28. Problemas

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-Bruce-. Dijo Lena en tono inaudible haciendo que él sonriera de manera amplia.

Roulette tomó asiento deliberadamente en el sofá a espaldas del hombre observando como su más fiel acompañante miraba a Lena embelesado.

-Nunca imaginé volver a ver a la hermana de mi enemigo-. De forma gentil le ofreció que tomara asiento para entablar de manera correcta la conversación.

Lena sin remedio alguno hizo lo que Bruce indicó siendo imitada por él, con un aire tranquilo apoyó su espalda en el respaldo de la silla mirando con atención la oficina.

-Hubieron cambios, me gustan-. Examinó cada cosa con determinación.

-¿A qué se debe tu visita?-. Frunció el ceño mostrando superioridad atrayendo la mirada del hombre frente a ella.

-Lena, no seas dura conmigo solíamos llevarnos muy bien-. Cruzó sus dedos manteniéndolos sobre el escritorio sin dejar de sonreír.

-Bueno si te acuerdas de ello seguro también recordarás que detesto que vayan alardeando sin decir directamente a lo que han venido-. Dijo Lena alzando una ceja.

El rostro del hombre se volvió serio, típico de él antes de hablar con intimidación. Lena solía conocer ese porte frío y sombrío pues llegó a utilizarlo en temas tanto laborales como personales.

Y a decir verdad hoy no le brindaba ese miedo que antes de pequeña obtenía de ella. 

-Tengo entendido que tu hermano está prófugo, y acorde a sus deudas aún me debe algunas así que por ello estoy aquí-. Lena sin comprender miró detrás del hombre notando a Roulette recargarse en el respaldo de su sofá con una mano reposada en el antebrazo del mismo.

-Al parecer no sabías, me lo dice tu rostro, bueno resulta que también gracias a Verónica me he enterado que piensa venir hacía acá en unos, diez minutos. Ya sabes a, intentar engendrar miedo-. Hizo un gesto desigual comenzando a reír como si alguien le haya contado algún buen chiste.

Tranquilizando su risa volvió a su porte recto y sereno.

-No vengo a cobrar dicha deuda haciéndote daño Lena, sólo quiero que, trabajes para mí-. Dijo llevando su mano a la altura de su mentón.

La azabache no pudo evitar fruncir el ceño ante la petición, era raro que el mismo Bruce Wayne pidiera ayuda.
Aunque a Lena le convenía tal asociación, personalmente hablando.

-¿Haciendo qué exactamente?-. Dijo provocando en Bruce una sonrisa de victoria.

...

-Esto está listo, debe desinfectar la herida y tomar estos antiinflamatorios para el dolor, procure lavar con cuidado y vendar correctamente para evitar infecciones-. Dijo el médico guardando sus cosas.

Alex por su parte asintió agradeciendo.

La herida había sido curada correctamente, dándole unas ligeras puntadas a la mano para sanar como era debido, le dieron dichas indicaciones y se propuso a hacer al pie de la letra lo que el médico le decía.

Después de revisar que todos estuvieran bien y de que no hubiera ningún otro inconveniente los paramédicos subieron a la ambulancia y emprendieron camino hacía otra dirección.
Alex suspiró de manera cansina tocando su frente con dos de las yemas de sus dedos cuando escuchó un grito conocido.

Rápido volteó a ver cómo Kara descendía del auto y corría hacia ella.

Alex hizo un ademán dándole a entender de que a pesar de todo ellos estaban bien. Aunque una parte de su ser pedía que Dick saliera con vida de la operación.

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