Aquel día era frío, el viento corría con exuberante fuerza a través del bosque y golpeaba con todas sus energías la cabaña. Algunas veces, la madera solía crujir, lastimada por su continua batalla, por lo que el alfa no se sorprendería si en una de esas los tablones de madera terminaran por ceder.
Al final, Baekhyun había tenido que mantenerse en ese lugar por un poco más de tiempo del previsto. Aun no se habían logrado que Chanyeol cambiara a su forma lobuna y Devorah había notado que la presencia de Baek le hacía bien, por lo que le había pedido que se quedase.
Por lo tanto, había aceptad hasta que lograra cambiar, puesto que no podía, de ninguna manera, quedarse ahí por más tiempo. Tenía demasiados asuntos que arreglar en Corea y su presencia era totalmente obligatoria.
Los demás ayudantes de Devorah habían salido ya hace varias horas a cazar su comida y a realizar algunos encargos de ella, por lo que todavía faltaba un buen tiempo para que regresaran. Mientras tanto, ella se mantenía recluida en la zona que tenía más similitudes a una cocina, ensimismada en su trabajo.
Aquella tarde realizarían un ritual especial que prometía ser el definitivo para dar el primer paso en la recuperación del chico. Devorah había explicado que la fase de la luna era un factor determinante y aquella noche entraría la fase adecuada: Luna Nueva.
A su parecer, Chanyeol no tenía ningún avance, pero los demás insistían en que sus mejillas habían recuperado un poco de su color, sus respiraciones eran menos débiles y ya no se veía tan pálido como cuando llegó.
Baekhyun lo observaba detenidamente desde su lugar. Y su aburrida mente pensaba en cómo habría sido la personalidad que le caracterizaba, cuáles eran las cosas que le gustaban y qué era lo que solía hacer. El padre del muchacho no le dio esta información debido a que era irrelevante, y el alfa estaba seguro que eso había sido porque simplemente no la sabía. Típico de los adictos al trabajo.
«¿Podría adaptarse a su nueva vida una vez que despertara?» Se preguntaba constantemente, lleno de curiosidad.
Apartó su mirada y se talló los ojos con las yemas de sus dedos. Se sentía cansado, a pesar de haber dormido las horas necesarias. Escuchaba el fuerte ruido del aire golpear las paredes, y recorrer su camino a través de los árboles y arbustos, el susurro de los diversos ingredientes ser golpeados en un cuenco por Devorah y el débil y el casi inexistente sonido de la respiración del otro alfa.
Se levantó y estiró sus músculos, exhausto de no hacer nada, y se encaminó hacia Devorah para observar lo que hacía: había formado una extraña pasta verdosa de aspecto asqueroso.
— Falta poco para que el ritual pueda ser llevado a cabo. — Mencionó. — Y ahora solo faltan los últimos preparativos. ¿Podrías prestarme tu mano un momento, por favor?
Baekhyun extendió su brazo izquierdo y ella lo tomó firmemente. Con una pequeña aguja pinchó la zona cercana a su muñeca y pronto una gota de sangre de un tono rojo brillante comenzó a escapar por su piel. El alfa no se quejó, cada día ella solía pedirle una cuantas gotas de sangre, alegando que eran necesarias para las recetas que ella solía hacer diariamente.
Cuando unas cuantas gotas ya habían caído sobre la mezcla, Devorah finalmente soltó su brazos y continuó mezclando aquella sustancia...
El viento comenzó a menguar con el paso de las horas hasta que se convirtió en una suave caricia que atravesaba el bosque.
Cuando la tarde comenzaba a caer, los ayudantes de Devorah atravesaron la puerta cargando algunos conejos y lo que parecía ser un venado. De inmediato, comenzaron a ayudarla en lo que ella necesitaba mientras que Baek prefería mantenerse al margen observando vagamente sus movimientos.
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Vendimia || KookV
Fanfiction| Finalizada | Jeon Jungkook, acostumbrado a una vida sin conocer el cansancio y el esfuerzo, creció en el seno de una familia poderosa que le proporcionaba todo lo necesario para alcanzar sus metas. Como próximo líder de una de las cadenas de resta...