomamos por la ventana.

-¿Es eso un león?- pregunta Queenie. Presiento que una fuerza muy poderosa y oscura está al borde del colapso. Cierro los ojos y me concentro en sentir a Newt. He pasado mucho tiempo con él y tengo la esencia de su magia captada.

-Necesito un mapa- digo con los ojos cerrados-. Un mapa de la ciudad y algo para apuntar. ¡Rápido!- oigo cómo abren cajones desesperadas hasta que una se acerca a mí y me lo da. Dejando que fluya la magia, hago un punto sobre el papel. Abro los ojos y señalo con el dedo-. Están aquí.

-Central Park, allá vamos.

Cuando llegamos, me separo de ellas para buscarles mejor. Atravieso parte del parque hasta que llego a un lago helado y veo al señor Kowalski subido en un árbol con un casco y un erumpent. Éste carga contra el árbol y le clava el cuerno en el tronco. En el tronco empiezan a aparecer unas burbujas de líquido reluciente, hasta que explota y cae hecho pedazos.

Jacob sale despedido y cae al lago helado. Me acerco volando en cuanto veo que el erumpent corre tras él. Menos mal que la criatura derrapa por el hielo y aparece Newt a toda velocidad. Se desliza de una forma sorprendente con la maleta abierta, y se traga al erumpent justo unos centímetros delante de Jacob. Aterrizo a su lado y me deslizo, chocando con Newt y cayendo ambos al suelo.

-¡Perdón! No estoy acostumbrada al hielo- me ayuda a levantarme-. Soy más de fuego. Por cierto, eso ha sido impresionante.

-Sí, me quito el sombrero, señor Kowalski.

-Llámenme Jacob- dice mientras nos sonríe y nos tiende la mano a ambos.

-Bueno, dos a la maleta. Falta uno.

-¿Qué mas se te ha escapado, Newt?- pregunto preocupada.

-Lo hablamos dentro- abre la maleta y los tres nos metemos. Una vez instalados, me pongo en modo inquisidora.

-¿Y bien? Por favor, dime que no tienes nada que ver con lo que siento- me quedo en silencio pensando en lo que he dicho mientras los dos nos ponemos rojos y el señor Kowalski nos mira incómodos.

-Ustedes se conocen de antes, ¿verdad?

-Sí, desde hace unos años. Y d-déjame que me explique Newt. Eso ha sonado mal, pero no era lo que quería decir- no podía ni mirarle a los ojos-. Lo que presiento, más bien. He venido desde Grecia porque sentí una magia incontrolable que estaba a punto de exponer el mundo mágico. ¿Tienes algo que ver?- hablo atropellada.

-Eh... Puede ser. Pero no del todo...- se rasca la nuca-. Ahora q-que tenemos algo de tiempo...- se queda unos segundos en silencio-. Podríamos hablar un poco, ¿no?- le miro incrédula-. ¿Qué?- me pregunta confuso.

-¿El mundo es un caos y tú te preocupas por hablar?- no puedo evitar ponerme a la defensiva.

-Mi mundo lleva siendo un caos desde que te dejé en Hogwarts- no sé si me soprendió más lo que dijo o la seguridad con que la dijo. Un poco después, se puso aún más rojo y nervioso-. E-eh... No d-debería de haber dicho eso- no sabía qué responder. Me había dejado sin palabras literalmente, y con la boca abierta. Busqué a Jacob con la mirada pero nos había dejado sólos, así que dirigí mis ojos al suelo-. V-voy a ver cómo está el resto de criaturas- dice con la voz baja y sin mirarme.

PHOENIX• Animales Fantásticos [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora