V• Empezamos con mal pie •

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-Te han salido rombos de colores en la cara

Me quedé atónita, pensé que Newt me estaba gastando una broma, pero conociéndole...

Me dirigí hacia un cristal que daba acceso a la azotea en la que nos encontrábamos, me miré y efectivamente; tenía una serie de rombos pequeños y perfectos que me decoraban los pómulos. Eran de colores variantes, entre rojo, naranja y amarillo. Por instinto los toqué, pero no pasó nada.

Retrocedí y miré a Newt un poco asustada. Él me devolvió la mirada.

-¿Qué me está pasando?- dije en un susurro

Al decir eso me vino un flashback:

Era bastante pequeña y estaba muy enfadada, aunque no sabía por qué. Miré hacia arriba para ver un adulto que me observaba con pavor en sus ojos.

-¡Eres un monstruo!- me gritó el hombre- ¡Mira lo que ha hecho tu protegida! ¡Y todo por querer adoptar a una niña!- esta vez su miedo y su furia iban dirigidos hacia una mujer, que miraba la escena con los ojos acuosos.

-Papá...- iba a hablar pero el hombre me interrumpió

-Yo no soy tu padre- escupió con odio. Me iba a acercar a él, pero retrocedió con violencia- ¡No te acerques!

Me di la vuelta para mirar a la mujer, la cual estaba sollozando. Giré mi cabeza hasta dar un espejo, me miré y susurré:

-¿Qué me está pasando?

Me desperté del flashback sobresaltada en un lugar que no conocía. Era una habitación blanca, que me dio la sensación del hospital, pero algo me decía que no lo era. ¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba?

Mi mente iba a seguir formulando preguntas hasta que la puerta se abrió, entrando la chica del tejado y un hombre de pelo negro y un poco de barba.

-Veo que está despierta señorita. ¿Cómo se encuentra?- dijo el hombre con una voz grave y baja

No respondí. No me fiaba de la gente que me llevaba a sitios que no conocía después de desmayarme. Aunque, ahora que lo peinso así conocí a Newt.

Hablando de Newt... ¿dónde está?

Me levanté rápidamente con un poco de angustia y pregunté:

-¿Dónde está él?

-Tranquilícese, no tiene que temernos- se acercó dando un paso hacia mí, pero me levanté de la camilla y le miré amenazadoramente

-No se acerque- continuaba con actitud hostil, en posición de defensa. Noté que un calor muy suave se instalaba en mis pómulos, justo donde estaban los rombos

-Señor Graves, eso es lo que le mencioné anteriormente. Al parecer cuando se pone hostil le salen esos rombos- la mujer habló como si yo no estuviese

-He hecho una pregunta- notaba como mi ira y mi miedo iban incrementando cada vez más. Odio no tener respuestas

-El señor Scamander se encuentra en perfectas condiciones, exactamente en el lugar en el que se encontraban anteriormente, señorita Dallaras- informó el hombre

-¿Cómo me ha llamado?

-La hemos estado investigando y hemos descubierto que su nombre es Adara Dallaras

-¿Qué más conocen de mí?- pregunté con un deje de desesperación en la voz

La señorita Goldstein iba a contestar, pero el señor Garves le hizo un gesto con la mano impidiéndoselo. Inmediatamente le miré inquisitivamente.

-Usted está buscando respuestas, nosotros a un mago llamado Gellert Grindelwald. Ayúdenos a encontrarle y le diremos cuanto sabemos

-Gracias por la oferta, señor Graves- pronuncié su nombre con sorna- pero voy a rechazarla. No volveré a estar atada a las promesas de nadie. Si me disculpan, debo encontrar a mi compañero

Iba a salir por la puerta, con toda la dignidad posible, pero él me sujetó el brazo y me acercó más de lo que me gustaría a él. Pude percibir un delicado olor a menta.

-Si cambia de idea, no dude en buscarme- me lo dijo en voz baja y mirándome directamente a los ojos

Aproveché esa conexión visual para meterme en sus recuerdos. Vi su ascenso a lo largo de su carrera. Este hombre ha conseguido mucho con su esfuerzo, su talento y su poder. Sería conveniente no tenerle como enemigo, así que suavicé mi tono de voz y mi mirada cuando le dije:

-Gracias. Consideraré la oferta- me deshice de su brazo y salí

Tras la puerta había un pasillo con más habitaciones sin prácticamente gente. Eso es muy bueno. El problema es que no tenía ni idea de dónde estaba.

Avanzar hacia donde ponía "salida" podría ser una buena idea, así que empecé por ahí. Me llevó a un ascensor dirigido por un gnomo.

-A la salida, por favor- me miró con muy mala cara y dijo:

-Señorita, no va a salir del edificio- le miré como diciendo: ¿me estás retando? Y él me la devolvió como diciendo: , así que le dije:

-Muy bien. Gracias por su servicio- lo último lo mencioné con sarcasmo. Me dedicó una sonrisa amarga y salí del ascensor.

Un simple gnomo no me va a detener en este sitio.

Decidida fui a la habitación en la que había estado anteriormente, y al girar en una esquina me choqué bastante fuerte con alguien, cayéndome en ello.

-Auch- me quejé. La persona con la que había chocado me extendió la mano diciendo:

-Nos volvemos a encontrar, señorita Dallaras- rodé los ojos y me levanté sin ayuda

-Si usted no me deja salir, señor Graves, saldré por mi cuenta

Puso cara de confusión y le di un muy suave golpe en el brazo con mi hombro. Le iba a dar en el hombro, pero me tendría que poner de puntillas para ello. Me siguió inmediatamente hacia una ventana.

-¿A dónde va?

Cogí carrerilla al ver que estaba abierta y me centré en mi objetivo, dejando de escuchar las advertencias del señor Graves. Mientras corría me quité el abrigo que ocultaba mis alas, pero no lo tiré al suelo porque era de Newt.

-Está loca- le oí decir

Cuando estaba a medio metro de la ventana, salté como un gato con mucho impulso.

Estaba en el aire.

Estaba cayendo.

Mis alas no volaban.

Estaba cogiendo velocidad.

Me iba a estrellar.

Cerré los ojos con fuerza.

PHOENIX• Animales Fantásticos [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora