Capítulo 24: A La Luz Del Atardecer

10 4 8
                                    

Luego de que Kenji y Himawari llegaran a la posada, cada uno de los integrantes del grupo comenzaron a revisar los libros que estos dos habían llevado, para cuando terminaron encontraron que en su mayoría hablaban de cómo mejorar el manejo de la magia y de varios hechizos de cada uno de los tipos de magia, por lo cual cada uno tomó uno de los libros del tipos de magia elemental al cual eran más afín, Kenji el fuego, Sadashi el aire, Amaya el agua, Himawari la tierra y Satoshi la oscuridad, además de esto Kenji también estaba estudiando aquel misterioso libro escrito en japonés.

Así luego de dos semanas estudiando hasta el más mínimo detalle de dichos libros, estos pusieron a prueba sus nuevos conocimientos en sus entrenamientos y así pasó otro mes de un difícil entrenamiento, para cuando el mes terminó estaban todos reunidos en uno de los cuartos de la posada y entonces Kenji tomó la palabra.

-Bueno chicos, ahora que hemos dominado las habilidades que venían en los libros creo que es hora de tomarnos unos días de descanso, yo creo que con 3 bastará- dijo observando a sus amigos.

-Yo estoy de acuerdo, así podremos aprovechar para reaprovisionarnos- dijo Sadashi con un tono de voz alegre.

-Sí, y yo podré vender las pociones mágicas que hice para llevar al mercado y además comprar más de las que nos faltan- dijo el mago interrumpiendo en la conversación.
-Sí, tienen razón… Pero luego del descanso les hablaré sobre el libro misterioso, he terminado de estudiarlo… Pero por ahora descansemos- dijo el espadachín mientras observaba sus cosas.

Luego de esto todos comenzaron a irse hacia sus habitaciones hasta que sólo quedaron Kenji y Himawari quien ya iba saliendo cuando Kenji la detuvo.

-Oye.. Himawari… Este…- decía él bastante nervioso.

-¿Sucede algo?- respondió ella confundida.

-Este.. No… Bueno sí… Bueno… ¡Agh!- dijo el chico aún más nervioso -Quería preguntarte algo- agregó más calmado.

-Adelante, dime- respondió la chica con curiosidad, a lo que se vio a Kenji tomando aire.

-Este… ¿Quisieras… Quisieras tener una cita conmigo mañana?...- tras preguntarlo el rostro de Kenji cambio de su habitual tono de piel morena a un inesperado tono rojo, casi como un tomate.

-…¡Sí!... ¡Me encantaría!- respondió la chica bastante emocionada y con una notoria felicidad.

Así mismo, al día siguiente ambos bastante bien arreglados se encontraron para su cita; ambos se notaban nerviosos al principio pero esto cambió con el pasar de los minutos, y así pasó todo el día hasta que llegó el atardecer, para este momento luego haber visitado un montón de lugares y haber comido juntos Kenji llevó a Himawari a la cúpula de una de las torres de la ciudad desde la cual podían apreciar el atardecer claramente <<Muy bien Kenji, has esperado y te has preparado para este momento durante mucho tiempo, compórtate y no lo arruines>> pensó el chico mientras que sacó de su bolsillo un pequeño estuche que contenía un collar que había comprado para la chica sin que esta lo notara, y decidido se acercó a la chica quién habló antes de que Kenji pudiera hacerlo.

-Hoy me divertí mucho… Gracias- dijo ella con una pequeña pero tierna sonrisa.

-Me alegro que te hayas divertido- dijo él bastante feliz, y entonces su rostro se vio un poco más serio a pesar de que se le notaba nervioso -Oye.. Himawari…- agregó.

-Dime- respondió ella mientras observaba el atardecer.

-Este… Te compré un regalo… Espero que te guste- respondió el chico entregándole aquel regalo.

-…¡Es hermoso!... ¡Gracias Kenji!- respondió la chica luego de abrir el regalo.

-Me alegro mucho de que te hay gustado- dijo él más calmado -Además quería decirte algo- agregó.

-Dime, ¿Qué sucede?- respondió la chica.

-… Este… Bueno… ¡Me gustas mucho!... Y quisiera saber si tú… si tú… ¿Quieres ser mi novia?...- respondió el chico más nervioso que nunca.

Al escucharlo, Himawari no pudo evitar sorprenderse y que salieran un par de lágrimas de alegría desde sus ojos para luego responder a las palabras de Kenji.

-…¡Sí!... ¡Sí quiero!...- respondió la chica muy emocionada para luego lanzarse repentinamente sobre Kenji para abrazarlo mientras se unían en un beso con el cielo de aquel atardecer a sus espaldas.

Así mismo, todos los demás los vieron con asombro cuando estos llegaron a la posada tomados de la mano.

-Parece que hoy sí nos perdimos de algo interesante- dijo Satoshi entre risas.

Mientras tanto, aquel libro seguramente ocultaba algo importante.

Betsu no Sekai deDonde viven las historias. Descúbrelo ahora