Capítulo 49 - Bálsamo

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Xiao Zhan

Si hace 5 años me hubieran dicho, que mi vida estaba a punto de cambiar... probablemente, no les hubiera creído.
No había motivos para que eso ocurriera. Yo no permitía cambios demasiado bruscos en mi día a día... porque me sentía cómodo en esa monótona soledad que me rodeaba. La compensaba con lujos mundanos y actividades que me encantaba hacer, como cantar.
De repente sentía que esos días en soledad, esas noches donde mi cama se sentía demasiado grande y fría... valían la pena, sí. Por lo menos... hacía aquello que me gustaba.

Pero nunca fue realmente suficiente.

Y solo me di cuenta hasta que compartí el calor de mis sabanas con alguien más. Hasta que de pronto no veía un espacio vacío... si no que, me encontraba con unos ojos llenos de calidez y amor.
Cuando escuchaba su suave risa, cuando sentía su toque contra mi piel...

Cuando lo escuchaba decir que me amaba.

Solo ahí comprendí que todo lo demás no valía la pena, si él no estaba conmigo.

Hay un silencio amedrentador en la sala de espera del hospital privado. He perdido la cuenta de cuantas veces he estado en estos lugares, esperando por unos resultados. Siempre... todos ellos... son de mis personas amadas, a punto de morir.
No he querido salir de aquí desde que llegamos. Por lo tanto, todavía tengo la ropa empapada de sangre y también las palmas de mis manos.
Aunque la sangre está seca... yo...

Yo todavía puedo olerla perfectamente.

Mi vista recorre levemente el perímetro, topándome con varios rostros conocidos. Aquí están... literalmente, todos. Incluso la mismísima Yang Zi y Yunxi.
Los chicos están sentados en las bancas de espera, con la mirada perdida y los nudillos presionando contra su estómago. Lucen igual de enfermizos que yo... o quizás un poco más.
En especial Hai-kuan.

Hai-kuan sin embargo, no está sentado. Este permanece mirando a través de la ventana... y quizás, me atrevería a acercarme para darle un poco de consuelo de no ser por dos razones:
Tiene la mirada perdida, carente de brillo y color... justo después de haber asesinado a su padre.
Y también, siento que mi consciencia está hecha mierda.
Por lo tanto, solo me limito ver el perfil anguloso que comparte características con Yibo. El traje desaliñado le da un aspecto solitario, triste y confuso... como si no entendiera que está haciendo aquí.

... Yo tampoco lo hago.

Pero independientemente de eso, no pasa desapercibido para mí como es que... algo no está bien con Hai-kuan. Sigue siendo la misma persona metódica y fría por fuera... pero, algo parece haberse roto dentro de él.
Y me asusta preguntarle, como también me preocupa. En caso de que Yibo salga... ¿qué dirá si ve a su hermano así?

Personal del hospital atraviesa los largos pasillos opacos, atendiendo a los que se encuentran ya en cuartos o si ocurre alguna emergencia. Desde entonces, no he parado de observarlos. Desde el momento en que el amor de mi vida cruzó las puertas de la sala de operaciones...

No he dejado de mirar hacia allí.

Por otro lado, Delta y Phantom están cerca del grupo. Tienen su usual expresión dura, pero... hay una clase de brillo angustioso en sus ojos. Desconozco que tanto habrán profundizado en su relación con los Wang... pero... es increíble saber que incluso están aquí, preocupados por la vida de uno de ellos.

Yunxi hace rato que dejó de intentar acercarse a Hai-kuan. Lo observa sentado en la fila de asientos metálicos, girando cada tanto solo para asegurarse si... su amigo sigue ahí, o se habrá derrumbado finalmente. Yang Zi lo acompaña al costado.

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