Atado A Ti

Capítulo 36 - Esperanza

Wang Yibo.

Hai-kuan y yo permanecemos quietos durante un largo rato. Principalmente, porque él no ha dado indicios de moverse. Cuando pareciera tomar iniciativa, lo sigo.
Tiene una sonrisa amigable en el rostro cuando saluda despreocupadamente al chico del escritorio. Ambos se dan un fuerte apretón de manos y un abrazo.

–Qué bueno es verte después de un tiempo. –comenta Hai-kuan con una sonrisa. Cuando se separa, hace un ademan señalando a mi dirección. –Principalmente, creo que ya debes de conocer a mi hermano.

Mi expresión confundida lo dice todo, porque claramente yo no recuerdo haber reconocido a esta persona en mi vida. Sin embargo, el contrario sonríe mientras asiente.

–Por supuesto. –dice. Mete las manos en sus bolsillos y se direcciona a mi posición con expresión tranquila. –Pero no creo que él me recuerde. Quiero decir, estaba demasiado alcoholizado cuando lo transportamos de regreso a su casa.

Entonces los recuerdos vienen a mi repentinamente en un flashback. En mi cabeza, soy medianamente capaz de rememorar las imágenes borrosas con respecto a Luo Yunxi. Recuerdo que estaba cerca de un puente en mi motocicleta, estaba ebrio, hacía mucho frío... y entonces, él apareció junto con mi hermano en una camioneta negra.

"...Oh".

–Oh... –repito. Cambio mi pierna de apoyo a la contraria, y observo a ambas personas en la habitación. Los dos sonríen. Eso me da escalofríos. –Entonces... –mi mirada regresa a Yunxi. –Eres quien me recogió junto a mi hermano esa noche después de la boda.

Yunxi inmediatamente asiente, aun sonriendo gentilmente. –Exactamente. –no es la misma clase de aura tranquilizadora como la de... Xiao Zhan. Pero, sigue transmitiendo calma. –Que buena manera de finalizar tu vida de soltero. –comenta, con una mirada burlona.

No me ha hecho ni puta gracia, y, de hecho, aumenta mi mal humor. ¿Pero puedo decir algo al respecto?
Mi ceño fruncido habla por mí. –Ah. –exclamo.

A pesar de eso, Yunxi sigue sonriendo. Ahora se dirige a mi hermano y hace un pequeño movimiento con su brazo en dirección a las sillas del escritorio. –Hai-kuan, no era broma. Por favor tomen asiento y siéntanse cómodos. Tenemos muchos asuntos de qué hablar.

Mi hermano inmediatamente le hace caso mientras suelta una pequeña risa avergonzada. Pero yo no me he movido de mi lugar. Es notable el contraste de comportamientos en el lugar por lo que ambos me miran inquisitivos... pero, Hai-kuan se nota un poco tenso.
Su voz es una advertencia. –Yibo, toma asiento. –me llama.

Pero sigo sin moverme.

No he dejado de analizar todo lo que mis ojos me permiten del lugar. He observado detalladamente desde las pequeñas decoraciones que existen en el escritorio y librero de Yunxi hasta los colores que visten la habitación. He detallado en las ropas costosas que viste y los lentes delgados que reposan en el puente de su nariz.

He tratado de estudiarlo minuciosamente lo mejor posible... porque, aunque mi hermano lo conozca, yo no confío en él. ¿Por qué debería?
La insidiosa voz de mi cabeza me recuerda las palabras de Hai-kuan remarcando que es nuestra única alternativa para salir de nuestra complicada situación. Pero dentro de todo, temo que solo nos estemos metiendo en cosas mucho peores tratando de salir de nuestro hueco.

No tengo otra manera de averiguar las cosas por mi cuenta aquí, así que solo soy directo. No he abandonado mi postura ni mi mirada cuando hablo con Yunxi.

–Mi hermano confía en ti. –comienzo, pero él no se mueve. –Supongo que es por los años de amistad o porque conoce lo suficiente de ti... pero yo no lo hago. –concluyo, encogiéndome de hombros. Hai-kuan respira entre dientes aún en el asiento, pero lo ignoro. Me enfoco en Yunxi. –No sé quién eres ni por qué quieres ayudarnos. Nuestra relación... –la manera irónica que he utilizado para describir nuestro acuerdo me arranca una sonrisa ladina. –Puede mejorar considerablemente si me dices quién eres y qué quieres a cambio.