Capítulo 22

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— Debes estar bromeando. —Concluyó el alfa Min después de unos minutos.

Jungkook se esperaba una reacción similar a esa, es decir, Soyeon le miraba totalmente incrédula desde hace varios minutos.

— Solo... No quiero irme ahora, ¿Entiendes? —Aclaró encogiéndose de hombros.

— ¿Entonces cuándo?, ¿Crees que todos los asuntos en Seúl estarán esperando pacientemente hasta que se te venga en gana regresar? — Mencionó la rubia con molestia.

— Aunque regresara justo ahora, estaría encerrado hasta que llegase el momento adecuado, ¿Cuál es la diferencia si estoy aquí? De todos modos, nadie más tiene idea de dónde me encuentro. —Argumentó.

— ¿Y si alguien aquí tiene algún trato con Baek? Me niego a aceptar que apareciste aquí por pura casualidad. —Rebatió la alfa.

Y realmente Jungkook no quería darle vueltas a esa pregunta, así se la haya hecho el mismo día en el que despertó dentro de la casa de Dalbich.

— Cuándo desperté aquí, no lo hice en los terrenos de este viñedo. —Ese comentario llamó su atención. —Es decir, en teoría sí pertenecen aquí, pero no es un área que se encuentre delimitada.

— ¿Una zona abandonada? —Jungkook asintió.

— Aun así... —Continuó Soyeon.

— Las personas aquí son amigables, me han ayudado en todo lo que he necesitado desde que llegué. —Comentó. — Si tuviesen intenciones de hacerme daño, ya lo habrían hecho.

— Sigo sin fiarme de ellos. —Reprochó la alfa, cruzando sus brazos frente a ella. —Hay muchos que saben cómo esconderse como lindas y tiernas ovejitas. No puedes ser tan ingenuo.

— Soyeon, basta. — Detuvo Yoongi.

Ella le miró molesta, pero no volvió a abrir la boca para nada. Tan solo se mantuvo tensamente sentada, con los brazos y piernas cruzadas observando con desconfianza el ir y venir de los meseros e invitados.

Jungkook masajeó su nuca, sintiéndose incómodo de repente. A lo lejos divisó a Taehyung inmerso en sus tareas, a Jimin cerca de él y a Jin al otro extremo de la carpa.

Buscó vagamente a Irina con la mirada, encontrándola platicando animadamente con uno de los inversionistas que vio con Taehyung hace un par de horas. Un mal presentimiento se instaló en su pecho.

— Ahora vuelvo. — Se levantó. — Aún falta un par de horas para que esto termine, ¿Por qué no van a disfrutar un poco?

— Vale. —Dijo Yoongi, sin demasiadas ganas, antes de que llevara sus pasos a la mujer con vestido rojo.

Abrochó el botón de su saco mientras caminaba, y no se detuvo hasta llegar justo a un lado de la mujer. Ella no pudo prever su llegada debido a que se encontraba dándole la espalda, y estaba demasiado concentrada en otras cosas como para notar la fragancia que poco a poco se acercaba.

— ...no creo que sea conveniente justo ahora. —La escuchó decir. — Le queda muy poco tiempo como para invertir en él. Al final tan solo sería una enorme pérdida monetaria.

Se colocó a su lado, lo suficientemente cerca como para que ella lo notara.

— Por fin te encuentro Irina, te estuve buscando. — Comentó con falsa alegría. Notó cómo se sobresaltó de una forma apenas perceptible, que si no estuviera tan cerca no lo habría notado, pues recuperó la compostura de inmediato y se giró a él con aire despectivo.

Separó sus labios para hablar y soltar, probablemente, algún comentario mordaz. Pero el inversionista frente a ellos se adelantó.

— Y yo lo estuve buscando a usted, joven alfa. — De inmediato, Jungkook se giró a él completamente confundido y analizó al hombre rápidamente.

Vendimia || KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora