Atado A Ti

Capítulo 29.2 - Laotong

Laotong: es un tipo de relación en la cultura china que se practicaba anteriormente en Hunan y que unía a dos niñas por la eternidad como hermanas gemelas.

Cuando todos tomaron asiento en la mesa del comedor, había un silencio bastante tenso. Mas porque, ahora que se conocían las verdaderas identidades de la señora Xiao y de Yibo, nada era como antes.

Dentro de algún momento dejó de tratarse de una visita a conocer a la madre de Xiao Zhan. Porque, cuando las sospechas de la mujer mayor fueron confirmadas... el mundo se le vino encima.

–Tu padre. –demandó la Sra. Xiao, mirando fijamente a Yibo y rompiendo la distancia entre ellos. –¿Cuál es el nombre de tu padre?

La mandíbula de Yibo comenzó a temblar. Precisamente, sin saber la razón detrás de querer saber el nombre de su padre. ¿Qué es a lo que quería llegar la madre de Zhan? No lo comprendía... y eso lo ponía... nervioso.

¿Quizás de verdad conocía a Wang Aarón?

Zhan y Yibo se miraron dubitativos, sin saber que hacer en primera instancia. Por supuesto que la mujer frente a ellos notó que ambos estaban contrariados, entonces... tuvo que respirar profundamente.

Una de sus manos fue hacia el brazo izquierdo de Yibo, dando un apretón suave. Enseguida obtuvo la completa atención del empresario quien, miró el toque extrañado.

–Por favor. –pidió. –necesito saber quiénes son tus padres. Porque, creo que conozco a ambos...

La garganta de Yibo se cerró, y fue como si hubieran sacudido su de por si frágil mundo con un par de palabras. Mientras eso ocurría, Zhan abrió los ojos boquiabierto y solo su mirada era suficiente para hacer notar lo confundido que estaba.

El pelinegro miro a su madre. –¿Mamá...? –inquirió, con un leve temblor en la voz. –¿Hablas enserio?

–Necesito saber el nombre de tus padres. –indicó ella como primera instancia. Aún tenía ese dejo de tristeza en los ojos, pero se veía firme. –no puedo asegurar nada hasta no saberlo. Y, primero necesito saber el nombre de tu padre.

Yibo ni si quiera lo pensó dos veces ante la posibilidad que alguien hubiera conocido a su madre. Se aferró a la posibilidad, como un náufrago en el mar.

–Wang Aaron. –respondió Yibo. Los dedos le temblaban, se sentía increíblemente inquieto...–Y mi madre...

–Tu madre se llamaba Wang Li. –terminó ella por él. Y solo en ese momento las cosas terminaron de colisionar.

El pelinegro casi se cae de espaldas.

Yibo se sintió mareado. La presión en su pecho terminó por despedazarlo...

Y la mirada que la señora Xiao observó en quien sospechaba, era el hijo de la chica que ella conocía... terminó de despejar todas sus dudas.

Un suspiro tembloroso escapó de sus labios y después, pensó que había mucho al respecto de que hablar. Su mirada fue hacia sus espaldas y con un pequeño movimiento de cabeza, una sonrisa amable y ojos desolados, dijo:

–Acompáñenme adentro. Regresó lentamente tas sus pasos. –pongámonos cómodos. He preparado fideos y guisado, tenemos toda la tarde para hablar al respecto.

A esas alturas, sería muy tonto para Xiao Li no darse cuenta que el chico que tenía frente a ella, era el hijo de aquella chica que conoció en su juventud.

Minuciosamente, con la correcta observación se podía encontrar pequeños rasgos ligeramente parecidos, como los ojos, o la sonrisa.
Sin embargo dentro de todo, también tenia los rasgos del hombre que ella maldecía en silencio todos los días durante muchos años. Ese que, destruyó la vida de una joven niña.