Xiao Zhan
Han pasado 3 días desde la fiesta.
Milagrosamente, al final después de no ser descubiertos por nadie en el automóvil de Yibo, terminó llevándome hasta mi casa.
El trayecto fue silencioso, pero ciertamente cómodo. Dentro del ambiente se respiraba la paz y tranquilidad que probablemente nos hizo falta a ambos durante el caótico ambiente de la fiesta. Sin embargo, a pesar de eso...
Yo no podía evitar sentirme preocupado al respecto.
Una sonrisa coqueta baila en los labios del empresario, pero no quita su vista del camino. –Ah vamos –llama, conduciendo. –vas a decirme que... ¿de verdad no te gustó hacerlo en público?
Estaba demasiado inmerso en mis pensamientos que, su pregunta, además de ser atrevida hasta los límites me pone la carne de gallina. Porque sinceramente, no esperaba que iniciara una conversación entre nosotros así.
Las sombras que proyectan las luces sobre el contorno de su rostro me roban el aliento un par de segundos. Aquellos ojos rasgados me miran con entereza, me roban la poca cordura y estabilidad que poseo...
De todas formas me las arreglo lo mejor posible para contestar.Pongo los ojos en blanco, rogando que el sonrojo en mis pómulos sea bien difuminado por las sombras oscuras de la noche. –¡El detalle no está en si lo disfrutaste o no, idiota! Es que está mal. –no puedo evitar mirarlo incrédulo cuando la sonrisa se ensancha todavía más. –Hablabas de seguridad... ¡pero estuviste a punto de que nos metiéramos en un problema gigante!
Yibo se encoje de hombros con indiferencia, sus ojos siguen en el camino. –No es para tanto. –opina, aun sonriendo. –tenía bien manejada la situación.
–¿Cómo se supone que manejas la situación de esa forma? ¿Qué es lo que estabas solucionando realmente con...? –inquiero, quedándome en silencio unos momentos. Quiero referirme específicamente a ese momento donde se vio jodidamente sexy haciéndome un sexo oral, o cuando estaba moviendo la cadera contra mis nalgas en un ritmo caóticamente excitante... pero... tenerlo aquí y hablar de eso tranquilamente aún...
Aún me pone nervioso.
La ceja de Yibo se arquea curiosa y divertida, porque sabe la razón por la que precisamente me he quedado a medias. –¿Si, Zhan? –inquiere. –¿de que momento hablas específicamente, cielo?
El apodo cariñoso me derrite lentamente por dentro, pero todavía no borra la sensación vergonzosa que punza contra mis entrañas. En su lugar, me aclaro la garganta y me pierdo en el paisaje nocturno de la ventana. –Olvídalo. –farfullo, tratando de controlar el sonrojo en mis mejillas.
No puedo verlo, pero Yibo ríe con un tono ronco de voz. Después, siento como sus dedos largos se entrelazan con los míos. En automático eso devuelve mi vista hacia nuestro agarre y después, lo miro a él.
El semáforo de ha colocado en rojo, así que pequeños motes de luz roja iluminan parcialmente los contornos de su rostro. Tiene un brillo cálido pero atrevido en sus ojos, pero no deja de mirarme. Me tortura dedicándome por completo su atención...
Susurra. –El punto de todo eso, era despejar tu cabeza. Quería que te olvidaras de la extraña experiencia de verme actuando como el prometido de otra persona a la que no amo –sus cejas se suavizan. –otra persona que no eres tú, Zhan. Porque si tu fueras mi prometido –se lleva una de mis manos hacia su boca, y deposita un suave beso con sus cálidos labios en los nudillos de mi piel. Siento escalofríos. –definitivamente no tendría que fingir nada.
Aunque sé que está siendo dulce conmigo, mi instinto me pide que juegue un poco con él. Arqueo la ceja burlón, y ladeo la cabeza hacia él. –¿Porqué? ¿Por qué te resignarías más rápido conmigo?
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Atado A Ti
FanfictionWang Yibo, siendo uno de los herederos del gran imperio Wang, se ha encargado de abrirse paso mediante su carácter, dinero y poder. Es por esa razón que debe contraer matrimonio con su antigua amiga de la infancia, Yang Zi, quien es también hija de...