Capítulo 17 - Un buen comienzo

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Xiao Zhan

Cuando los rayos del sol comienzan a reflejarse a través del vidrio de la ventana, se que he terminado a tiempo.

No pude conciliar el sueño por más que me hubiera gustado hacerlo, no después de... haber visto a Yibo en ese estado. Así que en su lugar después de dejarlo durmiendo en la cama, nos preparé el desayuno esperando a que el día llegara por completo.
Aunque todo es realizado mecánicamente mediante las ordenes de mi cabeza, me resulta difícil no pensar en como encontré al chico que duerme plácidamente -por fortuna- en mi cama. Me resulta difícil no preguntarme...¿Cómo es que llegó a ese estado y... que pudo haber soñado para estar así?

No voy a mentir diciendo que no me volví loco de preocupación cuando sus reacciones no parecían disminuir conforme pasaba el tiempo, porque por mas que yo le acariciara la espalda, le susurrara el tipo de palabras que a mi me tranquilizaban después de tener una crisis o... sencillamente estar ahí junto a él, no se detenía. Solo hasta que, cayó dormido y no estoy seguro de si por cansancio físico o mental, es que sus temblores y sollozos se detuvieron. 

Mientras tanto, él continuó en esa laguna de emociones.

Durante mi estadía en la cocina he pasado la mayor parte del tiempo al tanto del más mínimo ruido. Una sensación desagradable se aloja en mi estómago cuando pienso que puede despertar gritando otra vez o, si no logra descansar lo suficiente y yo no estoy ahí para socorrerlo. Por lo tanto, aunque he pasado mi tiempo cocinando, también lo he pasado al pendiente de Yibo.

¡Y aunque sea cansado hacerlo! Yo... yo de verdad quiero velar por su bienestar, porque de verdad me preocupa. Fue extraño para mi ver a ese hombre que siempre conserva una postura inquebrantable y seria perder los estribos así... sé que todos somos humanos y tenemos nuestros momentos de debilidad, pero Yibo no lucía como la clase de persona que podía perderlos tan dramáticamente. En realidad, nunca creí que tuviera debilidades.

Mucho menos unas tan fuertes capaces de tumbarlo a dormir después de llorar.

Acabo de dejar los platos con comida sobre la mesa cuando, detengo mis movimientos porque un pensamiento cruza por mi cabeza en ese preciso momento:

Hoy vamos a hablar.

Un malestar invade las paredes de mi estómago cuando recuerdo que todavía debo terminar de plantearme como manejaré la situación con Yang Zi. En realidad, yo ya se bien qué decisión voy a tomar y está mas que claro para mi... pero, Yibo merece honestidad y que tenga un panorama completo de nuestra situación.

Por lo tanto, se lo diré todo, absolutamente todo.

Comienzo a preparar el café para Yibo y para mi en lo que dejo correr los pensamientos por mi cabeza.

Tengo claro de entrada que no quiero a Yibo lejos nuevamente. Los días que me obligué a permanecer separado por "bienestar mutuo" siento que solamente me han hecho... bastante mal, a él y a mi. Por donde quiera verlo y por extraño que esto parezca... ¡me gusta ese hombre! No puedo huir de algo que ha comenzado a echar raíces desde que lo conocí y con honestidad... no quiero hacerlo.

Ya no quiero seguir huyendo de lo que mi corazón siente. ¡por favor! ¿hace cuánto tiempo no me he sentido así? Y es que ni con Yang Zi he experimentado estas sensaciones abrumadoras que apagan mi coherencia y ensordecen mis sentidos. Nadie jamás me ha hecho experimentar todo lo que he sentido con Wang Yibo. Eso me asusta y encanta de maneras complicadas de explicar.

Pero se siente tan bien que él sea el único capaz de hacerme sentir estas cosas.
Y lo digo en absolutamente todos los sentidos. Yibo es tan imponente con todo lo que involucre ser él: en su presencia, su hablar, su pensar, su actuar, su apariencia. No me extraña que comenzara a sentir cosas por él, en realidad... está bastante justificado.

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