Capítulo 37

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The Heirs es una de la series que más me tuvo al pendiente. Siempre me había preguntado como sería ver trabajar a Park Shin Hye y a Lee Min Ho juntos y pues esta serie me dio lo que tanto quise. Amé bastante el trama y también los besos. Si no la vieron se las recomiendo, es super genial y también te hará amar al protagonista principal como al secundario. Sin más...
Comencemos...

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Ploy se había encargado de dar un último mensaje a los pobladores antes de su salida de Phuket. Ella había dicho en nombre de Jennie Watchara, que se retiraría del puesto de gobernante. Los pobladores mostraron asombro por lo que escuchaban. Sin embargo, ninguno pudo ocultar su cara de felicidad al saber que ya no serían gobernados por una tirana como ella.

En su comunicado, explicó que durante el transcurso de la semana los pobladores debían decidir si querían o no un nuevo gobernante en Phuket o si preferían entrar a las manadas lideradas por los alfas Tay, Off y Earth. El asombro y la felicidad de los pobladores era cada vez mayor cuando la beta hablaba. Pero cuando ella se disculpó por todo lo acontecido durante este tiempo de gobierno. Ninguno pudo evitar regresar al pasado recordando todo lo que habían tenido que sufrir. El estrés, el dolor y el agotamiento eran sentimientos que experimentaban a diario. La beta mayor no les dejaba ningún momento de libertad. Incluso creyeron que si su vida sería de ese modo, lo único que debían hacer era acostumbrarse o simplemente ceder ante la desesperación y dar su último aliento.

La beta miró a cada uno, una lágrima recorrió su rostro. Al final aquellas personas y cambia formas eran libres. Con una sonrisa en el rostro y sabiendo que el futuro sería un dicha para la manada, ella dio la vuelta, soltando un suspiro caminó hasta Roe. Junto al hombre subió a uno de los barcos. Era hora de destruir el libro actual y el antiguo...

Apenas el mensaje presencial había terminado, todos en la manda se dispersaron. Los pobladores tenían mucho que pensar y debían tomarse su tiempo para hacerlo.

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PAI

Después de un viaje largo y de un ligero descanso. Todos se dirigieron al cuarto de cristal que tenía la mansión, Roe entró a paso lento. Dejó los tres libros sobre la mesa, miró a cada uno en la habitación y se inclinó ante ellos como un saludo de despedida. Él lamentaba de todo corazón dejar a Jane, pero así estaba escrito su historia...

Ploy se despidió de cada uno con una sonrisa rebosante, ella le dijo a Off en un susurro, que al fin podía ser feliz con su omega, que ya no habría ninguna Jennie que se interpusiera en su camino... Ella también se acercó a Jane, le dio un abrazo muy fuerte mientras sollozaba con cada palabra de agradecimiento que escuchaba por parte de la omega. Ploy le dijo que quería darle un regalo, un regalo de despedida. Sin embargo, le dijo que esperara un poco para que su obsequio pudiera estar en sus brazos. Con un último abrazo le pidió que cuidara a su hijo, ya que ella no podría llevarlo a donde iba. Jane no tuvo reparo en aceptar su petición, ella conocía muy bien al niño que salvaron hace un par de años. La omega le dijo que con mucho gusto cuidaría al niño como si fuera suyo, aquello le transmitió tranquilidad a la beta.
Por último, Ploy se acercó a Win y le dijo en voz baja que, a pesar de poseer mucha codicia, Bright había sido un buen hombre. Ella tocó el vientre del beta y con una sonrisa en su rostro le dijo que cuidara de aquel cachorrito que llevaba en su interior. Win mostró una cara de sorpresa al ver que la mujer sabía sobre su condición. Ploy lo tranquilizó con algunas caricias en su vientre. Ella esbozó una sonrisa y le dijo que, a pesar de no tener a al alfa a su lado, él tendría personas que lo cuidarían y lo querrían, al igual que a su bebé. Luego de que ambos intercambiaran sonrisas de tranquilidad, Ploy se colocó al costado de Roe. Ambos volvieron a inclinarse ante los alfas y omegas de las familias. Con una sonrisa en sus rostros, Ploy sostuvo un mechero y lo acercó hasta los escritos. Un fuego azulado comenzó a carcomer los libros. El libro actual fue el que más rápido se desvaneció, quedando así en simples cenizas, sin embargo, los libros del infinito tardaron un tiempo en desaparecer. Al momento en que cada uno estuvo destruido, un brillo rojizo cegó por un instante a los presentes. Pasado unos minutos, cada uno comenzó a abrir los ojos de manera lenta. Pero cuando su vista se aclaró solo lograron ver las cenizas que estaban sobre la mesa. Roe y Ploy habían desaparecido... el desconcierto en ellos fue calmado cuando las palabras de Chimon se hicieron presentes.

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