-¿O debería decir... Adara Dallaras?
¿Cómo sabía quien era? La diversión se me fue de golpe, aunque el mareo no.
-No pongas esa cara, ¿media ciudad te está buscando y tú decides venir a un lugar como este? No se si es de estúpida o de temeraria- se estaba burlando de mí.
-¿Te estás riendo de mi?- agudicé mi mirada y me preparé para prenderle fuego si era necesario.
-No. Simplemente me hace sospechar... Desde que entraste en el bar te he estado observando; sé que has venido con tres personas más y el hecho de que no estuveseis juntos- hizo un chasquido con la lengua-, me olía raro. ¡Pero qué sorpresa me llevé cuando te acercaste a nuestra mesa!
-¿Qué quieres de mí?
-Yo sólo soy un hombre desinteresado con mucha curiosidad, especialmente por las alas que sorprendentemente has conseguido ocultar. Pero tranquila, no te haré daño. Me matarían si lo hiciese...- andaba despacio en la habitación.
-¿Te matarían? ¿Quiénes?- le seguía con la mirada sentada en la cama.
-Creo que ya os habéis conocido... Pero por si acaso no voy a hacerte spoilers- cerró con pestillo la puerta de la habitación, lo que no me dio buena espina-. Es solo por precaución, no me mires así. Volviendo a mis deducciones, cómo os mirabais tus amigos y tú me dejó solo una opción; espías. Pero la pregunta que sigo teniendo es ¿qué habéis venido a saber?- se quedó en silencio mirándome.
-Tú no has respondido a mis preguntas, ¿por qué debería responder yo a las tuyas?- me empezaron a arder los pómulos. Eso sólo significaba que los rombos estaban empezando a salir. Abrió los ojos con enorme sorpresa, dándome la sensación de que tras esa máscara de tranquilidad, podría estar frente a un loco.
-Wow, qué criatura más asombrosa. Dime, ¿para qué son esas manchas en tus mejillas?- se acercó y extendió una mano para tocarlos, pero le di un manotazo. Se separó con diversión en sus azulados ojos.
-Son rombos, y se llaman pómulos- le iba a seguir hablando del tema, pero me detuve-. ¡Eh! No me intentes cambiar de tema. Dime quién eres y qué quieres.
-Conozco a varias personas que me pagarían mi peso en oro si te llevase ante ellas- empezó a hablar ignorándome por completo. Me di cuenta de que no iba a responder a ninguna de mis preguntas.
-Agh. ¿Qué quieres saber?
-Bien, lo has entendido- su sonrisa se amplió, si era posible-. Empecemos por los "rombos"- pronunció con énfasis la última palabra.
-Acércate a tocarlos si quieres, eso te ayudará a entender- suspiré "derrotada". Mentira, pero funcionó. Se acercó fascinado y los tocó. Aproveché su cercanía para darle un puñetazo en la nariz. Se cayó al suelo del golpe y usé mi magia para dejarle inconsciente.
Antes de irme me metí en su mente y descubrí cosas sobre él; estafador y embaucador de mucho prestigio. Trabajaba con bastantes personas, pero ninguna de confianza. Su próxima estafa iba a ser al banco de Nueva York; por eso está aquí, haciendo contactos. Y lo que más me llamó la atención es que hay alguien superior a él, pero su imagen está bloqueada...
Bloqueada por una mancha gris.
Decidí no darle más vueltas e irme antes de despertase. Salté su cuerpo inconsciente con bastante dificultad por mi creciente mareo y quité el pestillo con algo de desesperación. Recorrí el pasillo a paso rápido y cuando llegué a la puerta me tranquilicé para no parecer sospechosa. Me empecé a poner paranoica, pensando que cada persona que había ahí me miraba de reojo. El mareo no había disminuido. Visualicé a Graves tomando una copa con algunas personas y me acerqué a él.
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PHOENIX• Animales Fantásticos [COMPLETADA]
FanficLas Phoenix son unas de las criaturas más poderosas que pueden existir. Con su belleza engatusan, con su telepatía modifican las emociones a través de los recuerdos y con su fuego abrasan a sus enemigos. Estas criaturas se creían extintas. Hasta aho...