Kenji Ishikawa es un adolescente Otaku al que le gustan los videojuegos siendo su favorito un MMORPG llamado La Leyenda de Yggdrasil basado en el árbol de los mundos de la mitología nórdica. Kenji no sale mucho de casa, pero un día decide salir y en...
-Oigan, escuchen esto que dice en el libro- dice el espadachín llamando a sus amigos quienes rápidamente se le acercan.
“Hubo un momento en la historia en el que dioses, semi dioses, humanos y demás criaturas convivían juntos, sin embargo habían quienes por el hecho de que los dioses fuesen más poderosos que cualquier otro no aceptaban está convivencia, entre ellos había un joven que deseaba ser más poderoso que los mismos dioses, su nombre era Kanaye.
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Esto claramente tenía un motivo, dicho motivo se hallaba en el pasado de Kanaye, concretamente en el día en el que perdió a su familia, lo que provocó que este culpase a los dioses con el pensamiento de que estos les habían abandonado a él y a su familia por lo que desde entonces buscó venganza en contra de los dioses.
Sus deseos de venganza llegaron a oídos de aquellos proclamados como enemigos de los dioses, quienes le ofrecieron poder y fuerza, pero esta aún no era suficiente, por lo que Kanaye investigó hasta que se encontró con la magia prohibida, pronto se convirtió en un gran usuario de dicha magia, pero para él su poder aún era insuficiente para enfrentar a los dioses, por lo que siguió su investigación hasta que se halló con un ritual que involucraba a antiguos espíritus malignos, a los cuales les entregó su humanidad y su ser a cambio de poder, poder con el que casi derrotó a cada uno de los dioses.
Sin embargo, este sucumbió y tanto él como su monstruoso poder terminaron sellados y dispersos en el multiverso con la intensión de algún día regresar por aquello que en ese entonces no consiguió, nuevamente sediento de poder y venganza, y esta vez los dioses poco podrán hacer, pues aquella derrota de Kanaye también supuso un alto precio para los dioses, quienes ahora vagan por distintos lugares del multiverso”.
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-Todo comienza a tener más sentido- dice la vampiresa tras escuchar lo que decía el texto. -Es cierto, aunque no nos explica cómo podemos evitar que encuentre los demás sellos- dice Amaya pensativa.
Tras esto, todos se quedaron pensativos respecto al tema de los sellos. Un rato después Sakura se acerca a su hijo quién se hallaba pensativo en medio de la sala.
-Hijo, si buscas una respuesta, debes usar todos los medios a tu disposición, no sólo te quedes ahí matando neuronas- dice la madre mientras toma a Kenji de una oreja -Y más te vale que cuides mucho de Himawari y de tus amigos, todos son buenas personas y se nota que te tienen mucho cariño- agrega. -Tienes razón mamá, debo usar cada medio a mi disposición… Y lo sé, ellos son ahora para mí parte de la familia- dice el joven mientras regresa a la realidad. -¡Ah! Y más te vale pensar bien a la hora de tomar decisiones, quiero nietos y quiero verlos crecer- dice la madre con un tono sarcástico y amenazante. -No sé si sea el mejor momento para hablar sobre nietos, pero la verdad no estaría nada mal- dice el joven entre risas.
Sin darse cuenta, Kenji y sus amigos se hallaban cada vez más cerca de la verdad y de grandes hazañas a la vez que momentos difíciles, pero aún así se mantendrían fuertes y unidos mientras seguían las pistas que los llevaban más cerca de la verdad que deseaban conocer.
