Atado A Ti

Capítulo 52 - Cielo, Mar y Estrellas.

Xiao Zhan estaba increíblemente nervioso. Y también emocionado. Después de todo, era de las pocas veces que Yibo y él conseguían un tiempo a solas después de que las cosas volvieron a la normalidad.

El trato entre ambos para no tener preocupaciones, fue dejar a Mei-mei solo por este fin de semana a cuidados de su tía Lu. Precisamente, sirvió como excusa para darle una última visita a la pelinegra antes que se fuera por motivos de trabajo. También, aprovechaba a pasar un rato agradable con su nueva sobrina favorita.

Se adentraron entonces a las cómodas y claras calles del vecindario. Las hileras de casas blancas le daban un toque todavía más tranquilo al ambiente. Y de repente, cuando Zhan estaba viendo por la ventanilla del auto el paisaje, un pensamiento floreció en su cabeza:

"... Una vida en un lugar así, definitivamente sería lo ideal"

Pero tan pronto llega, lo dispersa sacudiendo suavemente la cabeza. Yibo no fue ajeno a esto y mientras conducía, giró la cabeza un momento hacia el menor.

–¿Qué pensaste? –preguntó, directo. Una de las ventajas de ahora estar casi todo el tiempo juntos, es que, de hecho, ya conocían a la perfección porque y cuáles eran sus reacciones.

Zhan maldijo internamente cuando pasó esto.

Como sabía que Yibo esperaba una respuesta, terminó por inhalar profundamente entre dientes mientras dejaba caer los hombros. –Nada importante. –quiso restarle importancia. –solo, creía que una vida en un lugar así, sería bueno. ¿Sabes? Luce como la clase de vecindario tranquilo en donde...

Yibo completó por él, justamente estacionando el automóvil a un costado de la acera. –Donde hacer una familia. –Zhan se tensó a su costado, mirándolo con los ojos bien abiertos. Una sonrisa ladina rompió en el rostro del mayor. –¿No es así?

Al cabo de unos segundos, con un sentimiento cálido floreciendo en su pecho, Zhan asintió suavemente.

–Sí. –admitió. –era justo eso.

Yibo no abandonó su sonrisa cuando apagó el automóvil, como si estuviera sosteniendo una clase de broma privada en su cabeza. Por tanto, no lo externó. Giró entonces su cabeza, hacia donde estaba una curiosa niña de ojos negros admirando el paisaje entre los dos asientos.

–Mei-mei. –la llamó Yibo, obteniendo su atención. –Llegamos a casa de tía Lu. ¿Estás lista?

Mei-mei sonrió ampliamente, asintiendo. –¡Sí! –rápidamente, se tiró a los asientos traseros recogiendo los juguetes que había traído con ella, que se resumía en el particular conejo que le regalaron de la mansión de Yunxi... y un león. –Mei-mei está lista, Die.

Fue turno de Zhan de girar a verla, con una sonrisa amorosa. –De acuerdo, ahora préstanos atención. –Ella se reacomodó mientras sostenía fuertemente ambos peluches contra sus brazos. –te quedarás esta noche con la tía Lu. Mañana temprano papá y yo iremos por ti.

La niña ladeó suavemente la cabeza. –¿Será como una pijamada?

Yibo asintió sonriendo. –Mnn. Será como una pijamada. Entonces, debes portarte bien y hacer caso a todo lo que ella te diga.

Naturalmente, ella asintió obediente. –Mei-mei lo hará. –aseguró, con una sonrisa. –se portará bien con la tía Lulu.

Zhan y Yibo sonrieron más tranquilos al respecto. Después de eso, todos bajaron con una pequeña maleta y se dirigieron hacia una de las casas cercanas.
La preocupación de Zhan era porque no dejaban a la niña sola con cualquier persona. Y, aunque Lu fuera su mejor amiga y le tuviera una confianza casi ciega... solo estaba preocupado por la menor. Era de las primeras veces que ella accedía a quedarse con alguien más que no fuera ellos o con la misma Feng-mei.